Tomando los precios de los combustibles en los últimos dos meses, es decir, las dos resoluciones sobre tarifas más recientes que tomó el Poder Ejecutivo ‒incluyendo los precios que rigen desde octubre‒, los valores de la nafta Súper y Premium bajaron 0,55% o 0,4 pesos. En tanto, en ese período el gasoil 50-S, el utilizado por el sector productivo por su menor valor y que contiene más azufre, bajó el precio 1,5% o 0,76 pesos.

Estos son los combustibles más utilizados por los consumidores y los que se informan en los comunicados que cada mes divulga el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM). Pero también está el gasoil 10-S, con menor nivel de azufre y por ende menos contaminante, cuyo valor es superior al 50-S y tiene un uso marginal. En dos meses, este gasoil bajó 7,2% o 4,89 pesos, ya que pasó de 67,87 pesos el litro en julio a 62,98 pesos a partir de octubre, según el decreto tarifario que aprobó el Ejecutivo.

A mitad de julio, cuando ya había comenzado a regir el nuevo esquema de fijación de las tarifas de combustible ‒que determina la variación de la nafta y el gasoil en función del precio de paridad de importación (PPI)‒, la diaria consultó al ministro de Industria, Omar Paganini, sobre qué ocurriría con el gasoil 50-S. Es que el PPI de ambos tipos de gasoil es similar, y si la decisión era que convergiera en la paridad, los dos deberían quedar al mismo precio. El jerarca explicó que en virtud del consumo marginal del 50-S, no era prioridad la reducción del precio.

Tomando en cuenta los procesos de producción de Ancap, se valoró que “no hay capacidad de llevar a PPI” el gasoil 10-S, “porque se generaría una corrida hacia ese mercado y no puede haber una respuesta productiva de Ancap [a esa demanda]”. Sostuvo que hoy sólo 1% de las ventas son de este gasoil y que en general se utiliza “en motores de [autos de] alta gama”.

Fuentes del sector privado del mercado de combustibles, así como el director del Frente Amplio (FA) en la Ursea, Roberto Chiazzaro, y el técnico agropecuario José Luis Matonte ‒que monitorea la reforma del mercado de combustibles‒ dijeron a la diaria que los últimos dos ajustes muestran un cambio de criterio por parte del Ejecutivo.

La explicación extraoficial del gobierno a la que accedió la diaria es que, si bien continuará habiendo una brecha de precios entre el gasoil 10-S ‒más caro‒ y el gasoil 50-S, con estos últimos ajustes se procuró reducir esa diferencia. Más allá de eso, se mantienen las consideraciones que hizo Paganini sobre la imposibilidad de cubrir una eventual mayor demanda si el precio baja más y sobre que es un combustible de uso marginal.

Desde el sector privado detallaron que el gasoil 10-S hoy no tiene rotación y por ende no todas las estaciones de servicio deciden comercializarlo. “Es un combustible muy caro todavía, pero el hecho de que haya bajado marca cierto cambio de tendencia”, aunque aún la brecha con el gasoil 50-S es amplia para que varíe el consumo, indicó una fuente.

Chiazzaro señaló que “se baja el gasoil que usan vehículos de paseo de alta gama, o tractores, cultivadores o cosechadoras” de última generación, y “no está claro” el criterio de esa decisión. “La conclusión es que todo lleva a la discrecionalidad” en el manejo de tarifas, lo mismo que cuestionaron distintos analistas días atrás sobre la decisión de mantener el precio de las naftas y el gasoil 50-S, ya que el PPI marcaba un leve aumento. “Dijeron que el gasoil 10-S no era prioridad y ahora es el único que baja”, agregó Chiazzaro.

El director de la Ursea aclaró que no está en contra de que la decisión sobre las tarifas sea política, y sostuvo que así ocurrió durante los gobiernos del FA: “Al final hacen lo mismo que nosotros: cuando se podía mantener el precio se hacía, pero no había [en el pasado] una variación todos los meses. Lo que choca es que se diga [por parte del gobierno] que hay absoluta transparencia” en los precios de los combustibles.

Matonte, por su parte, expresó que es “un error” asociar el gasoil 10-S con vehículos de alta gama, ya que cualquier auto puede usarlo, pero que en general lo consumen personas de mayor poder adquisitivo porque son los que pueden asumir el precio más alto. De hecho, señaló que varios de los nuevos coches no son cubiertos por la garantía si se utiliza gasoil 50-S. También indicó que “en casi todos los países valen lo mismo” los distintos tipos de gasoil.

“La Ursea dice que tienen que valer lo mismo, pero el MIEM dice que valen diferente. Eso va a contrapelo de los compromisos ambientales que firmó Uruguay [para usar combustibles de bajo contenido en azufre y vehículos diésel menos contaminantes] y acá hacemos lo contrario, en vez de premiar los combustibles más amigables lo recargamos en el precio”, concluyó Matonte.