A pesar de que el informe de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) indicaba un aumento en el precio de los combustibles, el gobierno decidió que en noviembre se mantendrán igual. Así lo anunció el presidente Luis Lacalle Pou tras su llegada de Japón, el domingo por la noche, cuando retomó lo dicho días atrás por el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic: “Las finanzas de Ancap, si amerita hacer un esfuerzo, todavía tienen espalda, así que no va a haber aumento de combustibles”.
El mandatario habló en rueda de prensa desde la base aérea N°1, y le pasó la posta al ministro de Industria, Omar Paganini, que también había sido parte de la delegación que viajó al país asiático. El ministro explicó que se “tomó la decisión de no aumentar” los precios del combustible en noviembre, a pesar de que a nivel internacional han subido y “los números” de la Ursea “dan para aumentar”, porque “el petróleo estuvo bastante estable, aunque vino en subida, así que Ancap tiene un margen de refinación para sostener los precios”.
De esta forma, los precios se mantienen en el litro de nafta Súper a 74,88 pesos, el de nafta Premium a 76,85 pesos, el de gasoil a 64,99 pesos y el kilogramo de supergás a 63,35 pesos.
Paganini marcó que “no hay diferencia” entre los productos a pesar de lo que dice el informe Ursea “en la medida en que los costos de Ancap más el costo del petróleo dan como para mantener las cuentas equilibradas”. De todas formas, indicó que a nivel mundial “la demanda de gasoil está muy fuerte y los precios del gasoil están muy altos”. Según el informe técnico que refiere al precio de paridad de importación, la referencia internacional está 4,5% por encima para las naftas (la Súper debería aumentar 2,8 pesos por litro), y más de 7% arriba en el gasoil (que supondría 4,9 pesos de suba por litro).