Según los datos compilados por The Economist, la copa del mundo de Qatar trajo una inusual cantidad de sorpresas, que destaca al comparar con el resto de los mundiales que tuvieron lugar en este siglo.1 Esto es lo que se desprende de los cálculos que realizó la revista The Economist, con base en las probabilidades extraídas del sitio Oddsportal, que surgen de los corredores de apuestas.
Marruecos eliminó a España y a Portugal, a pesar de que las probabilidades a favor del equipo marroquí no superaban el 16% antes de comenzado el encuentro. Algo similar sucedió con Australia, cuyas probabilidades de derrotar a Dinamarca se ubicaban en torno al 14%. Japón también superó ampliamente lo que se esperaba, anteponiéndose primero ante Alemania y luego ante España.
Pero lo más sorprendente fue la victoria de Arabia Saudita sobre Argentina durante los primeros compases de la competencia. La probabilidad de que eso sucediera era de 25 a 1, lo que implicaba que los árabes tenían menos de un 4% de posibilidades de ganarle al actual campeón del mundo. Este resultado constituye, según estas estimaciones, la mayor sorpresa de los últimos seis mundiales. De hecho, de los diez resultados menos probables que se han registrado desde el año 2002, cinco se dieron en esta Copa organizada por Qatar.
¿Qué hay detrás de estas sorpresas? Según The Economist, la globalización es uno de los factores a tener en cuenta para explicar el excelente desempeño de los equipos más modestos, con jugadores de todos lados insertos en las grandes ligas. Sin embargo, la mejor explicación está en la aleatoriedad del fútbol, que “es uno de los pocos deportes en los que el dominio no tiene por qué traducirse en victoria”.
Cuando Alemania perdió con Japón, sus “goles esperados” fueron mucho más altos que los del equipo asiático. Los goles esperados, conocidos como “xG”, son una medida que se utiliza para evaluar la calidad de las oportunidades de gol generadas. Esta medida le asigna un valor a cada tiro, que se mueve entre 0,00 (ocasión en donde ha sido imposible anotar) y 1,00 (es esperable que el jugador marque siempre). En efecto, los goles esperados reflejan las probabilidades de que ese disparo termine en gol. Por ejemplo, un remate que mide 0,01 xG quiere decir que, desde esa posición y bajo esas circunstancias, podría ser gol solamente en 1 de cada 100 oportunidades en que se repita. Y eso no sólo les ocurrió contra Japón. De hecho, los goles esperados de los alemanes en los tres partidos que jugaron fueron más altos que los del resto de las selecciones. Sin embargo, no pasaron de la fase de grupos.
A su vez, “las sorpresas tienden a volverse más raras a medida que avanza el torneo. Incluso cuando Corea del Sur eliminó a Italia y España para llegar a las semifinales en 2002, no eran los más desvalidos, al menos según los corredores de apuestas que les habían dado aproximadamente un 25% de posibilidades de ganar en 90 minutos”.
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“Qatar’s World Cup has seen the biggest upsets in recent history”. The Economist. ↩