La Unión Europea (UE) y Estados Unidos han decidido hasta el momento que el camino para ayudar a Ucrania tras la invasión de Rusia es ahogar económicamente al gigante euroasiático. Entre varias medidas que aplicaron, este sábado decidieron sacar a determinados bancos rusos del sistema internacional SWIFT, una medida calificada como “contundente” por los analistas económicos. En contrapartida, este lunes, la presidenta del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina, invitó a las economías del mundo a unirse al Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS, por sus siglas en ruso) que “podrá servir como equivalente al sistema interbancario SWIFT”.

“Estamos desarrollando, entre otras, la infraestructura financiera interna, por lo que funcionará sin interrupciones, dado que tenemos el SPFS, que puede reemplazar a SWIFT en el territorio del país y otros participantes también podrán conectarse desde el extranjero”, advirtió en diálogo con la prensa local.

Por su parte, la UE y Estados Unidos aún trabajan en determinar la lista de entidades que se verán suspendidas; una vez que esté definida se tiene que aprobar una directiva que sea refrendada por la junta directiva de SWIFT para su entrada en vigor.

¿Qué es el SWIFT?

SWIFT es la sigla en inglés para la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales. Conforma el principal sistema de mensajería que utilizan los bancos de todo el mundo para realizar pagos rápidos y seguros fuera de fronteras. Actualmente unos 11.000 bancos utilizan el sistema SWIFT en más de 200 países y ese gran consenso es lo que permite mantener un comercio internacional fluido.

Con sede en Bélgica, creada en 1973, es una cooperativa compuesta por una junta de 25 miembros, que dirige desde 2019 el español Javier Pérez-Tasso. Mediante ese sistema se transfieren más de 40 millones de mensajes por día y permite, entre otras cosas, que los usuarios se informen cuando sus transferencias salen de su cuenta y llegan a las de destino.

¿Cómo afecta a Rusia su exclusión?

A pesar de que se estima que alrededor de 1% de los millones de dólares que se intercambian a través de SWIFT involucran transacciones rusas, la exclusión afecta gravemente al sector bancario. Implica la restricción del acceso de varios bancos rusos a los mercados financieros del mundo. Tanto los empresarios como las organizaciones rusas deben pasar por un proceso mucho más complejo para pagar sus importaciones o para recibir el pago por las exportaciones, y también complejiza el pedir préstamos en otros bancos del mundo o la inversión en otros países.

Es decir, al estar fuera de SWIFT los bancos rusos tienen su operativa diaria fuertemente comprometida porque no pueden hacer cobros ni pagos internacionales con los bancos que utilizan este sistema.

La alternativa rusa y la jugada que le puede salir mal a Estados Unidos

La decisión de suspender a los bancos rusos del SWIFT fue una de las últimas en adoptar porque hay mucho en riesgo para los países de occidente, en particular porque Rusia puede verse favorecido en el largo plazo si logra crear un sistema alternativo que funcione.

Las alternativas que se han manejado son hacer transferencias vía telefónica, mediante algunas aplicaciones de mensajería interbancaria o por correo electrónico siguiendo determinados protocolos.

Sin embargo, tal como lo planteó este lunes la directora del banco central ruso, el sistema local SPFS, que fue lanzado en 2014 y en 2017 comenzó a funcionar en su totalidad, ya está activo y transmite datos en formato SWIFT, pero no depende de sus canales.

Desde abril de 2021 se incorporaron algunas entidades bancarias internacionales: actualmente hay más de 20 bancos bielorrusos, el Arshid Bank armenio y el Banco kirguís de Asia conectados; además, las filiales de los grandes bancos rusos en Alemania y Suiza acceden a él y ahora continúan con sus negociaciones en ese sistema. En total, según fuentes oficiales rusas, hay 399 usuarios participando del sistema.

Además del sistema ruso, Moscú tiene la posibilidad de unirse al sistema alternativo que maneja China, el CIPS, creado en 2015, y también podría recurrir al mercado de criptomonedas. En el caso del sistema chino, ya hay algunos bancos rusos operando con él desde 2019, y una posibilidad es que si Rusia se une con China en el mismo sistema podrían generar la suficiente presión para desplazar al SWIFT.

Estados Unidos prohíbe operar con Banco Central ruso

Estados Unidos subió la apuesta este lunes en materia de sanciones económicas a Rusia y prohibió a las entidades estadounidenses cualquier operación con el Banco Central ruso, además de congelar todos los activos en dólares de esta entidad, informó Efe en base a una rueda de prensa que hicieron altos funcionarios de la Casa Blanca.

La prohibición implica también las operaciones con el Fondo Nacional de Inversión Ruso y afecta al uso del dólar en todo el mundo para operaciones con el Banco Central de Rusia. Desde Estados Unidos estiman que las consecuencias de este cambio se notaran inmediatamente impactando negativamente al rublo, la moneda rusa que viene cayendo desde el inicio del conflicto armado este jueves.