El dato
Se dieron a conocer los datos sobre los aumentos de precios para julio por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE). El índice de precios al consumo (IPC), que refleja el crecimiento generalizado de los precios para una canasta típica de bienes y servicios, se aceleró en el acumulado de los últimos 12 meses hasta alcanzar un aumento de 9,6%. En particular, el componente alimentario dentro de la canasta de consumo de los hogares registró una variación aún mayor, con un aumento de 12,2% en el mismo período.
El contexto
¿Cómo evolucionaron la inflación y el precio de los alimentos?
El IPC de julio aumentó 0,8% en términos mensuales, por encima de las expectativas de los analistas. La mayor incidencia correspondió a la división de alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumentó 0,9%. En particular, destacaron las subas de la carne (1,1%), pan y cereales (2,1%), y también aceites y grasas (2,2%).
¿El aumento del precio de los alimentos en el mercado local es necesariamente un problema para un país exportador de alimentos?
A diferencia de otros países, Uruguay es exportador neto de alimentos. Por tanto, el aumento de los precios de los alimentos afecta positivamente a la economía en su conjunto por la vía de las exportaciones. Sin embargo, al mismo tiempo, el aumento de los precios locales de los alimentos afecta negativamente el poder de compra de los hogares que los consumen para sobrevivir. En particular, el aumento de los precios de los alimentos afecta especialmente a los hogares de menores ingresos, que son los que destinan un porcentaje mayor de sus propios ingresos al consumo de estos bienes.
¿Cómo evolucionó el precio de los alimentos en el mundo y el ingreso de los hogares en Uruguay?
El aumento de los alimentos en julio tiene dos elementos particulares. En primer lugar, pese a que las exportaciones continuaron creciendo durante el mes, en el mercado local se da en un contexto de retroceso en lo que refiere al precio mundial, según informó el viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).1 En segundo lugar, la aceleración del precio de los alimentos se da en un contexto de caída del ingreso de los hogares, pese al crecimiento sostenido del PIB por encima de los niveles prepandemia. Esta caída, además, es generalizada para Montevideo y el interior (en este último caso, el retroceso es paradojal, dado el boom agroexportador que estamos atravesando).2
¿Cómo vienen evolucionando las expectativas de inflación respecto de las metas oficiales?
Las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas actualizaron sus proyecciones de inflación en el marco de la Rendición de Cuentas, ubicando los registros en niveles superiores respecto del centro del rango meta definido por el BCU para todo el período, y por encima de su techo en el caso de 2022 y 2023 (que pasaría a ser 6% a partir de setiembre). Si se observan las expectativas de los empresarios recientemente relevadas por el INE en julio, las estimaciones de corto plazo son todavía mayores. Los empresarios, que son también formadores de precio, estiman en promedio una inflación de 9,1% para 2022, y de 8,7% y 8,4% para los horizontes futuros de 12 y 24 meses respectivamente. Las expectativas de los empresarios también superan a las de los analistas, que en julio anticipaban una inflación de 8,6% para este año y de 7,2% y 6,6% para 2023 y 2024, respectivamente.