Un informe anual publicado este martes por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) prevé bajos niveles de crecimiento en las economías regionales, que se verán “afectadas por un panorama económico mundial negativo y regional muy complejo”.

De acuerdo con el informe de la Cepal, para 2023, “se prevé que América Latina y el Caribe continúe en una senda de bajo crecimiento, con una tasa del 1,7%”. Según detalla el documento, el fenómeno afectará a todas las subregiones del continente, con las proyecciones de crecimiento del producto interno bruto (PIB) alcanzando 1,2% en América del Sur, más de dos puntos porcentuales por debajo de lo proyectado en 2022 y por debajo de las tasas estimadas para América Central y México (3,0%) y el Caribe (7,7%)

En lo que refiere a Uruguay, el informe de la Cepal prevé un crecimiento del PIB para 2023 de 1%, lo que lo ubica muy por detrás si lo comparamos con otros países de América Latina, superando únicamente a Chile y Argentina, que presentaron niveles de regresión de -0,3% y -3%, respectivamente. Comparado con países de las regiones de América Central y México, así como del Caribe, las tasas de crecimiento previstas para la economía uruguaya sólo superarían a las de Haití, que presenta una regresión de 0,7%.

Por su parte, Paraguay lidera en la región, con proyecciones de crecimiento del PIB que alcanzan 4,2% en 2023. Le siguen Venezuela y Brasil, con tasas de 3,2% y 2,5%, respectivamente.

Según enuncia la Cepal en el informe, la desaceleración en el crecimiento se debería a la dinámica mundial, que “no ha sido un factor de estímulo para el crecimiento de los países de la región”. Igualmente, explica que las economías europea y estadounidense, socios comerciales de los países de la región, “exhiben en 2023 una marcada desaceleración”. Tampoco se espera que dichos países abandonen sus políticas monetarias contractivas.

Por su parte, si bien China, importante socio comercial de algunos de los países, ha mostrado una mejoría en los niveles de crecimiento –se estima un crecimiento de 5,2% para 2023, comparado con 3,0% de 2022–, estos se han visto impulsados por “el sector de los servicios y el rebote de la actividad respecto de un año con restricciones a la movilidad, lo que constituye un factor limitante para los tradicionales efectos positivos”, explica el documento.

Las proyecciones económicas para 2024

El informe de la Cepal también provee proyecciones del crecimiento del PIB para el año entrante, que estiman que no logrará contrarrestar “la dinámica de bajo crecimiento”, ya que se estima continuará el panorama económico internacional poco favorable. De esta manera, las tasas de crecimiento proyectadas para América Latina y el Caribe se mantendrán en 1,2%, cinco décimas por debajo de lo esperado para 2023.

Asimismo, las proyecciones de crecimiento del PIB para América del Sur se mantendrían incambiadas, permaneciendo en 1,2%, aún detrás de América Central y México (2,1%) y del Caribe (6,2%).

De todas formas, sí se espera un aumento de las tasas de crecimiento de Uruguay de 1,6% (en total, 2,6%). De ser así, sería la tercera economía de mayor crecimiento en la región, junto con Ecuador.

Por otra parte, la Cepal estima que Argentina mantendrá el último puesto en la región, si bien se espera que logre reducir significativamente la desaceleración económica, con tasas de -1,6%. De la misma forma, Paraguay se mantendría como el líder en la región, con tasas de crecimiento del PIB que permanecerán relativamente incambiadas (4%).

Cambio climático: el desafío a afrontar antes de 2050

El informe de la Cepal también ahonda en los posibles efectos macroeconómicos que podrían derivar del cambio climático en una región que "se caracteriza por su elevada vulnerabilidad".

De acuerdo con el documento, hacia 2050 "la agudización de los choques climáticos" podría tener efectos considerables en la región, dando lugar a una posible disminución del PIB de entre 9% y 12% en seis países. Según detalla, en estos países serían necesarias "inversiones excepcionalmente grandes, de entre 5,3% y 10,9% del PIB por año" para paliar sus efectos.

De esta forma, la Cepal insta a los países a "potenciar la inversión pública para dinamizar el crecimiento económico, impulsar el desarrollo productivo y crear economías y sociedades resilientes al cambio climático", ya que, según detalla, los niveles de inversión pública son bajos en comparación con economías avanzadas y con otras economías en desarrollo.