El Banco Central del Uruguay (BCU) emitió un comunicado a raíz de la repercusión que tomaron las denuncias sobre el funcionamiento de los fondos de inversión ganadera y, en particular, sobre los dichos del futuro ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, que opinó que el BCU debería intervenir “de hecho” en estos casos.

Entrevistado por radio Carve, Fratti comparó este tipo de negocio con las transacciones con un banco: “Cuando yo deposito dinero en un banco, es un acuerdo entre privados, nadie me obliga, y eso está regulado por el BCU”, por tanto, afirmó, “no veo mucho cuál es la diferencia”.

El contrato de capitalización ganadera, figura con la que se entiende que trabajan estas empresas de fideicomiso, no entran en el marco regulatorio del BCU. El presidente del BCU, Washington Ribeiro, afirmó en VTV Noticias que, si se pretende que esté en la órbita del banco, “habría que hacer un cambio regulatorio”. Por el contrario, “si las empresas desarrollan una actividad financiera sin autorización del banco, pero debiendo tenerla, el Banco Central hoy sí tiene las potestades de actuar y exigirlo”.

En ese sentido va el comunicado del BCU, que detalla además que hubo 11 actuaciones sobre este tipo de empresas desde 2018. “A partir de la publicidad de la oferta de este giro, y en el marco regulatorio que conduce la supervisión del Banco Central, la Superintendencia de Servicios Financieros (SSF) ha realizado supervisiones a efectos de verificar que las inversiones fueran efectivamente un contrato ganadero y no un depósito, préstamo individual, fondo de inversión u oferta pública de valores (instrumentos financieros) sin el debido registro del valor y su emisor”, explica el banco.

Las empresas, agrega, tuvieron que presentar “toda su información societaria y contable, listados de clientes, copias de contratos tipo y, además, información completa de una muestra de clientes y sus contratos efectivamente firmados” y, tras el análisis de la información, señala que “en los casos que se entendió que la documentación proporcionada no aseguraba que se estaba ante una inversión en ganado, sino que se asimilaba a un llamamiento general e impersonal para la realización de una inversión financiera, se instruyó a las empresas a que se abstuvieran de realizar publicidad llamando a inversores”.

Las resoluciones fueron en algunos casos comunicadas en términos generales y en particular sobre las empresas República Ganadera, El Prestigio, Integración Agropecuaria, Berrutti y Argenti SA, Portfolio Ganadero y Portfolio Bursátil. “Como consecuencia de las medidas adoptadas, algunas de estas empresas modificaron su negocio y volvieron a presentar nuevos contratos, salvando las observaciones formuladas por la SSF”.

El comunicado menciona que “las empresas dedicadas exclusivamente a la cría y engorde de ganado o a la capitalización ganadera, y que no registran incumplimientos como los referidos en los párrafos precedentes, no están reguladas ni supervisadas por el Banco Central, de acuerdo con lo establecido por el artículo 34 del texto ordenado de su Carta Orgánica, ya que la naturaleza de su actividad no es de carácter financiero, sino productivo”, y reitera las declaraciones de Ribeiro: “Este tipo de inversiones en buena medida, por cómo se configuran, no podrían ser catalogadas como inversiones financieras, sino que son contratos de capitalización ganadera, por lo cual no quedan dentro del marco regulatorio (legal) del Banco Central”.

El presidente del BCU reitera en el comunicado que para que estén incluidas en el marco regulatorio “habría que hacer un cambio legal. Y sobre las empresas que desarrollan una actividad financiera sin autorización del BCU, hoy el Banco Central tiene esa potestad de actuar y exigirlo. De hecho, como ya se explicó, lo ha hecho”.

Fratti había afirmado que “es probable que haya que legislar en ese sentido”, para “que no nos vuelva a pasar”, y lamentó que estos hechos afecten la intención de ahorristas uruguayos de invertir en actividades productivas, algo que considera “bárbaro”.