El desempeño durante agosto

Según el último informe divulgado por Uruguay XXI, las solicitudes de exportaciones uruguayas crecieron 3,5% interanual en agosto, cifra que incluye las ventas realizadas desde zonas francas. En total, las ventas al exterior alcanzaron los 1.327 millones de dólares en el mes.

Ranking de productos

Este incremento se explica por los “notables” crecimientos de las exportaciones de soja, carne bovina y productos lácteos. En el primer caso, el avance de las ventas pautó un salto interanual de 116%, posicionando este producto como el principal rubro de exportación con cerca de 288 millones de dólares (frente a los 133 millones que se exportaron en agosto de 2024) y una participación del 22% en el total de las exportaciones.

La carne bovina, por su parte, se situó levemente por debajo, con un aumento interanual del 31% y un monto total exportado equivalente a 243 millones de dólares. El podio se completa con la celulosa, que, si bien exhibió un retroceso del 29% interanual, totalizó ventas por 225 millones de dólares.

En el caso de los productos lácteos, el avance frente a igual mes del año anterior fue del 18%, lo que llevó los montos vendidos al entorno de los 90 millones de dólares.

Ranking de destinos

El principal destino de los bienes uruguayos fue China: las ventas hacia ese país totalizaron 437 millones de dólares, pautando un incremento interanual del 33%. La soja fue el principal producto exportado (254 millones de dólares), seguido por la celulosa (76 millones de dólares) y la carne bovina (75 millones de dólares).

La Unión Europea se situó como el segundo destino de exportación en agosto, a pesar de que se retrajo un 25%. En concreto, las ventas hacia ese bloque alcanzaron los 201 millones de dólares (15% del total), impulsadas por las colocaciones de celulosa (90 millones de dólares), carne bovina (75 millones de dólares) y arroz (12 millones de dólares).

Finalmente, en el tercer lugar del ranking aparece Brasil, que concentró el 12% del total exportado durante el mes. En este caso, las ventas totales fueron por 158 millones de dólares. Esto implicó un retroceso del 28% en comparación con agosto de 2024, caída que responde al retroceso que exhibieron las exportaciones de vehículos (-60%), plásticos (-10%), productos lácteos (-21%) y malta (-57%). A este respecto, el informe destaca las ventas de celulosa (19 millones de dólares), dado que este país constituyó un nuevo destino: en agosto del año pasado no se habían registrado ventas por este concepto.

El desempeño en lo que va del año

Con los datos cerrados a agosto, las exportaciones uruguayas acumulan un incremento de 5,4% con respecto al mismo período del año anterior, es decir, con relación al desempeño observado entre enero y agosto de 2024. De esta manera, las ventas al resto del mundo alcanzan los 9.000 millones de dólares en lo que va de este año.

La inserción externa en el marco del presupuesto

Sobre los supuestos de la programación fiscal

Según se desprende de la exposición de motivos correspondiente a esta nueva instancia presupuestal, las exportaciones de bienes y servicios crecerían 3,3% este año, lo que implica una fuerte desaceleración respecto de 2024 (8,3%).1

Este proceso de desaceleración se extendería en los próximos años, dado que se prevé una expansión de 2,9% para 2026 y 2,2% para 2027. Esta tendencia se revertiría a partir de 2028 (2,3%), especialmente en el correr de 2029 (2,8%).

De la programación macroeconómica del presupuesto surge también que la variación en dólares de las ventas de bienes al resto del mundo se moderaría este año y el siguiente. A este respecto, luego de haber aumentado un 11% en 2024, los incrementos previstos para 2025 y 2026 son de 4,1% y 1,2%, respectivamente. Luego de ese año, las proyecciones incorporan incrementos mayores: 9,6% en 2027, 4,7% en 2028 y 4,2% en 2029.

Sobre los desafíos y estrategias de la inserción externa

Uno de los ejes sobre los que se recuesta la estrategia prevista para acelerar el crecimiento económico es justamente el de la inserción externa: “En el marco del objetivo prioritario de la política económica para el quinquenio, referido a incrementar la tasa de crecimiento económico del país, se necesita una estrategia de inserción comercial internacional que sirva de base para aumentar las exportaciones y las inversiones, con creación de empleos de calidad, inclusiva socialmente y sostenible en términos ambientales”.

Este objetivo es particularmente desafiante dado el rebrote proteccionista, el incremento de las tensiones geopolíticas y la consecuente reversión del multilateralismo. A este respecto, se advierte en la exposición de motivos que este escenario “plantea grandes desafíos para los países pequeños y abiertos, que son tomadores de reglas en el comercio internacional”.

Por este motivo, y partiendo de que los “costos de comercio se mantienen altos en Uruguay” (lo que afecta la competitividad y limita las inversiones, la reducción del costo de vida y la diversificación de la matriz exportadora), el gobierno intentará reimpulsar la “coordinación interinstitucional para desarrollar una estrategia coordinada, proactiva y dinámica en materia de inserción internacional”.

Es en este marco que, en lo que va del año, se “ha revitalizado” la Comisión Interministerial de Asuntos de Comercio Exterior con la creación de un ámbito técnico para coordinar la estrategia de inserción. Según indica el texto, los primeros aspectos que contempla esta estrategia pasan por la mejora en el acceso a mercados y por la renovación de la agenda del Mercosur.

Sobre el primer elemento, se indica que se desarrollará una estrategia “pragmática” sin renunciar a ningún formato de negociación, sea multilateral, plurilateral o bilateral. En ese sentido, destaca que “las restricciones en formatos de negociación las pondrán las contrapartes”, dado que Uruguay “está dispuesto a trabajar y profundizar vínculos en el formato que se encuentre disponible”.

Sobre el segundo, por su parte, el texto que acompañó el articulado presupuestal señala que se buscarán formas alternativas para mejorar la integración a la región y al mundo “sin cuestionar la membresía al bloque, sino modernizándolo y perfeccionándolo, incorporando aspectos relacionados con la eliminación de las barreras no arancelarias en el comercio intrazona, la facilitación del comercio, la Gestión Coordinada en Fronteras o la Interoperabilidad de las Ventanillas Únicas”.

También se procurará una convergencia regulatoria con los socios latinoamericanos en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración, orientada a mitigar los obstáculos técnicos al comercio. “En los casos en que las oportunidades de mejora estén en el ámbito bilateral, el país promoverá el intercambio directo con los socios, como lo indica el lanzamiento de las negociaciones con Perú”, agrega el texto.

Además, en materia de acuerdos internacionales, se continuarán los esfuerzos destinados a mejorar el acceso a mercados en el sudeste asiático y en el mundo árabe, intentando impulsar también acuerdos de inversiones y acuerdos para evitar la doble tributación.


  1. Cabe notar que los datos de Uruguay XXI analizados en la primera sección recogen solamente las exportaciones de bienes (no de servicios) y tienen en cuenta las ventas realizadas desde zonas francas.