La luna está a 384.400 kilómetros de la Tierra; sin embargo, en el liceo 58 “Mario Benedetti”, de Bella Italia, se la puede ver a unos pocos centímetros de distancia, gracias al nuevo observatorio astronómico, que se inauguró la semana pasada pero se viene gestando desde 2004, a impulso de los docentes. Ahora no sólo los estudiantes de Astronomía podrán usar el gran telescopio, sino también la comunidad del barrio, que votó en el Presupuesto Participativo que organiza la Intendencia de Montevideo para que el proyecto se hiciera realidad. “Es una gran alegría para nosotros haber concretado este observatorio, y también lo es para los estudiantes. Para ellos es, además, un incentivo a la hora de encarar la materia, incluso a esta altura del año, con el curso prácticamente salvado o perdido, hay una gran expectativa”, comentó a la diaria Raúl Salvo, docente de la materia.

Basados en el programa de Astronomía que se dicta en el primer año de bachillerato, los estudiantes podrán “hacer al mismo tiempo reconocimientos del cielo y observaciones telescópicas. Concretamente, permite hacer las observaciones del sistema solar: los planetas, las lunas, el sol, las estrellas, y también se va a usar al estudiar los instrumentos”, detalló el docente, y agregó: “Cuenta con motor, o sea que se puede seguir al astro manteniéndolo en el campo, para hacer fotografía y proyectar por medio de una cámara lo que estamos viendo”. Para Alejandro Barboza, estudiante de cuarto año, tener un observatorio “es fenomenal: nos deja ver cosas que antes no podíamos”, contó a la diaria.

El telescopio, de 1,25 metros de largo de distancia focal y 15 centímetros de diámetro, se eleva más de un metro y medio en un pedestal, que a su vez está en una alta plataforma al final del observatorio, que tiene las dimensiones suficientes como para que se use de salón de clases. El presupuesto no alcanzaba para construir una cúpula especial para el observatorio, por lo que innovaron colocando un techo con un sistema que permite abrirlo y cerrarlo. El telescopio profesional está en el liceo desde 2010, pero para usarlo debían armarlo y desarmarlo; “si seguíamos así, se iba a terminar rompiendo por el desgaste, ahí fue que se retomó la idea de tener un observatorio propio que en 2004 había propuesto un alumno”, comentó Salvo.

“Pasaron tres años y los proyectos no se concretaban, por eso en 2013 nos presentamos al Presupuesto Participativo. Hubo un apoyo brutal de todo el barrio. Se sumaron padres, alumnos, profesores. O sea que el proyecto les gustó a los vecinos, por eso vencimos con más de 700 votos. Recién en 2017, después de una serie de idas y vueltas, se logró construir el observatorio”, relató el docente.

El equipo docente de Astronomía, conformado por Salvo junto con Marita Acuña y Gerardo Coronel, tomó el proyecto como propio y se movilizó para hacerlo realidad. El profesor resaltó el gran apoyo del resto del plantel docente del liceo, y se espera que “el observatorio sea un nexo de coordinación, que no sea sólo de Astronomía, sino que podamos meter prácticos con Física, Química, Historia, Filosofía, porque la astronomía es interdisciplinar, podemos tener nexos con todas las asignaturas, no se salva ninguna”, aventuró.

Como el observatorio es abierto a la comunidad, el equipo docente de Astronomía espera recibir a escuelas y liceos de la zona “y a cualquier grupo social que quiera acercarse en los horarios que tenemos cubiertos; organizaciones como los CAIF son más que bienvenidas”. Además, el observatorio permanecerá abierto para eventos como la Noche de los Museos y el Día del Patrimonio.