Tomasina tiene 130 años. La edad no la ayuda mucho con la caída de pelo y debe usar peluca en todos los lugares adonde va. La abuela Tomasina no sólo cumple con las tareas que se esperan de una abuela, también tiene superpoderes con los que debe combatir el mal.

Impulsar la imaginación de los niños es una tarea constante para los maestros. Tratar de que desarrollen al máximo su potencial y de que trabajen su creatividad de diferentes formas puede ser un desafío. Un grupo de segundo año de la escuela 8, República de Haití, comenzó a trabajar en la creación de títeres, y la imaginación voló tanto que la historia terminará en la publicación de una historieta. De la mano de la maestra integradora Mariana Cocco, un grupo de dibujantes invadió el aula durante un par de días para potenciar la imaginación del grupo que, junto con las maestras, había creado el personaje de Tomasina. Luego de un par de reuniones con las docentes, los artistas empezaron a trabajar con el grupo de 30 niños de entre siete y ocho años de edad.

Emiliano Bastita (@embadibujos) y Cristhian Orta (@cristhian.orta, sus perfiles en Facebook) aceptaron sin dudar la oportunidad de trabajar con niños. En el primer encuentro mostraron “distintos tipos de libros para ver cómo era la historieta, lo que se usaba, el orden de lectura, todo ese tipo de cosas para que ellos pudieran manejar luego. Les llevamos de todo: autores uruguayos, historietas y libros”, comentó Bastita en diálogo con la diaria. Según el artista, los pequeños respondieron “muy bien, se coparon mucho más con las ilustraciones que con las historias, les gustaron mucho los dibujos”. En esta primera oportunidad los niños entraron en contacto con la historieta, uno de los contenidos que se encuentran en el programa de primaria para segundo año, explicó Cocco a la diaria y aseguró que el proyecto de la historieta continuará durante todo el año.

En la segunda instancia los dibujantes pidieron refuerzos y acudieron al aula Micaela Palermo, (@MariaMicaelaPalermo), Belén Farías (@MANOCHUECA) y Manuel Maldonado (@MenosEsMasArt), también dibujantes, para trabajar en cinco grupos más pequeños. En esa oportunidad cada grupo dibujó una parte de la historia en tres viñetas distintas. “Trabajamos con hojas comunes A4 y con hojas de calco; en la común hacían el fondo y en la de calco el personaje, así se trabajaba en capas. Más o menos, les dábamos ideas, les decíamos que el fondo podía ser una ciudad, o por dónde andaba el personaje siguiendo el texto”, detalló Farías a la diaria.

Cocco destacó que los artistas “dejaron que los niños dibujaran lo que ellos querían, ninguno marcó su estilo a pesar de ser dibujantes profesionales, trabajaron con mucho respeto”. Palermo dijo que “la relación con los niños es hermosa” y que “los resultados a los que llegan son increíbles”. En esto concuerda con Maldonado, que se mostró “sorprendido” por el resultado final al que llegaron los alumnos: “No importa que vayas sabiendo que te van a sorprender: siempre terminan superando esas expectativas”, afirmó. “Trabajar con niños es precioso, tienen esa facilidad y libertad de crear que siendo más grande se pierde. Se descubren un montón de cosas al ver al niño ilustrando, ellos tienen facilidad para sintetizar la situación y representarla”, sostuvo.

Ahora que todos los niños pudieron dibujar alguna parte de la historieta, la idea, según señaló Bastita, es crear un fanzine, una publicación independiente con la historia de Tomasina. La docente calificó esta experiencia de “muy enriquecedora para todas las partes”. “Son vertientes que se salen de lo cotidiano y le dan otro sentido al trabajo”, apuntó. Además, Cocco ve con buenos ojos la entrada de gente a la escuela: “Siempre es algo muy bien recibido, sobre todo si se coordina con los propios chiquilines”.