Una mesa con docentes y egresados de la Universidad de la República (Udelar), sin representación de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) –ni en la mesa ni en el público–, debatió ayer sobre la Ley Orgánica de esa casa de estudios en el marco de las actividades que se organizan para conmemorar los 50 años de la elaboración del Plan Maggiolo.

En la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, el escribano Vicente Cremanti, el economista Mijaíl Yapor y el politólogo Jorge Lanzaro, todos egresados de la Udelar, compartieron su postura sobre una nueva Ley Orgánica que podría regir el instituto universitario más importante del país, ante una treintena de personas entre las que se encontraban el rector Roberto Markarian y el subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff.

Luego de compartir con los presentes las únicas imágenes en movimiento de Oscar Maggiolo que se conservan, recuperadas recientemente por el Archivo General de la Udelar, comenzó la exposición de Cremanti. En sus 20 minutos el escribano dejó en claro su resistencia a sustituir la Ley Orgánica que mandata a la Udelar desde 1958 y a la que Maggiolo intentó reformar con su Plan de Reestructura Universitaria de 1960. Cremanti intentó derribar tres de los principales argumentos que sostienen los reformistas. Por un lado, opinó que tener casi 60 años no es de por sí un justificativo para cambiarla: “La bondad de una norma no debe juzgarse por su antigüedad”, señaló, y destacó que hay normas aun más antiguas que se mantienen con modificaciones. También cuestionó a aquellos que tachan a la ley de “rígida” y aclaró que son prueba de su flexibilidad el nuevo sistema de créditos y la descentralización que ha impulsado la Udelar en los últimos años. Por otra parte, dijo que los servicios que formalmente no tienen lugar en los órganos de decisión “igual participan”. “Deberíamos quedarnos con lo bueno y no arriesgarnos a aventuras”, argumentó.

El que presentó ideas más alejadas de las de Cremanti fue el economista Mijaíl Yapor. Según el egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, en las últimas elecciones de rector se dejó de debatir la reforma de la Ley Orgánica porque “implicaba alterar las relaciones de poder a la interna de la universidad”, y la FEUU no pudo debatir al mismo tiempo ambas cuestiones.

Según el economista, hay “tres falacias” que esgrimen quienes se oponen a la reforma. La primera es cuando dicen que “no era el momento oportuno” de la reforma; según Yapor, la ley, como todas, es modificable en tanto el Poder Legislativo lo entienda, porque esa es su potestad. Una segunda falacia es sostener que una nueva Ley Orgánica violentaría los principios consagrados de autonomía y cogobierno; a este respecto, nuevamente afirmó que los actores involucrados no dejarían que eso pasara. Por último, señaló que afirmar “que con modificaciones a la ley alcanza” también es una falacia, porque no se podría hacer cambios en lo sustancial. Como ejemplo, el ex militante de la FEUU mencionó que con la actual Ley Orgánica algunos decanos tuvieron problemas con su candidatura para postularse al rectorado, haciendo referencia a las últimas elecciones.

Los últimos 20 minutos del panel estuvieron a cargo de Lanzaro. El politólogo no se refirió concretamente a un nuevo proyecto de Ley Orgánica, sino que más bien se dedicó a destacar los planteos de la reforma impulsada por Maggiolo que no están contemplados en la ley. Por ejemplo, hizo referencia a la necesidad de reforzar la investigación y la construcción de institutos centrales contra los “archipiélagos de facultades” en los que está dividida la Udelar. Recordó que el Plan Maggiolo se inscribía en “una década de desarrollismo” y que tenía una gran influencia del rectorado previo de Mario Cassinoni.