Después del primer encuentro “Educadores y diversidad sexual”, llevado a cabo en 2016, quedó sobre la mesa el desafío de generar algún tipo de organización más estable y duradera en el tiempo. De esa forma, desde la comisión de educación del colectivo Ovejas Negras se impulsó la creación de la Red de educadores y diversidad sexual, que se concretó en el segundo encuentro sobre la temática, el sábado en el edificio central de UTU. En el marco de las actividades de setiembre –definido mes de la diversidad sexual–, más de 60 docentes, educadores de todos los subsistemas de la educación y otros técnicos participaron en el encuentro que dio vida a la red. Si bien en este nuevo espacio habrá división de roles entre sus integrantes, no tendrá jerarquías y funcionará a partir de la horizontalidad y la colaboración, según explicó a la diaria José Ramallo, referente de educación en Ovejas Negras.

Ramallo hizo énfasis en que si bien Ovejas Negras dio el impulso para la formación de la red, la idea es que la nueva organización funcione en forma autónoma, con su propia plataforma y agenda. Para que la idea de conformación de la red estuviera en la agenda este año, fue clave el encuentro de 2016, en el que participaron cerca de 200 personas que pudieron colectivizar sus prácticas docentes y conocer las de sus colegas. Desde ahí quedó claro que había muchos educadores que abordan la diversidad de formas diferentes y que había interés por generar espacios en común.

Usando la metodología de taller, el sábado los educadores y técnicos trataron de responder cuatro preguntas sobre el contenido del nuevo espacio: ¿por qué una red?, ¿para qué?, ¿cómo debería funcionar y con qué horizonte? A partir del armado de cuatro circuitos, todos los asistentes pudieron conversar entre sí y responder cada uno de las interrogantes, para luego pasar a una instancia plenaria en la que se explicitaron los acuerdos.

Según contó Ramallo, existió acuerdo en que la red debería ser un espacio en el que se generen instancias de formación tanto entre sus integrantes como hacia afuera, además de intercambios y una mayor visibilización de la temática. Además, la red buscará oficiar como una voz de incidencia política, y para ello apuntará a romper varios mitos y tabúes, que según entienden sus fundadores son los que generan muchas de las resistencias en torno a las políticas de educación sexual diseñadas e implementadas en los últimos años. Para ello, la red buscará convertirse en una voz con sustento académico y científico, que buscará dar respuesta a las resistencias en forma “fundamentada, amigable, no violenta y precisa”, detalló Ramallo.

Entre otros de los acuerdos fundacionales, está el impulso a nuevas políticas públicas educativas en la temática y la contribución al reforzamiento de las que ya existen, que según se evaluó en el encuentro, se dan más bien a nivel puntual y hay una falta de políticas más globales. En cuanto a las prácticas docentes más cotidianas, también se buscará generar soluciones a problemas que surgen en el entramado educativo. Según explicó Ramallo, el sistema no se encontraba preparado cuando irrumpió la temática de la diversidad sexual, por lo que muchas veces los docentes y las instituciones no saben cómo responder ante determinadas situaciones.

Otro de los objetivos de la red será formar un espacio que no sólo se quede en Montevideo sino que también incluya al interior. Un aspecto a favor para lograrlo es que en el encuentro que dio vida a la red participaron educadores de varios puntos del país. El próximo paso será la elaboración de un “manifiesto” de la red, que sirva de base para realizar un lanzamiento formal y luego generar una plataforma web en la que queden plasmados los objetivos y las dinámicas de funcionamiento, entre otros aspectos.