“¿Cuántas escuelas más como estas podremos construir?” preguntó meses atrás el actor y activista ambiental Ashton Kutcher en su cuenta de Facebook, en relación a un video que publicó sobre la construcción y el funcionamiento de la escuela autosustentable uruguaya, inaugurada en Jaureguiberry en marzo de 2016.

La respuesta no demoró mucho en llegar, ya que está todo pronto para que Argentina también tenga su escuela autosustentable en 2018, que será la segunda de Sudamérica. Estará ubicada a 37 kilómetros de Mar del Plata, en la pequeña localidad de Mar Chiquita. Al igual que su similar uruguayo, este proyecto se desarrollará en un balneario costero de menos de 500 habitantes, y será construido por EarthShip Biotecture, empresa del arquitecto estadounidense Michael Reynolds, con el apoyo de la organización civil uruguaya Tagma, ideóloga e impulsora del proyecto que se llevó a cabo en el balneario más al este de la costa de Canelones.

Para entender esta conexión hay que remontarse a 2011, cuando Martín Espósito, coordinador general y cofundador de Tagma, vio Garbage Warrior, un documental sobre Reynolds que muestra el empedrado camino legal que debió atravesar el inventor de las “naves terrestres” –construcciones autosustentables– y el posterior desarrollo de una comunidad solidaria internacional que ayudó a la reconstrucción de casas en las islas Andamán, tras el devastador tsunami que se originó en el océano Índico en diciembre de 2004.

Según comentó a la diaria Joaquín de la Sobera, también fundador y responsable de Tagma, cuando Espósito compartió la idea en una reunión junto a otros amigos, todos quedaron fascinados, y ese día el proyecto empezó a rodar, por lo menos en las cabezas de los creadores de Tagma, hoy compuesta por 11 integrantes.

Tagma es la encargada de vincular a EartShip con proyectos que se articulan con la colaboración del sector público, el sector privado y organizaciones civiles. En Uruguay, el Ministerio de Educación y Cultura y la Administración Nacional de Educación Pública le dieron el visto bueno a la idea, y la empresa Nevex fue la que donó 90% de los recursos para la construcción de la escuela. DirectTV también colaboró donando paneles solares y la imprescindible conectividad a las redes de telecomunicación. Fue precisamente esta empresa la que trabajó con Tagma en el desarrollo de un proyecto idéntico en Argentina.

El Planmar y la N° 12

En la otra orilla del Río de la Plata, Amartya, asociación civil que promueve una cultura de sustentabilidad por medio de la educación, impulsó un proceso de desarrollo sustentable en Mar Chiquita llamado Planmar. La idea de la construcción de una escuela sustentable para los niños de la zona surgió en el marco del objetivo general de implementar un plan de educación ambiental.

El proyecto argentino cuenta con el apoyo económico de las multinacionales Disney y Unilever, además de DirectTV, promotora de la idea con su programa Escuela Plus. Por su parte, el arquitecto Carlos Ronda, intendente del balneario, se interesó por la causa y desde la órbita pública facilitó la construcción de la escuela en la localidad que gobierna. Para hacerlo, Tagma y Amartya seleccionaron a 22 voluntarios de Mar Chiquita y pueblos aledaños, que se sumarán al equipo intercontinental de Reynolds: un grupo de 80 estudiantes de varios países que desarrollan construcciones autosustentables alrededor del mundo como práctica de los cursos que dicta el arquitecto estadounidense.

La delegación uruguaya, con siete integrantes de Tagma, tiene prevista una visita a Mar Chiquita en estos días, para afinar los detalles junto a sus pares de Amartya y la intendencia local. Reynolds y sus colaboradores llegarán a fines de febrero, para comenzar la construcción de la escuela pública N° 12, que se estima que estará pronta para los primeros días de marzo. La obra se ejecutará en un predio sobre la laguna de Mar Chiquita y demandará un mes y medio de trabajo. Según informó De La Sobera, el proyecto será presentado oficialmente en Argentina el 15 de enero.