Había gente del barrio Marconi que Karina apenas conocía de vista a pesar de vivir ahí; algunos eran adolescentes, como ella, pero sólo sabía sus apodos. Eso cambió después de que este año varias organizaciones se unieran para crear el Acampa Comunidad, una versión de los campamentos educativos de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) pero extendidos a todos los vecinos del barrio, desde bebés de cuatro meses hasta abuelos de más de 70 años. Durante todo 2018 se sucedieron distintas instancias que conectaron a más de diez centros comunitarios de la zona: escuelas y liceos, centros CAIF y clubes de barrio trabajaron juntos en distintos proyectos, como el reacondicionamiento de la plaza Iraola, el impulso del anfiteatro Marconi y el acondicionamiento del predio de la veterinaria del barrio, que a pesar de no ser un espacio público es utilizado por los jóvenes como lugar de encuentro. La semana pasada hicieron su propia fiesta de fin de año en el Auditorio del SODRE, donde se proyectó un video, se entregó una revista y hubo distintas actuaciones de los grupos de baile y percusión.

Las diferentes intervenciones en el barrio fueron utilizadas como excusas para el encuentro, pero la actividad central fue el campamento en Colonia. La directora sectorial de Integración Educativa del Consejo Directivo Central de la ANEP, Ana Verocai, aseguró a la diaria que la actividad de campamento tiene grandes ventajas desde el punto de vista social: “Realmente, el que lo vive vuelve cambiado. Quedan lazos muy fuertes, vínculos muy potentes de solidaridad, de contemplación al otro, de trabajo colaborativo e integración, de querer aprender con el otro y querer brindar ese aprendizaje a los demás. Por eso lo enmarcamos como una fuerte apuesta a la continuidad educativa y al fortalecimiento de las trayectorias”.

Verocai destacó que a diferencia de otros campamentos de la ANEP, que tienen como objetivo la integración de los centros educativos, el Acampa Comunidad “integra otros actores de la sociedad civil; esa es su gran riqueza. Vemos que se conforman realmente comunidades mucho más integradas, cercanas, con lazos que perduran en el tiempo después del campamento y que los invitan, los animan a desarrollar y a incurrir en áreas de aprendizaje que son totalmente diferentes a las de un aula”.

El campamento fue entre el 7 y el 9 de setiembre en el parque 17 de Febrero, en Colonia. Participaron 170 personas de diez programas y proyectos del barrio, además del equipo de talleristas de Homoludens, que llevó adelante las diferentes actividades de integración. Durante las jornadas plantearon un circuito de deporte aventura, una cacería fotográfica y fogones por la noche. También hicieron varios talleres con distintos temas, como el rap, la percusión, el tallado de madera o el muralismo; muchos de ellos generaron tanto interés en la comunidad que continuaron luego de que terminó el campamento.

Denis tiene 13 años y fue uno de los niños que participaron en todas las instancias que Acampa Comunidad hizo durante el año. Con su hermano más chico, Emanuel, fue a la actividad de cierre, y ahí comentó a la diaria: “La mejor parte de los campamentos fueron los deportes alternativos. Yo fui con mi madre y con gente de la escuela, pero había gente con sus tíos y sus abuelos; eso está bueno porque éramos muchos del barrio”. Gonzalo, de 18 años, no vive en Marconi pero participó en todas las actividades porque es parte del equipo de estudiantes egresados del colegio Obra Banneux que están formándose en el área recreación; según él, vivir el campamento fue “una tremenda experiencia, acompañamos a todas las personas con distintas actividades; es muy bueno porque te permite tener otros conocimientos y otras experiencias que si fuera toda gente de la misma edad”.

Por qué ahí

Desde 2015 el gobierno nacional lleva adelante un plan para reafirmar la identidad de vecinos y organizaciones del barrio Marconi. En una mesa interinstitucional presidida por el Ministerio de Desarrollo Social participan muchas organizaciones estatales, entre ellas la ANEP. Desde el punto de vista educativo se impulsaron varias acciones, por ejemplo la creación de nuevos centros o la integración de propuestas de educación no formal. “La ANEP ha aportado no sólo la modalidad del Acampa sino también otros elementos, como el análisis de las propuestas educativas del barrio, para brindar otras posibilidades, como la creación de grupos de Formación Profesional Básica de UTU, además de coordinar con otras entidades, como con los talleristas del Ministerio de Educación y Cultura, los especialistas del Ministerio de Salud Pública; este trabajo no se hace solo, estamos todos juntos trabajando para que sea posible”, destacó Verocai.

La directora señaló que desde Presidencia de la República se identificó en el barrio Marconi un lugar donde “todos teníamos que poner las energías y estrategias necesarias para revertir algunas situaciones que se habían dado en su momento y que felizmente se han ido diluyendo”. Además, agregó que el campamento fue un antes y un después en las actividades organizadas en el barrio: “Se vivió una instancia de disfrute, fue una movida preciosa donde los propios vecinos lograron cambiarle la cara a la comunidad. Sentimos que esto permite dignificar el lugar y darle una relevancia tal que puedan sentirse orgullosos de pertenecer al Marconi”.

Hacia el norte

Luego de una evaluación positiva de las actividades de Acampa Comunidad, la ANEP se propuso instalar un programa similar en Bella Unión, Artigas, ya que se identificó esa zona como uno de los “territorios socioeducativos” a intervenir. A diferencia del barrio Marconi, en Bella Unión participarán en las actividades los estudiantes de los centros educativos del lugar, de todos los niveles y de educación formal y no formal, junto con los talleristas, los docentes y las propias familias que impulsaron la idea. En esta modalidad, tanto en Montevideo como en Artigas los campamentos son fundamentales, pero son sólo una parte dentro de una batería de estrategias que buscan unir a los miembros de la comunidad para fortalecer la identidad y el orgullo barrial.