En 2017 no se vieron las ya habituales colas para anotarse en la oferta educativa de UTU. Ello se debió a que desde la institución se diseñó un mecanismo virtual para que los jóvenes pudieran pedir día y hora para concretar su inscripción en forma presencial en alguna escuela técnica. Miguel Venturiello, consejero de UTU, explicó a la diaria que otro efecto de haber dispuesto este mecanismo de inscripción es que los estudiantes y sus familias reciben una atención más personalizada y pueden ser derivados si no quedan más cupos disponibles en el centro educativo en el que consultan.

Según detalló, con el anterior mecanismo, quienes integraban las largas colas muchas veces no llegaban a ser atendidos, lo que implicaba que en algunos casos su demanda quedaba sin respuesta. “Con el mecanismo web podemos visualizar en dónde están las listas de espera y dónde están los problemas, estamos en otra fase de organización”, añadió el consejero. Además, Venturiello dijo que el primer día de febrero en que las escuelas de UTU recibían personalmente a quienes habían reservado día y hora se anotaron 2.000 estudiantes. Como informó la diaria, a partir de los primeros días de inscripciones en 2018, las autoridades de UTU avizoran que se continuará a un ritmo constante hasta el 24 de febrero, día en que cierran las inscripciones. De continuar ese ritmo y ya con los datos de inscripciones a la vista, está previsto que se creen nuevos grupos que quedaron pendientes, en función de la demanda de estudiantes.

Venturiello señaló que se hace “un seguimiento total de los cupos y de las personas que quedan en lista de espera para ver cómo ubicarlos”. Como el año pasado UTU tuvo 96.000 estudiantes y su matrícula viene creciendo 4% por año, se calcula que en febrero se harán casi 40.000 inscripciones. Según Venturiello, estos números harán que en 2018 UTU supere los 100.000 estudiantes y alcance niveles récord de matrícula.

Otro tema que ocupa a las autoridades es el estado edilicio de las escuelas técnicas. Si bien está previsto que se inauguren nuevos edificios –por ejemplo, en Atlántida–, también hay centros que están en reparaciones o que las requieren.