El mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo es el de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas originales en francés), que está en Ginebra, Suiza. Entre otros grandes descubrimientos que se hicieron en esas instalaciones se destaca el bosón de Higgs, una partícula elemental que revolucionó los conocimientos de la física. En ese laboratorio trabajan varios de los científicos más calificados de múltiples universidades, y hace un par de semanas los estudiantes de sexto año de Ingeniería del liceo 1 de Solymar conversaron con ellos.

La voluntad de los docentes llegó desde Montevideo hasta Europa. Gabriel González, profesor titular de física de la Facultad de Ciencias (Fcien) de la Universidad de la República (Udelar), se especializa en la investigación de partículas y trabaja frecuentemente con el CERN. En sus contactos se enteró de que desde el laboratorio se hacen jornadas de divulgación, con recorridos por las instalaciones mediante videoconferencias, y pensó que los estudiantes de Uruguay podrían estar interesados. Por su parte, Guzmán Trinidad, profesor de Física de secundaria, en su búsqueda por saber más sobre el modelo estándar de la física, se contactó con González y ambos idearon una visita de los alumnos de sexto año del liceo de Solymar a la Fcien para que, por medio de videconferencias, pudieran participar en la actividad del laboratorio.

“Creo que estas videoconferencias ponen a los chicos en contacto con un mundo que existe y que les da enormes posibilidades para pensar su futuro y su interés en las ciencias. Esta es una de las mayores instituciones científicas del planeta; es impresionante lo que ha logrado con sus experimentos. Que los chicos puedan acceder a eso me parece un mensaje muy interesante para transmitirles”, destacó González a la diaria.

La estructura atómica tradicional –protón, neutrón, electrón– ya quedó vieja –está fuera de moda desde 1970– y hay incluso elementos más pequeños que explican el origen de la materia. A pesar de que estas teorías están por cumplir 50 años, no están presentes en la educación secundaria. Según comentó a la diaria Trinidad, es un tema que se toca al final de algunos programas de sexto año de Física. En su experiencia, al trabajar estos aspectos “los muchachos se motivan mucho, porque son temas de actualidad, los han leído en libros o los han visto en películas y series: por todos lados se escucha hablar de la materia y la antimateria, del modelo estándar, entonces fue necesario que se incorporara en el curso”.

De viaje

La jornada, que llevó siete horas, estuvo dividida en varias partes. En un primer momento González se dedicó a introducir al público de estudiantes, ampliamente masculino, en el universo de la física de partículas, en particular en qué es el CERN, aunque los adolescentes tenían muy claro el terreno que pisaban y lo demostraban tanto al formular preguntas como al responder las cuestiones que planteaba el docente.

El CERN es conocido por albergar al Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por su sigla en inglés), el acelerador protón-protón (partículas subatómicas) más grande que se haya construido, con 27 kilómetros de circunferencia. Colisionar esas partículas fue lo que permitió confirmar la existencia del bosón de Higgs; ahora se sigue investigando en busca de nuevas partículas. El ATLAS es uno de los siete detectores de partículas construidos en el LHC, y la conexión que tuvieron los estudiantes fue con la sala de control de ese experimento. Durante una hora, científicos que hablan español comentaron su trabajo en Ginebra y respondieron las preguntas, no sólo de los estudiantes uruguayos, sino también de los adolescentes de Colombia, Chile y Argentina que se unieron a la master class.

Luego, explicó González, se trabajó con datos reales del LHC y se invitó a los estudiantes a que los analicen para descubrir las partículas. Se pudo ver cómo “se detectan en el acelerador los datos reales”, y luego colectivizaron esa experiencia con los jóvenes latinoamericanos y los científicos en Ginebra, conectándose de nuevo por videoconferencia.

Toda la jornada se organizó en base a los contactos de González con el CERN, porque Uruguay es uno de los pocos países de América Latina que no tienen un convenio con la institución europea. Generar un vínculo formal sólo depende de la voluntad del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) –que está procesando la solicitud desde hace años–, ya que no tiene costo para ninguna de las partes involucradas. Una relación con el CERN no sólo beneficiaría a los estudiantes, que podrían participar con más frecuencia de este tipo de encuentros, sino también a los científicos uruguayos, que estarían habilitados a viajar al laboratorio y realizar prácticas que, a su vez, podrían ser replicadas en el país.

Trinidad dijo que “esta conexión internacional es fundamental porque se está poniendo a Uruguay en el mundo”. “Hasta ahora eso no existía. Es el puntapié inicial de un contacto que sería muy deseable que existiera. Tal vez estos eventos hagan fuerza para que entremos, al menos, en el siglo XX”, agregó.