El Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) festeja cada 15 de mayo el Día de la Educación Rural; este año, bajo la consigna “Vivencias rurales desde los proyectos escolares”, la celebración se concentró en el paraje Curticeiras, en Rivera, y participaron delegaciones de todo el país. En Uruguay hay 1.100 escuelas rurales, en las que estudian 18.500 alumnos.
La esencia de la educación rural se sostiene en dos grandes pilares: una visión de la pedagogía nacional vinculada a lo rural y la didáctica multigrado. El primer punto trata de marcar la fuerte presencia de las características del propio medio rural, busca no ignorar las distancias que se recorren ni las actividades productivas que desarrollan las familias de los niños, resaltando los “estrechos vínculos entre la escuela y la comunidad”, remarca el CEIP en su página web.
El multigrado, en tanto, implica que niños de distintas edades compartan un salón de clases; en muchas de las escuelas de este tipo, todos los alumnos conforman un solo grupo. Este modelo de educación se sigue con atención ahora desde la Administración Nacional de Educación Pública debido a los buenos resultados de aprendizaje que arroja.
Desde el CEIP se agrega que a estas dos grandes concepciones históricas “se deben sumar las referidas a las redes institucionales generadas en torno a la producción, la comunicación, los transportes y las nuevas tecnologías; englobado en las nuevas concepciones de ruralidad y desarrollo rural”.
La fecha para celebrar no es caprichosa: ese día, en 1958, se creó la sección Educación Rural, primer antecedente del actual Departamento de Educación para el Medio Rural. Esa subdependencia del CEIP está conformada por la coordinación del departamento, el Centro Agustín Ferreiro, los Centros de Pasantía, los Centros de Apoyo Pedagógico Didáctico para Escuelas Rurales, los internados rurales y las escuelas de todo el país.