A partir de una denuncia que planteó el Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas y de Administración sobre una situación de acoso entre alumnos, el centro de estudios en el que se desempeñan definió tomar cartas en el asunto. La Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) de la Universidad de la República (Udelar) trató en su Consejo la denuncia en noviembre del año pasado y entendió que era necesario dar un marco general a este tipo de situaciones para que no fueran evaluadas caso a caso, como ocurre hasta el momento. Después de unos meses de trabajo del Comité de Calidad con Equidad de la FCEA, el lunes el servicio universitario aprobó un protocolo de atención ante el acoso sexual.

Según explicó a la diaria Rodrigo Arim, decano de la facultad, si bien el acoso no es la forma de relacionamiento que prima en la FCEA, se consideró que como se habían presentado algunas denuncias era positivo no naturalizar ese tipo de situaciones, además de tomar medidas preventivas para evitar que ocurran. Arim señaló que, en un servicio universitario, las situaciones de acoso se pueden dar dentro de un mismo colectivo, pero también entre integrantes de distintos ámbitos, en referencia a que conviven estudiantes, docentes y funcionarios técnicos y administrativos. Según detalló, este tema se encuentra en la agenda internacional y las distintas configuraciones de las situaciones de acoso deben tenerse en cuenta, porque hay otras relaciones de poder que pueden estar en juego.

Mecanismo

Con estos desafíos en agenda, el comité elaboró un documento que fue aprobado por unanimidad entre los integrantes del Consejo de Facultad. En base a una ley aprobada en 2009, el protocolo define al acoso sexual como “todo comportamiento de naturaleza sexual, realizado por persona de igual o distinto sexo, no deseado por la persona a la que va dirigido y cuyo rechazo le produzca o amenace con producirle un perjuicio en su situación laboral o en su relación docente, o que cree un ambiente de trabajo intimidatorio, hostil o humillante para quien lo recibe”. Además, crea una comisión especializada en el tema para recibir las denuncias, que tendrá representación de los tres órdenes universitarios, de los funcionarios no docentes y también estará integrada por un cargo técnico que será ocupado próximamente.

El documento establece dos vías para el trámite de las denuncias de acoso: una formal, que terminaría siendo abordada por el Consejo, y otra informal, en la que se tratará de resolver el conflicto sin que se inicie un procedimiento administrativo. Al respecto, el protocolo establece que las denuncias se realizan a través de un formulario electrónico, de forma que se preserve la identidad del denunciante y con la idea de que pueda continuar con sus actividades en la facultad en forma normal, algo que no siempre sucede en este tipo de casos. En suma, está previsto que los casos se traten con reserva y celeridad, para evitar procesos largos. De todas formas, Arim aclaró que los detalles de la implementación del protocolo serán definidos cuando se ocupe el cargo técnico que se encargará de su aplicación.

El decano aclaró además que para la realización de la denuncia formal, quien la efectúe debe manifestar que quiere hacerlo, porque esa situación también puede llevar a que aumente su exposición dentro de la facultad. Al respecto, debe tenerse en cuenta que las sesiones del Consejo son públicas, y por ese motivo se planteó la creación de un mecanismo de denuncia que no vaya por la vía formal.

En cuanto a la prevención de los casos de acoso, el protocolo establece que se apunta a “lograr un clima organizacional sano que favorezca el desarrollo pleno de las personas que se vinculan con la facultad”. En concreto, se plantea la realización periódica de campañas de prevención “que informen a las personas vinculadas a la institución sobre los mecanismos disponibles de consulta y gestión de denuncias”, además de “talleres de acompañamiento a los colectivos involucrados en estos procesos”. Para ello, se apelará también a la colaboración de otros servicios de la Udelar.

En agenda | El mismo lunes, en la explanada donde funciona el edificio central de la Udelar se realizó una intervención bajo el hashtag #nospasaenlaudelar, en el que mediante pegatinas se denunciaron varias situaciones de violencia, entre ellas de acoso y abuso. Si bien en la Udelar desde 2014 existe un protocolo que establece diez pasos para la actuación ante la presentación de denuncias sobre acoso y discriminación en la institución a nivel central y hay una comisión central encargada de tratarlas, la realidad es muy diversa según el servicio universitario del que se trate. También aprobó un protocolo la Facultad de Veterinaria, que desde 2016 cuenta con un mecanismo establecido para tratar este tipo de casos.