Canelón Chico es una localidad de Canelones que queda a seis kilómetros de Sauce y a cuatro de Las Piedras, ciudades que tienen más habitantes y un mayor grado de urbanización. De todas formas, años atrás los vecinos de la localidad comenzaron a reclamar la instalación de un liceo para los jóvenes de la zona. Poco tiempo después de su creación, comenzaron las gestiones para la construcción de un edificio especialmente construido para albergar a un centro educativo, lo que se concretó en 1999, tras haber juntado fondos en un programa de televisión.

Según detalló María Elena Cot, adscripta del liceo, en total concurren al centro educativo 368 estudiantes, que son de Canelón Chico y de localidades cercanas, y el centro cuenta con grupos de primero a cuarto año. La adscripta expuso en una jornada organizada por la Inspección de Idioma Español del Consejo de Educación Secundaria en la Casa de Alicia, en la que se presentó un proyecto del centro sobre adecuaciones curriculares, que tiene el objetivo de atender la heterogénea realidad de los estudiantes que concurren a diario.

El director del liceo, César Petronio, señaló que el fundamento del proyecto es que “se piensa que el otro tiene el mismo derecho a aprender que tuvo uno”. En ese sentido, señaló que “algunos chiquilines no aprenden” en el aula y eso es “un problema de nosotros”, en referencia a quienes trabajan en el centro educativo y son docentes. “No hay otra opción: al que aprende diferente hay que enseñarle diferente”, planteó Petronio, quien dijo que el proyecto prevé que sean consideradas todo tipo de situaciones: “Desde una persona con síndrome de Down hasta otra que tenga un bloqueo emocional”, ilustró.

Además, destacó la importancia que cobra el espacio semanal de coordinación docente para el sistema de adecuaciones, ya que ese es el espacio en que los profesores plantean los casos de los estudiantes que pueden requerir acciones específicas. Una vez que se detectan esos casos, interviene Mara Zanola, profesora de Idioma Español del liceo, que es la referente institucional del proyecto de adecuaciones curriculares, más allá de que en 2018 dejó de tener horas específicas para esa tarea (ver recuadro).

Petronio señaló que “no hay fórmulas” para el abordaje de las situaciones de los jóvenes porque hay que analizarlas caso a caso, para lo que se requiere conocer al estudiante. De todas formas, algunas de las estrategias por las que se opta son la extensión del tiempo pedagógico, la realización de tareas extra, las tutorías entre pares o la explicación de las consignas de trabajo de la clase con mayor grado de detenimiento.

Desde el liceo destacaron que para desarrollar el proyecto del centro es clave el trabajo en equipo entre los docentes. Zanola contó que la iniciativa surgió a partir de una invitación de la Dirección de Integración Educativa (DIE) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) a instancias de capacitación sobre la temática. Allí participaron docentes del liceo que luego volcaron lo aprendido al resto de sus colegas. Más allá del proyecto institucional, hay profesores que también adecuan sus cursos en función de la realidad de los estudiantes, aunque no todos están dispuestos a hacerlo.

En clase

En la actividad del lunes, Zanola contó cómo hace la adecuación curricular en su clase de Idioma Español, en conjunto con Marcela Scuadroni, docente de Inglés del liceo, que también trabaja desde esa perspectiva. Las docentes explicaron que para desarrollar esa forma de trabajo es fundamental conocer las motivaciones de los jóvenes para concurrir al liceo, ya que hay quienes lo hacen para posteriormente seguir una carrera terciaria, pero también hay estudiantes que concurren obligados a clase.

Según explicaron, educar en la diversidad no implica planificar las clases en función de herramientas individuales para cada uno de los estudiantes, sino hacerlo teniendo en cuenta distintas realidades que pueden darse en el aula, a partir del conocimiento que los docentes tienen de los jóvenes. En ese sentido, señalaron que esta modalidad de trabajo no implica que los estudiantes pasen automáticamente de año ni que no se tengan en cuenta los programas de las materias. Por el contrario, indicaron que implica pensar en actividades “amplias, flexibles y diversas”, con productos variados y no sólo apelar al formato escrito, ya que de esa forma se trabajan distintas habilidades en los estudiantes. Justamente, las profesoras trabajan a partir de un modelo educativo basado en competencias, en el que se interesan por formar “a un estudiante íntegro”, a partir de valores y actitudes y no se basan tanto en los contenidos. Respecto de la evaluación, las profesoras consideraron que “debe ser el reflejo de lo trabajado en clase”, por lo que no se centran en el tradicional escrito, y apelan a recursos como las rúbricas.

Basada en lo que postula la académica estadounidense Carol Tomlinson, Scuadroni planteó que desde esta perspectiva el rol del docente se puede comparar con el de un entrenador o con el del director de una orquesta. “El entrenador también es un psicólogo, debe saber lo que motiva a cada jugador pero no juega el partido; es un moderador”, señaló. En base a la misma comparación, plantearon que a los estudiantes que tienen alguna dificultad de aprendizaje “también hay que dejarlos jugar el partido” porque de lo contrario, “lo único que hacen es practicar”. Al respecto, Zanola recordó el caso de un estudiante con dislexia al que designó para leer un cuento en un acto del liceo. Su dificultad le impidió leer, pero en ese momento fue capaz de inventar la historia de forma que no se notara que había perdido el hilo de la lectura. La docente recordó que el estudiante le dijo: “Me di cuenta de que estuve bien por los aplausos y porque vi a mi madre llorando”.

Las horas

Según señaló Cot, el liceo de Canelón Chico no cuenta con equipo multidisciplinario, y este año perdió las horas que se destinaban a la coordinación del proyecto de adecuaciones curriculares. En 2017, por intermedio del DIE se le otorgaron horas a Zanola, pero eso se cortó en 2018. De todas formas, desde el departamento de la ANEP aseguraron que ya solicitaron el reintegro de esas horas y esperan que se concrete próximamente.