Calibrar un peachímetro en fisicoquímica del agua y afluentes, pasar la tarde en la sala de trituración y molienda o hacer prácticas de paneles solares con materiales canadienses son algunas de las actividades que se hacen a diario en la sede centro-sur de la Universidad Tecnológica (Utec), en Durazno. la diaria visitó las instalaciones junto con los tres integrantes del Consejo Directivo Central provisorio, que viene ejerciendo desde la puesta en marcha de la universidad. La ley de creación de la Utec aún no está reglamentada, y los consejeros esperan que el Poder Ejecutivo asuma esa tarea cuanto antes, porque ellos estarán en el cargo hasta marzo del año que viene.

Según la ley, que se modificó en 2016 y prorrogó las primeras elecciones de 2017 a 2019, próximamente la Utec tendría que elegir representantes en sus tres órdenes: estudiantes, docentes y egresados. El último es el que presenta mayores dificultades para su formación, ya que hasta el momento sólo hay 100 personas recibidas y están dispersas en todo el país. Si la reglamentación no llega a tiempo, la ley debería prorrogar las elecciones o establecer otro mecanismo provisorio de gobierno. En diálogo con la diaria, los consejeros aseguraron que el tema está trancado tanto en el Ministerio de Educación y Cultura como en Presidencia de la República, y que aún no se han manejado alternativas a la reglamentación. De todas formas, hay un cuestionamiento sobre el cogobierno que indica la ley: “Hay modelos distintos que se pueden profundizar un poco más, donde los actores más directamente involucrados en la sociedad, como los trabajadores, empresarios o el propio gobierno como portador de recursos, estén involucrados y de alguna forma puedan opinar sobre a dónde se dirige la universidad, y eso no va en contra de la autonomía”, opinó Pablo Chilibroste, integrante del Consejo Directivo de la Utec. En esta línea también opinó la consejera Graciela do Mato: “En el mundo las universidades siguen siendo cogobernadas en la parte académica, pero desde el punto de vista de la gestión podrían ensayarse otros modelos, en tanto somos una universidad joven”.

A pesar de que la ley que la creó no está reglamentada, la Utec funciona: “Está viva, está andando, tiene gente adentro trabajando y la sociedad está comprometida”, señaló el consejero Rodolfo Silveira en la presentación de la memoria anual 2017 de la institución. 1.700 estudiantes están matriculados en algunas de las 11 carreras que ofrece la universidad, y la meta proyectada para 2020 es llegar a los 3.000 estudiantes. “Todos esos profesionales, radicados en su medio, es muchísimo potencial”, agregó el consejero. Además de aumentar la masa de alumnos, las autoridades proyectan un crecimiento en el cuerpo docente y en la cantidad de carreras que se dicten en distintas sedes del interior. Sólo el año pasado se abrieron cinco nuevas: Tecnólogo en Ingeniería Biomédica; Tecnólogo en Jazz y Música Creativa; Ingeniería en Logística; Ingeniería en Sistemas de Riego, Drenaje y Manejo de Afluentes; y Tecnólogo en Ingeniería en Mecatrónica Industrial.

Una de las virtudes de la Utec es la descentralización. Ofrece cursos en diez ciudades del interior del país y tiene, al día de hoy, tres institutos tecnológicos regionales (ITR), en Durazno, Fray Bentos y Rivera, donde se concentran varias carreras. El alumnado llega desde todos lados: según el censo de estudiantes de la Utec, los jóvenes provienen de más de 80 localidades distribuidas en los 19 departamentos. Las autoridades resaltaron que 12% son oriundos de Montevideo, lo que rompe con la concentración de la oferta educativa terciaria: “Muchos de ellos se mudaron al interior; lo que por muchísimos años fue una migración hacia la capital macrocefálica que tenemos, hoy cambió un poco”, enfatizó Silveira, y destacó que cuando comenzaron a trabajar, nueve de cada diez estudiantes se mudaban a la capital.

Otro de los objetivos que se había planteado en un comienzo la Utec es la instalación de fuentes de empleo calificadas en el interior. “Tenemos un país de base agropecuaria, pero con 2% de trabajadores profesionales o técnicos en esa área. Ahí puede estar la dificultad [para avanzar], porque es difícil agregar valor si no tenemos un capital humano capaz de hacerlo en el lugar donde trabaja”, comentó.

La Utec emplea a 216 personas entre personal docente y personal técnico y de apoyo; en cinco años aumentó cinco veces la cantidad de funcionarios. Una característica peculiar de la Utec es la cantidad de profesores extranjeros que tiene en su planilla, la mayoría profesionales con posgrados en Brasil y en Argentina que encuentran la posibilidad de comenzar su trayectoria docente. En el rubro docente es donde los consejeros no están dispuestos a transar con el Poder Ejecutivo en la Rendición de Cuentas. Según detalló Do Mato, se negociaron rubros como el de inversión o funcionamiento, pero lo que no puede depender de contribuciones de otras instituciones son los salarios del personal: “Hay voluntad política: la Utec se creó con el apoyo de todos los partidos, y sé que todos están trabajando para esto”.