China está a más de 18.000 kilómetros de distancia de Uruguay y hay 11 horas de diferencia, pero la delegación nacional de deportistas federados que están allá perfeccionando sus técnicas también está yendo al liceo o a la UTU en Uruguay. La Secretaria Nacional de Deporte (SND), el Consejo de Educación Secundaria y el Consejo de Educación Técnico Profesional unieron esfuerzos para crear el programa Entreno y Estudio, que permite a los jóvenes deportistas que estén cursando la enseñanza media irse a entrenar por períodos extensos de tiempo sin perder el componente educativo, con el objetivo de que vuelvan y puedan incorporarse a su curso sin mayores dificultades.

Desde hace tres años la SND firmó un acuerdo con China que permite a deportistas federados uruguayos ir a entrenar por períodos que varían desde los 30 días hasta los tres meses. Además, la SND tiene otros programas que afectan la asistencia a clases: algunos deportistas se ausentan casi todo el año, mientras que otros necesitan un ajuste de los horarios en el centro educativo para cumplir con sus entrenamientos; ajustar todas esas variantes también es parte del programa Entreno y Estudio. Desde 2018 están explorando una nueva forma de trabajo con la enseñanza media: “Todas las instituciones educativas junto con la SND visualizamos que para los estudiantes era un problema estar ausentes tanto tiempo, y buscamos la solución para que ese chico o chica no se viera perjudicado por haberse ganado una beca deportiva”, explicó a la diaria Margot Mundin, inspectora de la SND del área de Deporte y Educación.

La modalidad funciona de forma similar en los liceos y en las UTU, y el Plan Ceibal dispuso para todos los estudiantes una computadora que se pudieron llevar. Richard Delgado, coordinador general del espacio de Educación y Tecnologías de la Información y la Comunicación de Secundaria, comentó, en diálogo con la diaria: “El problema administrativo y reglamentario ya estaba resuelto, pero faltaba solucionar la vuelta a Uruguay. Son estudiantes muy chicos, algunos tienen 12 o 13 años, pasar por una experiencia de esa naturaleza y volver al liceo los puede descolocar un poco”.

La solución que encontraron en Secundaria fue el programa En Carrera, que consiste en un acompañamiento virtual por parte de un tutor, que es uno de los docentes del grupo en el que está inscripto el estudiante. Delgado explicó cómo funciona: “Dos semanas antes de que se vaya el estudiante, el tutor empieza a tener contacto con él y con la familia, para acordar algunas cuestiones relativas al régimen de trabajo. El tutor hace de nexo entre el deportista y sus profesores y compañeros, se trata de que el estudiante esté lo más próximo al grupo que se pueda; los profesores le dan a este tutor recursos para que le presente al estudiante. Es evidente que no va a ser lo mismo que estar en la clase, pero por lo menos mantiene la rutina de interactuar con los profesores y los compañeros. Cuando el estudiante vuelve, ese trabajo se mantiene dos semanas más para que el docente sea un nexo que revincule al estudiante con el liceo”.

Delgado afirmó que están “muy contentos” con cómo viene funcionando el programa. “Parece una cosa sencilla pero no lo es tanto, y está saliendo muy bien”. Destacó que, sobre todo, tiene una buena recepción entre los deportistas: “Los estudiantes están deseosos de tener algo que les hayan mandado de Uruguay, tienen expectativas que van más allá de lo académico, lo vincular también está muy marcado”. Además, tanto Delgado como Mundin concuerdan en que este programa es un respaldo para las familias de los estudiantes: “Algunos padres dudaban de si dejar que sus hijos viajaran tanto tiempo, porque de verdad les preocupaba el liceo y su continuidad, pero con este programa aceptaron que lo hicieran; de hecho, creo que ha aumentado la cantidad de chicos que acepta esa beca porque les da la seguridad de que pueden seguir insertos en el sistema educativo”, sostuvo la inspectora.

Stefanía Conde, del área de Diseño y Desarrollo de UTU, comentó cómo funciona el programa en ese subsistema: “Este año potenciamos el trabajo a través del campus virtual. Se diseñó un aula virtual en donde conviven los estudiantes pero a su vez tienen particularizado su propio espacio de aprendizaje. Trabajamos con los adscriptos o educadores, referentes de cada grupo, y ellos son los que de alguna forma hacen de nexo entre los docentes y deportistas. Al igual que en secundaria, cada docente piensa contenidos que pueden ayudar al estudiante a mantener el ritmo”. La particularidad de UTU es el fuerte énfasis que tiene el trabajo de taller; Conde ejemplificó con un estudiante de gastronomía: “Vimos que se podían potenciar a la distancia, entonces algunos compañeros le grababan videos de las preparaciones y a su vez el estudiante, desde la experiencia que está transitando, puede compartir la oferta gastronómica del país”.

En primera persona

Santiago Piñero tiene 12 años, estudia en la UTU de robótica de Las Piedras y está en China entrenando en gimnasia artística. Según contó a la diaria, “la mayor ventaja es que aunque no estés en Uruguay te envían las cosas, entonces estás siempre informado; cuando llegue no voy a estar tan perdido”. Explicó que todas las noches se trata de conectar y “hacer algo, aunque no siempre se agarra internet en China”. Para él la materia más difícil es programación, porque hay cosas que “no se entienden”, pero confía en que se va a poner al día cuando vuelva.

Marcos Carrasco también está en China, pero se entrena en remo. Va al liceo 1 de Treinta y Tres y está en Quinto Biológico. En diálogo con la diaria destacó: “No tuvimos que optar entre venir a China o quedarnos en Uruguay, sabemos que entrenar y estudiar son igual de importantes; si no pudiéramos tener las ceibalitas y las tutorías, hubiéramos perdido un año de clase o la oportunidad de entrenar acá”. Señaló que “lo más difícil de estudiar a distancia es no poder tener al profesor para sacarme una duda; estando acá le tengo que escribir y esperar a que me responda. Por ejemplo, la materia que más me cuesta es Filosofía, porque hay que leer mucho y precisás mucha información que te da el profesor en clase, y acá sólo tenemos la información suelta”. De todas formas, remarcó que no estudia solo: “Al no tener el vínculo con los compañeros de clase, lo tenemos entre nosotros. Nos juntamos en la habitación de alguien y entre todos estudiamos, nos ayudamos. A mí me está ayudando en inglés una compañera que entrena en bádminton y sabe más que yo”.