Robert Silva, propuesto por Ernesto Talvi para ser candidato a vicepresidente por el Partido Colorado, renunció el lunes a su cargo como integrante del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), y en su lugar asumió Eduardo García, segundo en la lista 4, con la que se presentó en las elecciones de representantes docentes para los organismos de gobierno del sistema educativo. El lunes, cuando Talvi presentó a Silva como su compañero de fórmula, resaltó que “salió a competir por uno de los dos lugares en representación de los docentes en el Codicen” y ocurrió algo “inusual”, ya que “un trabajador de a pie” les ganó a los “todopoderosos sindicatos de la educación”, lo que molestó al resto de los representantes docentes del Codicen, del Consejo de Educación Inicial y Primaria y del Consejo de Educación Secundaria (CES).

Elizabeth Ivaldi, Pablo Caggiani y Carlos Rivero (que asumió el lugar de Isabel Jaureguy), todos electos por listas respaldadas por los sindicatos educativos y el PIT-CNT, emitieron un comunicado ayer en el que afirmaron que la representación de los docentes en los organismos de conducción de la educación “posee una larga y rica historia”, y recordaron sus orígenes: tanto el CES como la UTU tenían entre sus directorios a representantes de los docentes hasta 1973. “En este proceso siempre han existido, y se reavivan en tiempos electorales, posturas que proponen la eliminación de los consejeros electos de la ANEP, y voces que lanzan ataques sistemáticos a los docentes en general –culpabilizándolos de supuestos deterioros de la educación pública–, y en particular contra los docentes sindicalizados y las organizaciones que los nuclean”, señalan los docentes, que reafirman su derecho a participar en los organismos de gobierno del sistema educativo.

Además, recuerdan que en la elección de representantes para el Codicen, la lista 1, que encabezaba Ivaldi, obtuvo 12.449 votos, mientas que la 4, que encabezaba Silva, tuvo 6.711, y no obtuvo cargos en los consejos desconcentrados.

Ivaldi explicó a la diaria que la representación de los docentes “es un espacio de intereses colectivos, no de intereses personales y mucho menos políticos”, y defendió el lugar que ocupan los trabajadores de la educación. “La representación de los docentes la queremos porque somos los que traemos a los órganos de toma de decisión la realidad del día a día de las aulas; por el hecho de pertenecer a organizaciones colectivas, como las sindicales, estamos en diálogo con quienes están en esos lugares”, aseguró.