Los primeros estudiantes de la maestría en Data Science que ofrece la Universidad Tecnológica (Utec), en alianza con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) y la Universidad de Harvard, terminaron la primera parte del curso con “un gran éxito”: 57 de los 58 estudiantes aprobaron la totalidad de las materias previstas para esta etapa y ahora avanzan hacia el último tramo, explicó a la diaria la directora del diploma, Virginia Robano. Una de las particularidades del posgrado es que usa los contenidos del programa de educación a distancia del MIT con la plataforma educativa de videoconferencias que desarrolla Plan Ceibal. Hasta ahora la tasa de aprobación que había tenido el MIT era de 1%, porque no lograba que sus estudiantes continuaran con la modalidad virtual; sin embargo, el programa en Uruguay rompió esa tendencia: todos los estudiantes continúan en camino.

Con esos antecedentes se abrieron las inscripciones para la segunda generación. El costo de la matrícula es de 6.310 dólares, la carrera dura 18 meses y durante el recorrido los estudiantes pasan por una mezcla de talleres presenciales y clases en línea. Para cursar es necesario tener al menos un título de grado y formación en álgebra, matemática, Python (lenguaje de programación) e inglés. El nivel de la primera generación es “muy alto”, señaló Robano, hay estudiantes que ya tienen un doctorado y muchos son docentes en universidades del país y de la región. Cabe destacar que 11 de los 58 estudiantes son extranjeros. Esto tiene que ver con que apuntar a los profesionales fuera del país era uno de los objetivos iniciales del programa: “Buscamos convertir a Uruguay en un hub educativo en la región, atraer a ingenieros de distintos países para que quieran hacer sus proyectos acá. La idea es que vengan y después desarrollen líneas de negocio en una empresa existente o en una empresa nueva”.

El componente emprendedor es esencial en la maestría: “La oferta en Uruguay tiende más al componente académico, pero la Utec es tecnología, al igual que el MIT, por eso buscamos maestrías ligadas al sector productivo que articulen con el ecosistema emprendedor, usando la ciencia de datos para crear soluciones y negocios”, resaltó la directora, quien agregó que el proyecto surge en parte basado en un diagnóstico de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), que indica que Uruguay necesitaría unos 2.500 ingenieros por año para cubrir todas las necesidades de desarrollo, pero, sumadas todas las universidades, sólo logran graduar a 800 profesionales.

Los egresados de este diploma serán capaces de analizar big data y diseñar modelos predictivos, desarrollar algoritmos de aprendizaje automático, liderar y comunicar proyectos de manera efectiva y proponer nuevas líneas de negocios dentro de una empresa. El proyecto final con el que se reciben los estudiantes se relaciona directamente con el emprendedurismo; de hecho, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) creó dos instrumentos de capital semilla y capital humano para que los egresados puedan presentarse.

La segunda instancia presencial será en enero, con docentes del MIT que vendrán a Uruguay para trabajar en tres líneas de datos: comercio electrónico, salud y tecnología financiera. Además, los estudiantes continúan cursando las materias optativas que se dictan en la Utec o en la Universidad de la República (Udelar).

Enfrentados

El año pasado, cuando se anunció su creación, el diploma recibió muchas críticas. El directorio de la ANII aprobó el proyecto y lo apoya, pero a costa de la renuncia de dos de sus miembros: Santiago Dogliotti, en setiembre de 2018, y Luis Bértola, en febrero de este año. La iniciativa provocó pronunciamientos en contra del Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología, la Academia Nacional de Ciencias del Uruguay, y la Udelar. La principal crítica se relacionaba a la financiación, ya que Uruguay destinará 12 millones de dólares al proyecto, ejecutado por Plan Ceibal y la ANII, pero no estuvieron claras las razones por las que el Estado uruguayo prioriza este proyecto en detrimento de otros.

En su momento, la creación del posgrado generó controversia en el ámbito de la Udelar. La idea surgió a partir de un grupo de trabajo creado por Presidencia de la República para generar una propuesta de posgrados en las áreas de tecnología, innovación y emprendedurismo, que fue integrado por Plan Ceibal y la ANII, pero no por la Udelar, ya que cuando el Consejo Directivo Central dio la discusión se acordó declinar la invitación para participar, en el entendido de que no es cometido de Plan Ceibal ni de la ANII ejecutar y coordinar posgrados.

En particular, desde la Facultad de Ingeniería (Fing), que tiene unos 40 cursos vinculados a los temas del posgrado, llegaron algunas discrepancias: en un comunicado, la Asociación de Docentes de la Fing expresó que “esta forma de invertir los recursos públicos no contribuye al desarrollo cultural”. Para Robano, las relaciones con la Udelar y las demás partes “siempre han estado en buenos términos” y agregó que, a su entender, “como toda cosa nueva hay temas de información que no se distribuye de manera homogénea, [lo que produce] una serie de malentendidos, pero lo resolvimos sobre la marcha”.