La Fundación Sophia es una organización sin fines de lucro vinculada a la iglesia de Montevideo que administra 24 colegios en todo el país y que en octubre incorporó la gerencia y administración del colegio Pedro Poveda. El 20 de diciembre la directiva informó al núcleo base del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep) sobre el despido de cinco trabajadores y a partir de ese momento comenzaron las negociaciones para evitar esta situación.

Ambas partes tuvieron una reunión días atrás en la Dirección Nacional del Trabajo y luego mantuvieron otro encuentro bipartito. En ambas oportunidades el Sintep presentó “alternativas económicas para evitar los despidos” que surgen de analizar la situación económica del colegio ya que, según el sindicato, con la reducción de los servicios tercerizados que había, se pueden evitar los despidos, explicó a la diaria el secretario general del Sintep, Sergio Sommaruga. La Fundación Sophia hizo una contrapropuesta de despidos mejorada y el núcleo base del colegio, reunido el 30 de diciembre, decidió rechazarla, “porque el derecho al trabajo seguía sin asegurarse”, agregó el secretario. En contrapartida, realizaron otra propuesta que será presentada a la fundación el 6 de enero, cuando continúen las negociaciones.

“La fundación tiene la posibilidad real de desactivar el conflicto, buscamos que no haya necesidad de tomar el plan de lucha que ya se decidió en la asamblea. Hay una batería potente de medidas a partir de febrero que irían en ascenso, pero aspiramos a que no se tengan que aplicar”, detalló Sommaruga.

Por su parte Álvaro Martínez, director de gestión educativa de la Fundación Sophia, aseguró a la diaria que están dispuestos al diálogo y que esta medida fue “la última a tomar”. Según explicó, el colegio arrastra un déficit operativo desde hace 20 años que se sostuvo con el apoyo de la Institución Teresiana, con el que ya no se cuenta. Comenzaron la reestructura bajando de siete a tres cargos la directiva del colegio y recortando otros gastos administrativos, pero entendieron necesario pasar a un modelo de tutorías en vez de adscriptos, con la mitad de la carga horaria, porque el número de estudiantes lo amerita, lo que derivó en los despidos. En su momento Sommaruga cuestionó la figura del tutor porque no está dentro del acuerdo de salarios del sector y agregó que como colegio habilitado deberían mantener los adscriptos; sin embargo, Martínez afirmó que no están obligados a tener adscriptos. En cuanto a los cargos docentes, se plantearon alternativas con menos horas, y los trabajadores deberán analizar si aceptan o no.

Martínez dijo que mantendrán las conversaciones y están interesados en encontrar alternativas junto al Sintep: “La medida está tomada, pero ahora se abre un compás de diálogo y de espera a ver qué resulta de estas negociaciones. Nosotros estamos abiertos a escuchar la contrapropuesta y sentarnos a conversar”, señaló. Asimismo agregó: “Hacemos todos los esfuerzos por evitar los despidos, pero a veces es inevitable, más en la situación en la que llegan los colegios a la fundación. Son instituciones que piden el ingreso para seguir funcionando, por eso nuestra preocupación es evitar el cierre del colegio”.