El presidente Luis Lacalle Pou analiza cómo podría ser el regreso a los centros educativos en forma gradual y, según confirmaron fuentes del gobierno, este miércoles informará en conferencia de prensa qué se está planificando.

Por este tema se reunieron el lunes Lacalle Pou, el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, y el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira. Da Silveira dijo al salir que les preocupa “que las clases se puedan reiniciar en los plazos más breves posibles, en condiciones de estricta seguridad de salud para los alumnos y para los docentes”, y que están buscando armonizar ambos aspectos. El comienzo paulatino en las localidades en las que todavía no hay enfermos de covid-19 es una de las opciones que se están manejando, así como el retorno escalonado por ciclos, tal como se hace al comienzo del año. De todas formas, la evolución sanitaria será lo que determine la situación. Lo que Silva aseguró es que “no está sobre la mesa” recuperar clases presenciales en las vacaciones de invierno o extender el año lectivo.

Midiendo el impacto

Nadie duda que este período de interrupción de las clases presenciales va a afectar en lo educativo, fundamentalmente en dos aspectos, según opinó Silva en diálogo con la diaria: en los aprendizajes y en la posibilidad de que los estudiantes sigan vinculados al sistema educativo. “Esos pueden ser los dos grandes impactos, y nosotros como sistema educativo tenemos que actuar para tratar de mediar”, aseguró el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP.

Según un relevamiento del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), alrededor de 70% de los estudiantes se han registrado y mantenido algún vínculo con sus maestras en distintas plataformas. Silva reconoce que la situación es muy diversa entre los subsistemas: “en Primaria, por su trabajo, sus equipos profesionales vinculados a la tecnología son muy superiores a lo que sucede en educación media; allí tenemos un avance mayor a pesar de que la edad pueda significar mayor dificultad”. El jerarca anunció que pedirá un relevamiento similar tanto en el Consejo de Educación Secundaria como en el de Educación Técnico-Profesional, pero valoró que en los campus regionales de UTU “están llevando adelante un trabajo sostenido con sus comunidades, y Secundaria lo hace por medio de sus inspecciones regionales”.

Estrategias

Para ir en la búsqueda de aquellos que todavía no se han conectado, el CEIP resolvió fortalecer el vínculo mediante los maestros comunitarios. “Ir con aquellos que aún no se han conectado, que no han marcado presencia, para tratar de acercarnos, descubrir cuál es el problema, si es la conectividad, si es una cuestión vinculada a la ausencia de equipamiento, a la ausencia de destrezas para poder vincularse”, explicó Silva, apuntando al niño pero también a su familia, que en este contexto “juega un rol importante”.

Para Silva, tanto en Secundaria como en UTU hay varias figuras que podrían cumplir un rol similar al de los maestros comunitarios, apuntando a mantener el vínculo con los estudiantes: los adscriptos, los profesores orientadores pedagógicos y los educadores. “Estoy seguro de que muchos ya lo están haciendo, pero hay que uniformizar ese proceder para vincularse con las familias y ver cuál es la realidad, y también hacer el mismo relevamiento que en Primaria para ver cómo podemos atender esas circunstancias”, afirmó. Sabe que, por ejemplo, en un liceo de Rivera los profesores hicieron una colecta para elaborar canastas para las familias más vulnerables, y los adscriptos, cuando no lograron contactarse con algunas familias, se subieron a sus motos y fueron hasta esos hogares. “Allí te manifiestan: ¿el problema es la conectividad? ¿Es la computadora? No, el problema es contextual de cómo llegar a esas situaciones de tanta vulnerabilidad”.

Silva destaca que Uruguay está “en una situación de ventaja respecto de otros sistemas educativos, debido al alto grado de conectividad que tenemos y a los dispositivos que hemos distribuido”, pero sabe que no se llega a 100% de las familias, por lo que hay que buscar otras estrategias, y se deberá “generar un ecosistema de recursos”.

Una de las alternativas en las que piensa Silva es en la televisión abierta; otra es la entrega de tareas presencial, como actualmente hacen algunas maestras en el medio rural, recorriendo las casas de sus estudiantes y dejando en las porteras los materiales. “Hay que dejar a la autonomía de las comunidades la búsqueda de soluciones, pero con un paraguas que establezca lineamientos generales y que ponga foco en algunas priorizaciones curriculares que permitan establecer algunos objetivos tras los cuales ir en este período de suspensión. Que no quede todo tan librado a lo que cada comunidad pueda hacer”.

Hasta ahora desde el Codicen ha habido exhortaciones genéricas, tanto a maestros como a estudiantes, a mantener los vínculos, pero según dijo Silva, “vamos a avanzar”. Esta semana se conformó un equipo técnico asesor, integrado por representantes de los distintos subsistemas y de las áreas tecnológica, pedagógica y de comunicación, para diseñar la respuesta ante la actual contingencia y elaborar un documento que establezca un marco de estrategias a abordar por parte de los docentes, los estudiantes y sus familias. Silva aseguró que ese marco no será “prescriptivo, pero sí dará una orientación general que se debe llevar adelante para tratar de uniformizar este período en la educación”. “En Secundaria vamos a tener que establecer lineamientos de acción que impliquen planificación, que impliquen registro, que impliquen mayor acompañamiento de nuestros alumnos. En Primaria la realidad es una, porque está un maestro con sus alumnos, pero en la enseñanza media son 12 o 13 profesores”, comentó.

Este equipo asesor también pensará en el retorno a las clases: “Cuando volvamos a nuestros centros educativos, la realidad va a ser otra. Desde el punto de vista del proceso que hemos desarrollado en este tiempo, que va a tener como nunca un componente tecnológico, y va a ser otra por el impacto social que tiene esta pandemia para cada uno de nosotros. Vamos a tener que generar cuestiones que permitan canalizar todo eso, desde los estudiantes, las familias, nuestros propios docentes, y a su vez generar procesos de enseñanza y aprendizaje que van a tener que ser complementarios, consecutivos, sucesivos respecto de este que hemos desarrollado mientras dure este aislamiento”.

Oportunidad

A su vez, Silva destacó la inversión millonaria realizada en tecnología, pero opinó que a su entender “está absolutamente subutilizada”. Mencionó la cantidad de usuarios de las plataformas de Plan Ceibal: según sus datos, Crea tenía un promedio de 15.000 usuarios y en 2019 el pico de usuarios diarios fue de 49.000, pero en esta coyuntura ya hay, dijo, medio millón de nuevos usuarios, y lo mismo sucedió con Matific, la Plataforma Adaptativa de Matemática y la Biblioteca Digital.

“Veo esta situación, en el marco de la crisis que es, como una oportunidad. El mundo avanza, la educación avanza y nosotros lo sabíamos, por algo veníamos haciendo esta inversión en tecnología desde hace tanto tiempo. El rol docente está cambiando, pero esto no quiere decir que vamos a sustituirlo por la tecnología, los docentes contamos con un conjunto de herramientas nuevas que potencian y favorecen el aprendizaje y auxilian la enseñanza”, puntualizó Silva.

El presidente del Codicen afirmó que en este período muchos docentes se han interiorizado con las nuevas herramientas y, en su entender, las seguirán usando luego de la emergencia sanitaria. Asimismo, Silva fue enfático al decir que desde la ANEP habrá políticas para potenciar esto, por lo que, a su entender, habrá “un antes y un después en ese sentido”.

Para Silva este “aggiornamiento” de la educación a distancia y el mayor involucramiento de las familias en la educación podría permitir diseñar estrategias que recuperen el tiempo pedagógico, y descartó que esté sobre la mesa la posibilidad de eliminar las vacaciones de invierno, de primavera o incluso de postergar la finalización de los cursos. “No hay que hacer futurología, hay que diseñar estrategias de recuperación. Creo que social y humanamente no podemos admitir que este sea un año perdido”.