“Muchas incertidumbres, pocas certezas”, fueron las palabras que eligió Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio, para sintetizar cómo recibieron los maestros el anuncio del retorno a las clases presenciales a partir de junio. La dirigente sindical aseguró que en ninguna de las reuniones previas con las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se había planteado este escenario: “No fue ni conversado ni intercambiado con nosotros”.
Anoche mismo Pereira se comunicó con el presidente de la ANEP, Robert Silva, para plantearle la necesidad de una reunión bipartita con la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU), encuentro que se concretaría en la tarde de hoy. Esta mañana, además, la FUM se reunirá de forma urgente con el Consejo de Educación Inicial y Primaria para conocer más detalles del plan de retorno a las clases presenciales.
La dirigente recordó que el protocolo sanitario que firmaron el Consejo Directivo Central (Codicen) y la CSEU habla de mantener una distancia de dos metros y del uso obligatorio de tapaboca para los funcionarios, “pero no se refiere a la organización de los centros escolares”, en cuestiones que implican desde la llegada y salida de los niños hasta los grupos que concurrirán y cómo proceder en los recreos.
Pereira se preguntó también qué pasará con el servicio de alimentación, si se mantendrá el sistema de viandas o tickets, “o si como abren las escuelas de tiempo completo vuelven los comedores, pero como a la vez son cuatro horas… Es un mar de incertidumbres”, expresó. El consejero de Educación Inicial y Primaria electo por los docentes, Pablo Caggiani, también manifestó que se enteró del cronograma por la conferencia de prensa, y que no hubo consultas sobre las fechas previstas.