“Para adelante todo lo posible y para atrás todo lo necesario”, dijo el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el día que anunció el retorno de las clases presenciales y volvió a repetirlo este lunes, en una conferencia de prensa, cuando comunicó que se cerraban los centros educativos de la ciudad de Treinta y Tres hasta el 3 de julio por el brote de coronavirus. Después de esa fecha se revisará la situación sanitaria del departamento y se evaluará la apertura de los centros, explicó al informar sobre las medidas que se tomaron para contener el foco en la ciudad.

Este fin de semana se activaron los primeros mecanismos de protección a nivel educativo ante el brote de la enfermedad. Este lunes permanecieron cerradas sólo dos escuelas y un colegio, a los que asisten niños que están en cuarentena por haber tenido contacto con contagiados de covid-19 para hacer una limpieza profunda de las instituciones.

Este lunes los sindicatos de la educación emitieron varios comunicados en los que pedían a las autoridades que se tomara esta medida de suspensión de clases en todos los centros educativos. Incluso la Asociación de Funcionarios de UTU hizo un paro de 24 horas en las actividades presenciales, porque desde el domingo entendían que no estaban reunidas las condiciones para la presencialidad.

Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Enseñanza Pública, aseguró a la diaria que, a su entender, la medida debería abarcar todo el departamento porque, de otra forma, “queda a medias”. “En Treinta y Tres son 49 escuelas rurales contra 27 urbanas. Nadie puede pensar que todos habitan en el medio rural. En esas casi 50 escuelas, muchos trabajadores se trasladan desde la ciudad”. Consultado sobre la posibilidad de extender la suspensión a otras localidades olimareñas, Lacalle Pou dijo que lo que creen “necesario por el momento” es concentrar las medidas en la ciudad.

Por otra parte, Pereyra destacó la baja asistencia que hubo hoy en el departamento. “Algunas escuelas urbanas tuvieron cero alumno”, detalló, lo que demuestra que “las familias decidieron no enviar a sus hijos a la escuela”.