En tres meses termina un año extraordinario para el sistema educativo uruguayo, que tuvo un período de varios meses de educación a distancia y, desde julio, clases presenciales intermitentes. La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) comenzó a discutir cómo evaluar este año y cómo será la transición hacia el comienzo del año lectivo 2021.

Según informó El País, en la sesión ampliada del Consejo Directivo Central (Codicen) del jueves las autoridades de Primaria plantearon que promuevan de año todos los niños, mientras que en UTU y Secundaria se propuso mantener las calificaciones. Según explicó a la diaria el consejero en representación de los docentes Óscar Pedrozo, en la reunión no hubo resoluciones, sino que cada consejo presentó sus propuestas y los integrantes del Codicen solicitaron mayor información y coordinación para poder adoptar criterios comunes en las próximas semanas.

Según se discutió el jueves, Primaria terminaría las clases alrededor del 16 de diciembre, educación media básica aproximadamente el 10 de diciembre y la educación media superior el 20 de noviembre. Primaria se propone evaluar pero no poner calificaciones, fortalecer la presencialidad para los sextos años en estos últimos tres meses de clases y focalizar el Verano Educativo en los estudiantes que egresan de sexto.

Según Pedrozo, en UTU la propuesta apunta a generar evaluaciones finales y hacer acompañamientos en diciembre a quienes no promoverían (quienes tengan al menos cuatro asignaturas bajas), y hacer el cierre del año en febrero; mientras que el Consejo de Educación Secundaria plantea que haya un período de exámenes en diciembre, ofrecer acompañamientos en febrero y también dar la aprobación o no a comienzos de 2021. En educación media, si bien se plantea calificar a los estudiantes, las inasistencias no contarían para la repetición.

Efectos en la asistencia

Por su parte, el consejero electo por los docentes de Educación Inicial y Primaria, Pablo Caggiani, remarcó que la forma de evaluar este año “todavía no está resuelta” y señaló, por ejemplo, que no hay documentos respecto de este proceso de discusión, que incluye a la inspección técnica y los inspectores regionales. Opinó que es una “situación compleja” para debatir públicamente, ya que adelantar que todos los niños promoverán, “más el efecto de que ir a clases es voluntario, puede ser dramático para la asistencia”. Dijo que se debería focalizar el esfuerzo en tomar acciones para “fortalecer la asistencia de los estudiantes de sexto y su egreso, y para eso poder usar otros espacios, dentro o fuera de la escuela, y todos los recursos de las escuelas, como maestros comunitarios, de apoyo o de educación física para garantizar que los gurises vayan lo más posible”.

El consejero considera que en este último trimestre se debe “afinar la intervención para fortalecer a los sectores más vulnerables”, y en ese sentido insistió en que es necesario “retomar la obligatoriedad y destinar mayor cantidad de recursos, y eso no aparece ni para este año ni en el presupuesto”.

Sobre esto último, recordó que el Codicen todavía no tomó una definición sobre las 15.000 horas que pidió el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) para destinar a Trayectorias Protegidas, un programa de apoyo a escolares que funciona de agosto a noviembre, y lamentó que “ya se perdió todo agosto”. “CEIP hizo la gestión por las horas, el Codicen pidió más información, se mandó, y todavía no hay resolución”, dijo Caggiani, que recordó que todos los organismos internacionales recomiendan invertir recursos en encontrar alternativas para mitigar los efectos de la pandemia.

Con relación a la promoción automática, para el consejero, si bien se debe considerar “lo que ha sido el año en términos de desigualdad y vulnerabilidad del derecho a la educación”, la resolución debería habilitar situaciones particulares. “Tomar una definición universal en un sentido o en otro es un error. Entiendo que hay que cuidar la trayectoria educativa de los gurises, pero si hay una situación en la que se entiende que el recursado es la mejor opción para el niño la escuela lo tiene que poder llevar adelante”, dijo, y ejemplificó con el caso de niños de tres o cuatro años que por circunstancias particulares sobre su desarrollo se entienda que es mejor recursar.