La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la Universidad Católica del Uruguay (UCU) firmaron la semana pasada un convenio para el “fortalecimiento de prácticas educativas” de los estudiantes en los servicios y las policlínicas públicas, a cambio de becas y descuentos en las carreras a los funcionarios de ASSE. Con el convenio se fortalecerán las prácticas y las pasantías de Enfermería en unidades como el Hospital Pereira Rossell, el Maciel o en la región este, donde ya hay prácticas, y se ampliarán las carreras de Medicina, Nutrición, Fisioterapia, Psicología, Psicomotricidad, Salud y Seguridad ocupacional, Fonoaudiología, Psicopedagogía, Odontología, Acompañante terapéutico, Cuidados paliativos y Enfermería de CTI.
El acuerdo generó preocupación en la Universidad de la República (Udelar), cuyos docentes y estudiantes trabajan y se forman en ASSE a la vez que dan la asistencia en los hospitales. “Como Udelar somos parte del sostén asistencial de ASSE; no puede menos que llamarnos poderosamente la atención que uno se entere por Twitter que se están haciendo convenios que involucran de hecho el campo de prácticas tradicional donde la Udelar ha puesto muchísimo, no sólo dinero, sino orientaciones y estrategias”, manifestó Miguel Martínez, decano de la Facultad de Medicina, en el último Consejo Directivo Central.
Raúl Riva, decano de Odontología, se manifestó en el mismo sentido, y la preocupación también alcanza a la Facultad de Enfermería. “Esto realmente lesiona los pocos lugares y prácticas que podemos hacer de Odontología”, señaló Riva, que añadió que no ve mal que se comparta con estudiantes de otras facultades, pero lamentó que “no nos han participado de ello, y ahora estamos en la incertidumbre de los cupos limitados que hay para esas prácticas y cómo afectarán a nuestra inserción”.
Rodrigo Arim, rector de la Udelar, compartió la preocupación de los decanos por “no perder los espacios de práctica universitaria en el sistema”, y aseguró que esto no implica “desplazar a nadie”. Señaló además que “el problema es de la Udelar y del país”, en el entendido de que hay “ambigüedades y dificultades para establecer con claridad cuál va a ser el rol de la Facultad de Medicina y de otras áreas asistenciales de la Udelar en la atención de la salud”.
El rector aseguró que los actores universitarios del ámbito privado son bienvenidos, mientras no repercutan en la calidad de la enseñanza o la investigación clínica, donde “en Uruguay tenemos debilidades y solamente la Udelar va a ser capaz de encararlas en forma sistemática”.
Información y coordinación
En diálogo con la diaria, el decano de Medicina aseguró que se comunicó con las autoridades de ASSE y se le transmitió que no habría “intromisión” en los espacios de prácticas de la Udelar. Martínez dijo que es muy difícil diseñar los horarios de las prácticas tomando en cuenta dos premisas: no disminuir la formación en los últimos años de carrera, pero a la vez respetar la cantidad de estudiantes que puede haber en cada centro hospitalario, con criterios más restrictivos aun en tiempos de pandemia. “Y siempre deseando que no haya ningún foco que obligue a revertir esa situación; entonces, plantear el ingreso de más gente preocupa”, añadió.
También parece difícil generar instancias en las que los médicos encargados no sean docentes de la Udelar. Dejando de lado el Hospital de Clínicas, donde todo el personal es universitario, en otros centros como el Pasteur, el Maciel o el Pereira Rossell, que en particular es el único centro hospitalario pediátrico y ginecológico, muchos de los encargados de la asistencia son docentes de la Udelar, o si no lo son trabajan en interrelación con los de ASSE. En algunos casos las cátedras de la Udelar trabajan sólo en el horario de la mañana, lo que dejaría la tarde para coordinar otras prácticas, pero no se puede “volver a la invasión de estudiantes que existía antes”, resumió Martínez.
La respuesta de ASSE
Eduardo Henderson, gerente general de ASSE, explicó a la diaria que el convenio “viene de la administración anterior, pero no se había llegado a un acuerdo”. Ahora se agregaron beneficios para que los funcionarios tengan becas de 100% en cursos de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCU. El jerarca aseguró que todavía no hay una fecha para que comience a ejecutarse el convenio, pero dijo que “queda bien claro que ASSE determina a qué lugares se les permite ir”, para evitar aglomeraciones.
“ASSE tiene claro que el primer convenio es con la Udelar”, reafirmó, y ejemplificó que ASSE podrá determinar los horarios en que concurran las instituciones. Consultado por áreas especializadas, como pediatría o ginecología, señaló como ejemplo que “en Las Piedras también hay pediatría y ginecólogo de guardia. En el acuerdo con la UCU es ASSE quien decide los lugares a los cuales pueden concurrir”, y puso otro ejemplo, el del Hospital Saint Bois, especializado en medicina familiar, donde “hay sectores y horarios en los que pueden concurrir estudiantes sin que haya problema”.
Henderson aseguró que concurrirá el miércoles al consejo de la Facultad de Medicina, institución de la que fue docente. “Nos importa mucho la formación de recursos humanos y tenemos muy buen diálogo”, aclaró.
En el acto de firma del convenio, el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, aseguró que la Udelar es “uno de los socios fundamentales” y celebró que se sume la UCU. “Cuando el estudiante entra, hablando claro y pronto, el otro profesional ya no puede payar, tiene que estar preparado, tiene que capacitarse”, argumentó, concluyendo que la presencia de los estudiantes “genera otro tipo de responsabilidad a los centros, lo cual termina beneficiando a los pacientes de ASSE”.
En contexto
Martínez, por su parte, aclaró que no está “en contra de las universidades privadas”, pero advirtió que, si bien comparte que la Udelar “tiene que prepararse para competir sanamente, tiene que tener armas para hacerlo”.
También lamentó que no haya aumentos presupuestales para la Udelar durante el quinquenio y en particular para la carrera de Medicina que se desarrolla en la sede del Litoral Norte, que este año llegó a segundo año y en 2021 abriría tercero. “Si no están los recursos es una pérdida no para la Udelar o la Facultad de Medicina, es una pérdida para el país, sobre todo cuando hablamos de descentralización, porque no vamos a hacer dos experiencias en el interior: esta tiene que ser exitosa”.