El director general de Educación Técnico Profesional-UTU, Juan Pereyra, aseguró ante la Comisión de Educación y Cultura de la cámara baja que los Centros Educativos Comunitarios (CEC) no cerrarán sus puertas, al contrario de lo que advierten desde los sindicatos de la educación.

Pereyra dijo que van a cambiar la propuesta educativa para ese programa, algo parecido a lo que ocurre con el programa Formación Profesional Básica (FPB). Sostuvo ante los diputados que quienes quieran estar en los CEC pasarán a un FPB, que será reformulado el año que viene: “Entendemos que es el curso que corresponde dar a estos chicos para que realmente adquieran las competencias necesarias”, expresó el jerarca.

Según especifica la UTU, los CEC buscan generar ámbitos que “posibiliten el desarrollo personal de los jóvenes, con énfasis en la integración social, la convivencia, la creatividad, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la generación de proyectos y la comunicación, utilizando la tecnología como elemento clave transversal a todo el proceso”. La propuesta educativa es para jóvenes de 12 a 17 años de edad que se hayan desvinculado del sistema educativo o estén “disconformes” con su trayectoria educativa actual, y quieran “reincorporarse a la enseñanza pública”. Por su formato, que apunta a la flexibilidad, el programa no tiene grupos fijos y tampoco permite acreditar ningún tramo de la educación media a los jóvenes.

Reformulación

La propuesta de reformulación del FPB ya fue elevada a las Asambleas Técnico Docentes y tiene que ser aprobada por el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) este año, puesto que la idea de las autoridades de UTU es que estas modificaciones ya se apliquen en 2022. De lo contrario, quedará para 2023.

Según explicó el director general de UTU, los FPB reformulados contarán con una “característica especial”. “La población que atiende los CEC en Montevideo es de la más carenciada, como es la que también tienen los FPB. Entendemos que ahí debemos aplicar este nuevo FPB o, en su defecto, el anterior, pero lo que nosotros le llamamos reforzado, es decir, con mayor cantidad de figuras que apoyen a los alumnos. ¿Cuál es la gran diferencia? Que en el FPB al entrar ya están haciendo educación media básica. Sabemos que son chicos especiales, que pueden tener algún tipo de problemática. Por eso vamos a reforzar las figuras que acompañan, para evitar que esos chicos se caigan. Entendemos que es mucho mejor”, estableció.

Sobre las ventajas que tiene que un alumno realice el FPB, Pereyra marcó que la principal es que ya está haciendo el ciclo básico, cosa que no sucede en los CEC, que para el jerarca implican “simplemente como un acompañamiento, es como tenerlos ahí haciendo algo”. “Frente al planteamiento de que a veces son chicos que pueden no soportar un ciclo básico, por supuesto, no los vamos a poner en el ciclo básico, por eso reforzamos las figuras que acompañarían. Reforzaríamos con educadores; si se necesitan más adscriptos, reforzaríamos con equipo multidisciplinario para que estén ya haciendo educación media básica, pero con un muro de contención muy importante para evitar que se caigan. Esa es la gran diferencia y por lo que nosotros vamos a apostar a que hagan FPB”, indicó.

Cuestionamientos

Por su parte, el diputado frenteamplista Sebastián Sabini cuestionó a Pereyra “las razones” por las que se da de baja los CEC. En ese sentido, dijo que la “enorme mayoría” de los chiquilines que pasan por los CEC continúan su trayectoria educativa. Según el informe de monitoreo educativo realizado por la UTU, las propuestas de los CEC alcanzaron 99% de acreditación, “cifra similar a los resultados de esta propuesta para el año 2019”.

“Si bien la flexibilización del reglamento se dio para todos los cursos, el impacto en los resultados fue diferente según las distintas modalidades. Se puede inferir como hipótesis que el plan FPB 2007 y CEC generan mejores condiciones para que los equipos docentes enfrenten situaciones emergentes y generen respuestas de manera integral. Al plan se suman la existencia de figuras de acompañamiento y espacios de trabajo colaborativo real, favoreciendo la construcción de comunidades educativas de aprendizaje”, apunta dicho informe.

Sabini señaló que “el FPB no tiene la misma potencia” y, además, “un estudiante podría estar cursando un FPB y concurrir al CEC”. El diputado valoró que ambos programas “tienen objetivos distintos”, que en el caso del CEC es el de “tratar de reinsertar, tanto en la vida laboral como en la vida académica, a esos gurises que están absolutamente por fuera”. El frenteamplista indicó que se trata de una oferta socioeducativa que “se va a perder simplemente por razones de edad”, dado que el FPB y los CEC atienden a diferentes tramos etarios. En ese sentido, ejemplificó que si este año “un chiquilín se iba a anotar en el CEC de Maldonado Nuevo, esa oferta no va a estar”.

“¿Cuál es el sentido de eliminar una oferta educativa que funciona? Es más, el gobierno ha dicho reiteradamente que apoya y que quiere llevar toda la educación, no ya la UTU, a una enseñanza basada en proyectos”, cuestionó el diputado, y agregó que los CEC funcionan bajo ese sistema.

Trayectorias

Con respecto a la edad de ingreso a este tipo de programas, Pereyra aseguró que hicieron un estudio que muestra que los alumnos que salen de Primaria “sin ningún tipo de rezago”, con 12 años o 13 años, “no tienen ningún tipo de problema y por eso hicieron toda la escuela sin inconvenientes, es decir, aprobaron todos los años”. “Esos chicos van a tener el ciclo básico, que es lo que corresponde y para lo que están preparados. Son muy poquitos los alumnos del CEC con esa edad, pero como dije, los expertos indican que ese tipo de alumno no tiene problemas en el ciclo básico”.

Dijo que si los problemas surgieran, por ejemplo, en un alumno de 13 años, “inmediatamente” a los 14 puede anotarse al FPB. “Es totalmente cierto que hay un grupo de chicos que tiene carencias y que va a este centro educativo. El estudio que hemos hecho es que al FPB en estos casos hay que reforzarlo para evitar el inconveniente que tienen. Dejemos abajo el ciclo básico, porque muchos de ellos están lejos de él, pero no así del FPB y menos del FPB que nosotros estamos proponiendo, que tiene cambios importantes”, aseveró.

Ante los planteos de que el CEC tiene 99% de acreditación, Pereyra apuntó que no se puede comparar “una acreditación con una certificación”. “No podemos comparar los números de un ciclo básico de FPB con los números de un CEC. En un CEC no se aprueba; en un CEC, una vez pasado cierto tiempo, se ve qué hizo el alumno y se le da una acreditación para algo. Eso significa que de todos los alumnos que entraron, a 90% se les dio una acreditación para algo. Si esos alumnos vinieron cinco días, se les evaluó y se les dio una acreditación. No podemos comparar con una certificación de un año, de un módulo en un FPB; son cosas diferentes”.

”Aprietes”

Ante la comisión parlamentaria, Pereyra dijo que docentes de los CEC han realizado “aprietes” a directores y coordinadores para que pidan grupos para el año que viene, algo que “no corresponde”, según valoró. El jerarca consideró que ya ha conversado con Afutu sobre el tema y planteó que “ese tipo de cosas no deben suceder”, porque “se han transgredido líneas que no corresponden”. Pereyra afirmó que los aspectos salariales se pueden negociar en instancias bipartitas, que su intención es la de “mejorar la educación” y no “dejar a nadie afuera”.