El Observatorio del Derecho a la Educación (ODED) fue gestado en el Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), en el marco de su programa de investigación “Formas escolares y posiciones docentes en la producción del derecho a la educación en el Uruguay actual”, integrado por cuatro proyectos. En una primera etapa, se sumó a dicho espacio el proyecto Políticas Educativas, Cuerpo y Currículum, radicado en el Instituto Superior de Educación Física, pero lejos de estar cerrado, este jueves fue presentado públicamente como “en permanente construcción colaborativa y participativa”. Según completó Cristian López, uno de los integrantes del grupo coordinador del ODED, desde el observatorio se extiende una invitación a personas y organizaciones “que se sientan convocadas” a integrar el espacio.
Pablo Martinis, también integrante del grupo coordinador, planteó algunos “mojones” en el ejercicio del derecho a la educación después de la última dictadura, a la que definió como “una noche absoluta” en la materia. Por ejemplo, el docente de la FHCE habló de la conformación de la Concertación Nacional Programática en 1984, de la aprobación de la Ley de Emergencia para la Enseñanza en General en 1985 y del “período de reconstrucción del sistema educativo público”, en el marco de la recuperación democrática. También se refirió a los años en los que el Frente Amplio estuvo en el gobierno nacional, y se detuvo en la Ley General de Educación de 2008, a la que definió como una norma “programática”, y también en algunos procesos “de impulso a la inclusión educativa” registrados en los últimos años.
Según analizó, la actualidad está marcada por la discusión en torno a la derogación de 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC), que “revisa aspectos claves”, como el lugar de la educación pública, la participación de distintos actores en la definición de políticas y la gestión, el rol del Ministerio de Educación y Cultura y la formación docente. En ese sentido, Martinis no consideró casualidad que una parte importante de los artículos que se someterán a referéndum sea del capítulo de educación de la LUC. Además, indicó que las actuales autoridades impulsan debates en torno a la laicidad que repercuten en las condiciones de trabajo de los docentes.
El investigador planteó que “algunos enfoques y actores están escasamente presentes en los debates públicos” sobre educación y, precisamente, esa es un área en la que el ODED pretende aportar. Concretamente, mencionó el objetivo de “abrir debates públicos con una perspectiva amplia” y plural, en el que puedan intervenir “distintas voces”, más allá de la perspectiva ética y conceptual desde la que se para el colectivo: la defensa del derecho a la educación. Al respecto, mencionó algunas dimensiones desde las que bajan a tierra este concepto. En primer lugar, definió a la educación como un derecho humano universal fundamental que los individuos y colectivos ejercen “a lo largo de toda la vida”. En ese marco, “los estudiantes son los sujetos” de ese derecho y debe garantizarse que puedan ejercerlo, responsabilidad principal a la que colocó en manos del Estado. Por lo tanto, Martinis valoró que “los problemas de efectivización del derecho nunca pueden ser colocados en función de déficits, carencias e incompletudes de los educandos”, sino de quien es el responsable de efectivizarlo.
Además, vinculó al mencionado derecho a las ideas de justicia e igualdad, sobre las que “se habla poco” en los debates educativos. En este sentido, mencionó que es clave que los individuos puedan “ser parte y reconocidos en su singularidad”. Para el observatorio, la idea de igualdad “tiene que ver con el reconocimiento de la dignidad humana inherente a cada persona”. En suma, Martinis dijo que las personas tienen derecho a ser parte de “lo común”, pero también a ser diferentes, por lo que se distanció de cualquier intento homogeneizador.
Otras voces
Para cumplir el objetivo de “democratizar el debate educativo y reconfigurarlo sobre nuevos ejes”, las acciones comunicacionales del ODED serán claves. Al respecto, el proyecto cuenta con un sitio web en el que se compartirá la producción de los grupos e investigadores del observatorio y también de sus socios. En particular, López mencionó que uno de los productos será un informe anual que presente un “estado de situación sobre el derecho a la educación en Uruguay”. También funcionará un repositorio de artículos académicos en el que ya se encuentran las producciones previas de los proyectos y grupos de investigación del ODED. Además, el sitio cuenta con una sección editorial en la que se compartirán artículos de opinión con la intención de intervenir directamente en debates y temas de agenda.
Por su parte, habrá una “sección diálogos”, dedicada a compartir miradas de distintos actores del sistema educativo para ponerlas en diálogo con la perspectiva del ODED, que apuesta por aportar a la discusión desde lo pedagógico. En el sitio también se publicarán entrevistas a distintos actores del quehacer educativo y se elaborarán dossiers temáticos con periodicidad.
En el lanzamiento, el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, planteó que el cambio y la transformación educativa tiene que hacerse “en el encuentro del debate y el intercambio de ideas”. Al respecto, lamentó que muchas veces el debate público esté presentado “en términos de crónica roja”, con actores más preocupados por ver los problemas del sistema que por generar propuestas.
Camila Falkin, otra de las integrantes del grupo coordinador del ODED, planteó que el proyecto aspira a convertirse en un “espacio de producción, difusión y sistematización de conocimientos”. Según dijo, uno de los focos estará en “aportar a la comprensión y difusión de políticas con base en experiencias educativas más justas e igualitarias”, pero también a la elaboración de políticas en general. En ese sentido, se realizará un “seguimiento y análisis” de acciones y normativas que permita observar las “interrelaciones con cumplimiento del derecho a la educación”. Por su parte, el ODED también está interesado en observar “cómo se construyen políticas educativas desde perspectivas cotidianas”, para lo que buscarán “recuperar experiencias de educadores como constructores de política educativa”.