La charla fue una iniciativa de la Asociación Uruguaya de Licenciados/as en Desarrollo (AULED), con el apoyo de la Licenciatura en Desarrollo (LED), la Red Temática de Estudios del Desarrollo y la Tecnicatura en Desarrollo Regional y Sustentable (TED), que se llevó a cabo en el marco del Día del Futuro, organizado por la diaria.

La exposición contó con la participación de Jimena Curbelo, vicepresidenta de la AULED; Rodrigo Arim, rector de la Universidad de la República (Udelar); Silvana Maubrigades, coordinadora de la LED; Amalia Stuhldreher, docente del Instituto de Desarrollo Sostenible, Innovación e Inclusión Social (IDIIS), y Judith Sutz, coordinadora académica de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC).

Curbelo, que compartió el perfil de asociadas y asociados a la AULED, con base en datos del primer censo de egresados en 2019, entre otras cosas, se refirió al lugar de residencia de los encuestados y dijo que, si bien la mayoría están establecidos en Montevideo, tienen asociados en diferentes departamentos del país, como Tacuarembó, Maldonado, Canelones, Río Negro y Paysandú.

Por otro lado, valoró la importancia de que todos estén insertos en el plano laboral y consideró “muy significativo” que sea en aspectos relacionados con su formación, al tiempo que remarcó que el “abanico” de inserción laboral es “bien” amplio y, en esta línea, dijo que la carrera tiene inserción laboral en múltiples sectores. “La carrera y los enfoques formativos en desarrollo son multidimensionales”, manifestó Curbelo, refiriéndose a una “sensibilidad múltiple” que atiende aspectos de la realidad y amplía la mirada. “Tenemos una formación que nos prende alertas”, expresó.

Relevancia, importancia y pertinencia

La formación interdisciplinaria en la LED y en la TED proporcionan habilidades y herramientas para trabajar en equipo e interpretar diversos lenguajes disciplinares. Concibe el desarrollo como un “proceso de generación de capacidades”, orientado al cambio. Curbelo subrayó la importancia del territorio y de los actores como agentes de cambio. “Los procesos no ocurren en el vacío sino que hay que entender lo que ocurre a nivel de territorio y cómo se comportan esos agentes”, explicó.

Se refirió al interés de asociados y asociadas en poder desarrollar un posgrado con el objetivo de consolidar y expandir el perfil profesional. Apuntó que hay un interés “bien grande” en seguir formándose y que además es el “principal” aspecto valorado por los empleadores a la hora de contratar profesionales. En este sentido, Maubrigades manifestó que, según los datos recabados en la encuesta, la formación en posgrado es una demanda “casi global” de la totalidad de los egresados y también de los estudiantes. Retomó lo planteado por Curbelo y señaló que el desarrollo tiene una vocación de cambio que lo convierte en un espacio “movilizador, interpelante, reformista y quizás hasta rupturista”.

“¿Sigue habiendo un lugar al cual le podemos llamar desarrollo?”, interrogó Sutz, y señaló que “la multiplicidad de aspectos que hay que tomar en cuenta hace que la complejidad por momentos nos desborde”. Continuó: “Si la búsqueda es cada vez más compleja, si todo está lleno de preguntas a la búsqueda de respuestas, eso hace particularmente relevante los estudios universitarios de desarrollo en la coyuntura actual”.

El desarrollo de ayer, de hoy y de mañana

Por su parte, Arim expresó que hoy pensar en clave de desarrollo implica “pensar en agendas de investigación específicas, formular preguntas para temas específicos que jerarquicen aportes en áreas en las que el norte global no trabaja ni tiene incentivos a trabajar”.

La tradición sobre los estudios de desarrollo tiene raíces profundas y anclajes largos y diversos en América Latina y el Caribe, explicó, y se remontó a la creación del Consenso de Washington a principios de la década de los 90, pensado para el “sur global” y razonado como una “receta intelectual en donde los problemas del desarrollo se mimetizan con los problemas del crecimiento y la alternativa para alcanzar estándares de desarrollo razonable es dejar funcionar los mercados”, señaló. El rector comentó que tiene la “sensación” de que la economía es una disciplina mucho más diversa que hace 30 años atrás, y apuntó que es parte de las políticas públicas “construir incentivos claros para que emerjan preguntas relevantes y pertinentes para el desarrollo del sur global”.

La desigualdad, que hoy está tan naturalizada en las agendas de investigación en todas las ciencias sociales, según Arim, no era vista como un problema normativo en sí mismo. Sin embargo, al día de hoy está incorporada “estrictamente” en las agendas de investigación de “aquellos que piensan las sociedades en el largo plazo y lo hacen de una manera distinta: importan todas las dimensiones constitutivas del bienestar”, detalló.

Por otra parte, Maubrigades dijo que el surgimiento de la LED se enmarca en un proceso de reforma de los planes de estudio de la Facultad de Ciencias Sociales en 2009 y aparece como una propuesta “innovadora” y “multidisciplinaria”. Hoy, en un contexto de necesidad de generar un espacio de articulación, reflexión y generación de líneas de investigación sobre el desarrollo, surgió la creación de un programa de estudios en desarrollo que lejos de buscar ser el “único espacio” de generación de conocimiento, nace con el objetivo de “articular” y “tejer” espacios de intercambio.

Arim reivindicó la significación de “lo normativo, del espacio de la filosofía política y de la discusión pública-democrática” para establecer lo que es “deseable” para el futuro de la sociedad. De acuerdo con sus palabras, “razonar en clave de bienestar, justicia, deseabilidad de ciertos arreglos sociales, aceptabilidad en términos de derechos personales e individuales” pasa a ser un elemento “constitutivo” de la discusión sobre el bienestar social. Asimismo, reflexionó sobre la importancia de los elementos vinculados a “la violación de los derechos humanos o a la ausencia de libertades básicas” en América Latina. Temas que están sobre la mesa con “amenazas autoritarias muy concretas en la región”, sentenció.

Por otro lado, Stuhldreher dijo que se ha tratado de incluir a estudiantes y egresados en la investigación de los proyectos que se llevan adelante desde el IDIIS. Hizo énfasis en dos de estos proyectos, “pensando en esta cuestión de futuro”: “¿Qué desarrollo en Uruguay?” y “Visión 2050: Tacuarembó en la Región Norte”, “en los cuales los estudiantes de la TED actuaron como facilitadores de los diálogos ciudadanos”.

Apostar por la descentralización

Maubrigades hizo hincapié en que la TED con sede en Tacuarembó y con presencia en el Centro Universitario Regional Noreste (Cenur) ha sido un “espacio de intercambio permanente y de aporte” al proceso de descentralización, y valoró la pertinencia del trabajo y el crecimiento compartido a lo largo de los 12 años de recorrido. Al respecto, Stuhldreher agregó que la TED surge en un renovado intento hacia la descentralización y también a la “regionalización” de las ofertas de formación y la “radicación” de grupos de alta dedicación para generar investigación.

La sede dispuesta en el interior del país se vio envuelta en desafíos planteados por el territorio y esto generó una fuerte necesidad de articularse con otros actores locales. Es así como desde el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) se le cede a la Udelar cinco hectáreas y, de esta forma, se concreta la construcción del edificio. Es un campus que además de tener a la Udelar y al INIA, sumó a otras instituciones como el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y al Instituto Plan Agropecuario. Asimismo, tal como señaló Stuhldreher, tiene una fuerte vocación de apertura y de diálogo hacia otros actores institucionales y de la sociedad civil.

En lo referido a la malla curricular, la docente dijo que la TED y la LED comparten muchas asignaturas, y que recientemente se incorporaron las materias Inglés y Portugués, esta última para una región fronteriza pensada por la importancia para la formación de los estudiantes.

Al cierre, Sutz citó al economista ya fallecido Albert O Hirschman: “El desarrollo no es cuestión de encontrar distribución óptima de recursos, es cuestión de identificar y poner a trabajar para el desarrollo fuerzas que están escondidas, esparcidas y fragmentadas”.