Ante el pedido de informes que realizó la senadora por el Partido Nacional Graciela Bianchi para conocer la “situación funcional” de la presidenta de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu), Mabel Mallo, el titular de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, dijo que la legisladora “está en todo su derecho de hacerlo” y que ellos tienen la “obligación” de responder el pedido.

Al ser consultado sobre si existía “persecución sindical”, como consideran varios de los gremios de la enseñanza, en rueda de prensa Silva aseguró que desde la ANEP “siempre” bregan por “el respeto a las libertades sindicales”. “Vamos a responder en lo que corresponda en función de lo que nuestros servicios técnicos aconsejen”, expresó. Sobre el intercambio que se dio el lunes en la entrada de la Torre de las Telecomunicaciones entre Mallo y el presidente Luis Lacalle Pou, en el que la primera le recriminó al mandatario que la educación-técnica se estaba “destrozando”, el jerarca sostuvo que Lacalle Pou “tiene la característica, que valoramos mucho, de conversar con la gente”. En ese sentido, afirmó que desde el órgano máximo de la educación hacen lo mismo.

Conversar con la gente, dijo, “resulta bien importante, porque en definitiva es a partir de ahí que se pueden dar las respuestas correspondientes e incluso, como hacemos nosotros, decir las cosas cuando no son como se dicen. Poner el otro plato de la balanza, por decirlo de alguna manera”, expresó.

En tanto, para Silva es “mentira” que se estén desmantelando cursos, grupos y programas en UTU: “Se le dijo al presidente que estábamos desmantelando la educación-técnica, que los estudiantes más vulnerables del Uruguay ya no tenían más posibilidades en UTU y eso no es cierto, lo que se le dijo al presidente es mentira”, criticó.

El presidente de la ANEP aseguró que el año pasado la educación-técnico profesional “tuvo más grupos que los que tuvo en el gobierno anterior”. “Estamos tratando de ordenar la casa y de administrar de la mejor manera posible los recursos que la gente nos da. No podemos crear grupos sin estudiantes o crear grupos con pocos estudiantes; también les aseguro a las familias que las ofertas educativas de UTU, Secundaria y Primaria van a estar donde tienen que estar. Si hay estudiantes, hay grupos”, estableció.

“No estamos en actitud de guerra ni confrontación”

Consultado sobre la posición “de guerra” –según el periodista– que los sindicatos de la enseñanza tomarán a partir de 2022, año en que seguramente se lleve adelante la transformación educativa, Silva aseguró que “no estamos en actitud de guerra ni confrontación” con los gremios de la educación, sino, “por el contrario, estamos en una actitud de concientizar a toda la sociedad uruguaya de que el país necesita una transformación educativa en forma impostergable. Estamos en una situación de gravedad en cuanto a los resultados educativos que obtenemos”, expresó.

En concreto, se refirió a la última evaluación que hizo la Unesco, que demuestra que desde 2013 a 2019 se registró un “estancamiento” en lectura, escritura, matemática y ciencias en escolares uruguayos. “Tenemos una tendencia a la baja. Es fundamental darse cuenta de que el Uruguay ve a pasar pasivamente los años, que los que menos tienen menos aprenden, que la brecha se aumenta y que hay más estudiantes que menos saben. Eso nos dice la última evaluación. Tenemos que juntar esfuerzos para cambiar lo que no hemos podido cambiar en los últimos tiempos”, exhortó.

Por último, Silva afirmó que van a trabajar en conjunto con los docentes y las familias para “cambiar” la educación y llamó a que todos aquellos que estén en contra de la reforma curricular den sus argumentos. “Nosotros vamos a dar una batalla de discusión, de argumentos, vamos a demostrar la imperiosa necesidad de desarrollar cambios en la educación y el que se quiera oponer que se oponga, pero le pedimos al que se oponga que nos dé sus argumentos”, concluyó.