Ema no podía ocultar su alegría por su primer día en el jardín. “Voy a tener muchos amigos”, decía fuerte y claro en la entrada de la escuela 32 Simón Bolívar. Mientras tanto, las mujeres más grandes de su familia esperaban que llegue la hora de entrada con igual o más ansiedad. De a poco la vereda se fue llenando de moñas azules impecablemente anudadas que resaltaban con el fondo blanco de las túnicas. Mientras se disparaban los primeros correteos de reencuentro de amigos, las maestras y el equipo de dirección preparaban el frente de la escuela para que, más allá de protocolos sanitarios, no se perdiera lo festivo del primer día de clases. “Qué alegría volvernos a ver”, se leía en un cartel que colgaba de las ventanas más altas de la fachada y ese mensaje también se escuchaba en una canción que salía de un parlante situado entre dos árboles adornados con globos.
Poco antes de la entrada de la primera tanda de grupos, algunos padres se acercaban a las carteleras buscando información, imagen que se repitió en buena parte de los centros de educación pública. Además de saber en qué grupo le había tocado a cada niño, este año las familias también buscaban saber cuántos días y con qué frecuencia podrían concurrir a la escuela. Desde el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública y sus direcciones generales se dio libertad a los centros educativos para que definieran su modalidad presencial de trabajo y muchas escuelas, liceos y UTU buscaron hasta último momento la mejor adecuación y organización de los espacios físicos para una presencialidad lo más plena posible.
Después de interrumpir alguna selfie para pedir a las familias que esperaran del lado de afuera, la directora tomó el micrófono para dar la bienvenida y dar por iniciado el año lectivo. Habló de alegría, nerviosismo, ansiedad, cambio, y agradeció especialmente a los padres y madres que participaron de una jornada de desinfección de los espacios de la escuela.
Por una de las puertas entraron los más chicos, quienes, justamente, viven los cambios más significativos. Eso se veía en las caras de los compañeros de Ema; algunos entraban sin mirar para atrás, pero otros, angustiados, preferían aferrarse a sus madres. Previa limpieza de manos con alcohol en gel, los niños que ingresaron a primero chocaban los puños de las maestras y eran los únicos que podían entrar con un adulto. Mientras que las familias se seguían sacando fotos y dudas sobre el funcionamiento de la escuela, los niños de los demás grupos fueron pasando al encuentro con sus nuevas maestras.
Aumento de la presencialidad
Este lunes en la educación inicial y primaria comenzaron las clases 334.651 niños en todo el país. El presidente del Codicen, Robert Silva, informó que, con relación al año pasado, en ese tramo se avanzó significativamente en materia de presencialidad plena. Según detalló en rueda de prensa, el año pasado sólo en 29% de las escuelas y jardines públicos los niños lograron ir todos los días durante el horario completo, cifra que, en el inicio de clases, este año está cerca de llegar a 80% y se prevé que siga en aumento. Mientras tanto, si se tiene en cuenta a las escuelas rurales, la presencialidad plena pasó de 65 a 93%. En el caso de secundaria, la directora general, Jenifer Cherro, explicó que existen tres posibles escenarios: presencialidad plena, presencialidad alternada en tres días de la semana o virtualidad. Según detalló, este último caso se aplica cuando hay casos o contactos de covid-19 en el liceo. Ese fue el caso de los liceos 4 y 5 de Rivera, que este lunes comenzaron las clases en forma virtual. “Por suerte tienen el sistema de Zoom contratado y la conexión en esos liceos va a ser casi exclusivamente virtual”, señaló la jerarca.
Por su parte, Cherro recordó que se habilitó a los equipos directivos a cambiar de modalidad en función del nivel de riesgo sanitario en el que se encuentre cada departamento. “Podemos pasar a una presencialidad plena cuando tenemos amarillo o verde, o empezar a que sea alternada o con menos cantidad de alumnos en clase cuando pasamos a un color naranja o rojo. Lo que importa es ser flexibles, dar la autonomía a los directores para que resuelvan cuál es el mejor escenario, y en ese sentido nos venimos organizando muy bien”, concluyó. La directora de Secundaria informó que en el arranque de clases hay “alrededor de 60% de liceos que están haciendo el esfuerzo de la presencialidad plena” y en el entorno de 34% que lograron una modalidad de presencialidad alternada. El resto está actualmente en el escenario de la virtualidad plena.
Consultada por la diaria, Cherro indicó que la elección de horas docentes para secundaria cerró la semana pasada con 88% de las horas asignadas en todo el país, cifra que en el interior alcanzó 97,5%. La jerarca señaló que actualmente se siguen asignando horas de docentes interinos y que en el correr de la semana el porcentaje seguirá aumentando, teniendo en cuenta que bachillerato inicia las clases el 8 de marzo. Por su parte, Silva informó que UTU ya tiene 97% de las horas docentes asignadas y la directora general de Educación Inicial y Primaria, Graciela Fabeyro, dijo que no tenía las cifras de cargos tomados pero estimó que está en un porcentaje “muy alto”. Por su parte, el presidente del Codicen destacó que se crearán cargos en Primaria y más grupos en la educación media porque hay situaciones que atender, pero que “no se puede crear al barrer, porque todos sabemos que hay que optimizar los recursos y hay que analizar situación a situación”.
En el caso de los centros que cuentan con alimentación y cuentan con problemas de espacio para cumplir con el protocolo sanitario, Silva afirmó que en algunos casos se optó por trabajar en locales cercanos al comedor escolar y en otros se contrató un sistema de viandas por el que los niños comen en sus salones.
De paro
El inicio de las clases en secundaria estuvo marcado por la realización de un paro de los sindicatos docentes y de administrativos y funcionarios de servicio. El tema no pasó desapercibido para las autoridades de la educación, que criticaron la medida. En una recorrida por el inicio de clases que pasó por el liceo 76 de la Curva de Maroñas, Cherro destacó que, para recibir a los alumnos, este lunes en ese centro concurrieron docentes a los que no les tocaba ir. Según informó, en Montevideo se registró la asistencia de 60% de los profesores. Además, por la mañana la jerarca recibió información del departamento de Artigas, que daba cuenta de 100% de asistencia de estudiantes y docentes a los liceos del ese departamento. Según aclaró, sólo se registraron ausencias porque algunos profesores concurrieron a vacunarse.
En una ronda con funcionarias del liceo, Cherro agradeció especialmente a los profesores por asistir y consideró que ello habla de que “aman la profesión”. En suma, valoró el rol de los directores, ya que muchos de ellos pasaron el domingo en los centros educativos para preparar la bienvenida de los estudiantes, acción que definió como parte “de los valores que hay que destacar”.
En el caso de Silva, opinó que el paro “es una medida que golpea a la educación pública” y que “hace mucho daño, sobre todo cuando estamos comenzando” las clases. Al igual que Cherro, valoró que en el interior se llegó a concurrencias en el entorno del 100% y que en muchos departamentos superaron el 90%. Para Silva, ello “habla de mucho compromiso y de mucha dedicación, que no quiere decir que quienes adhieran al paro no la tengan, sino que hay muchos docentes que, sin perjuicio de tener su posición, entendieron que había que estar en el primer día de clases en la educación pública, donde vienen tantos niños que estaban ansiosos esperando este momento, y eso nos congratula”.
Los días previos, las autoridades afirmaron que pese al paro los liceos estarían abiertos y convocaron a las familias a que envíen a los estudiantes. No obstante, algunos centros anunciaron que si bien sus puertas estarían abiertas, ante el paro de funcionarios de servicio y que no se contaría con todo el personal, no se podía garantizar el cumplimiento del protocolo sanitario de prevención. Por ejemplo, el liceo 30 del Buceo advirtió de esa situación a través de su página de Facebook. Consultado al respecto, el presidente del Codicen dijo no tener información de situaciones de este tipo. “De tener noticia de que en algún centro educativo no se cumple el protocolo sanitario tenemos que actuar. Siempre se lo dije, incluso a los sindicatos, acá no pongan que los buenos son ustedes y los malos somos nosotros, porque si pasa algo vinculado a lo sanitario el primer responsable es la autoridad educativa, por lo tanto, nosotros velamos por el cumplimiento de los protocolos sanitarios en todo momento”.
Otro modelo
La recorrida de las autoridades también pasó por el Centro Educativo Asociado (CEA) de Puntas de Manga. Se trata del primer CEA, inaugurado en 2017 en el mismo predio que la Escuela 230, con el objetivo de favorecer la continuidad educativa de quienes egresan de sexto de Primaria. Por disposición de las actuales autoridades de la educación, el CEA fue nombrado como centro María Espínola, por lo que se extenderá el tiempo pedagógico y se lo dotará de un coordinador de actividades y participación, un coordinador de enseñanza y un profesor de Tecnologías e Innovación. Además, según dijo a la diaria el director del centro, Oscar Guridi, al almuerzo que ya recibían los niños ahora también se sumará el desayuno y la merienda. En particular, Guridi destacó el fuerte vínculo que existe con la comunidad y que, pese a la pandemia, el año pasado el CEA logró 90,5% de promoción en sus estudiantes, cifra que en 2019 había sido de 93,8%.