Joaquín está cansado, harto de prender la computadora, de alistarse y sentarse enfrente a la cámara web, dos veces a la semana, para estar en clase. Desde hace un mes y medio, esa es su rutina. Los días restantes de la semana los pasa haciendo deberes o aburrido. Tan aburrido que a veces no sabe qué hacer. Los tiempos en pandemia pareciera que corren rápido. Sin embargo, es todo lo contrario. Es por eso que para amenizar los días, el colectivo El Abrojo hace un año presentó el proyecto Espacio Lúdico para niños y niñas y, en especial, para padres y madres. De cara a un nuevo Día del Niño, la organización renovará algunas de esas actividades para repensar las infancias.
Ernesto Izquierdo, educador e integrante del colectivo, señaló a la diaria que el proyecto surgió para “promover el vínculo y el encuentro” entre los niños y sus familias. “La excusa son estos juegos de mesa, el diferencial que le queremos dar tiene que ver con lo vincular, con el encuentro, el promover que las familias tengan esa oportunidad”, dijo Izquierdo. Agregó que, por otro lado, es una especie de posibilidad que se dio, dado que hay un retorno a los juegos familiares a nivel global por el confinamiento voluntario u obligatorio que algunos países decretaron. No obstante, estos no son nada baratos. “Lo que estamos tratando de generar es una propuesta que esté buena, desde el punto de vista gráfico, que no baje en calidad y en material, pero, a su vez, que sea más accesible”.
Por eso, para agosto, El Abrojo buscará desarrollar juegos físicos. “Si te quedás en la conga es una macana. Está buenísima la conga, la juego con mi hija, pero en realidad está bueno tener otra posibilidad, otra riqueza de propuesta, sobre todo que promueva el encuentro, es la excusa para promover los vínculos”, observó Izquierdo.
“Estas temáticas ya las veníamos trabajando porque estábamos bastante preocupados, y ahora con el tema de la pandemia mucho más”, agregó. Asimismo, el proyecto también “busca incentivar la construcción de juegos y juguetes con materiales reciclados de uso doméstico”.
Espacio Lúdico, que está financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, consta de tres ejes de acción: un ciclo de tertulias para pensar las infancias en pandemia (que se pueden ver por Youtube), en que participaron no sólo educadores, sino personas provenientes de distintas ramas artísticas; un librillo de actividades lúdicas para niños de entre cuatro y 12 años; y, por último, un set de 13 de juegos de mesa. Estas dos últimas líneas se pueden descargar en su página web e imprimir, para así disfrutar en familia. El proyecto tuvo un arte y una gráfica “particular y especial”, ideada por la artista Belén Farías, alias Manochueca, y se encuentra también en plataformas del Plan Ceibal.
A largo y corto plazo
La educación a distancia traerá problemas en los gurises a largo y corto plazo. Por ejemplo, uno de los coordinadores del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Henry Cohen, dijo el mes pasado en el Parlamento que los niños pueden tener “aumento de miopía” durante la cuarentena, “por el uso prolongado de la pantalla de la computadora”. Diversos estudios de otros países consideran que el estar horas y horas frente a una computadora hace que sea más difícil para el niño dormir, aumenta el riesgo de que desarrolle problemas de atención, ansiedad y depresión y, además, de que aumente de peso. “La pandemia ha sido promotor del sedentarismo”, expresó Izquierdo, y agregó que en Espacio Lúdico “hay juegos vinculados a lo rítmico y a lo musical” para experimentar “con el cuerpo a distintas propuestas”.
El educador consideró que a veces existe el riesgo del “exceso de consumo de una propuesta como puede ser el uso de la tecnología”. “La gurisada está sobrecargada con eso, a nosotros nos pasa como adultos. Como organización, nos parece que esta es una oportunidad de generar nuevas posibilidades, nuevos encuentros, no sólo a través de juegos de mesa”, añadió.
En diálogo con la diaria, Gabriel González, neuropediatra e integrante del GACH, dijo que el encierro en los niños trae trastorno del sueño: “La afectación en el sueño es muy clara en la pandemia”. En tanto, para los adolescentes la afectación es más “internalizante”. “Hay momentos de angustia, temor, depresión”, dijo, además de que existe “el riesgo al abuso sexual y el de explotación laboral”. Observó que “volver a las rutinas del sueño, del despertarse a tal hora, del trabajo, del estudio, no es sencillo”.
El librillo va desde lo expresivo a lo artístico para motivar a los niños y niñas a vincularse con sus padres. “Como padre me ha implicado un desafío importante decir que debemos tener el permiso de aburrirnos. Es la oportunidad de encontrarnos como familia en un espacio y tiempo compartidos donde a veces se hace difícil”, expresó Izquierdo. Y los casos claros ocurren cuando los padres teletrabajan y los niños estudian a distancia a la vez. Este proyecto pone el énfasis en la familia. Es decir, si bien el público objetivo son los niños y niñas, la intención es que “sea una herramienta como lo puede ser también, por ejemplo, la cocina”, consideró el educador.
Consultado sobre el futuro de los niños criados en pandemia, el especialista sostuvo que el impacto “lo vamos ir a evaluando a lo largo del tiempo”. El primer año fue “más inesperado”, opinó. “Soy un poco crítico. Creo que este año, la manera en que se organizó [la vuelta de presencialidad en] la escuela no estuvo todo tan preparado como debería”, dijo, y agregó que “las infancias sufren esta situación”. Manifestó que “a nivel vincular, van a ser las más afectadas. Extrañan al compañero, a la compañera. El año pasado prácticamente no se vieron hasta noviembre. Nos pasa a nosotros como adultos, imaginate a la gurisada. Es una etapa muy sensible. Hay incomodidad de no poder estar con otros y otras”.
Joaquín se siente justamente así. Extraña a sus compañeros y a su maestra. “A veces cansa hacer las tareas por computadora, se me cansan los ojos y pienso que tengo que descansar un poco”, concluye el niño de 4° año de escuela e insiste con que quiere volver a la presencialidad.