Visto que la situación epidemiológica mejoró en algunos departamentos, la Universidad de la República (Udelar) estableció un cronograma para las próximas semanas, discriminado por territorios. Al momento, según lo que estableció el rector Rodrigo Arim tras analizar la situación epidemiológica de cada departamento, quienes podrán volver a las clases presenciales son los universitarios de Rivera, puesto que ese departamento se encuentra “consolidado” en un nivel de alerta amarillo y las proyecciones indican que se “mantendrá así durante la próxima semana”.
Es por eso que la sede universitaria que está ubicada allí puede, en función de sus propios criterios de planificación, “implementar actividad presencial”, siempre y cuando se cumplan las orientaciones que dictó la casa de estudios.
Ellas son la ventilación de los espacios cerrados, el uso de tapabocas y el mantenimiento de una distancia interpersonal de un metro en las clases. A su vez, se instalará una modalidad de trabajo “preponderantemente presencial” en la que sólo podrán trabajar en forma virtual quienes presenten certificación que lo justifique.
El comunicado firmado por el rector detalla que los lugares físicos en los que “no sea posible” mantener el criterio de distanciamiento o donde la ventilación no sea adecuada podrán ser “utilizados por una persona a la vez”.
En estos casos, especifican, se deberán diseñar esquemas de dedicación horaria que maximicen la cantidad de docentes y funcionarios que puedan desarrollar diariamente sus actividades en formato presencial y turnos semanales que aseguren el funcionamiento de los espacios laborales entre las 9.00 y las 18.00, “con las excepciones que determinen las autoridades de los servicios”.
Indican que las evaluaciones presenciales se “desarrollarán manteniendo un distanciamiento de un metro entre estudiantes, con estricto uso de tapabocas y ventilación adecuada”, y agregan que las clases presenciales se dictarán con la “garantía de un metro de distanciamiento entre estudiantes, con estricto uso de tapabocas y ventilación, por un tiempo no mayor a los noventa minutos”.
“Cuando la naturaleza de las actividades desarrolladas en el marco de la clase, como prácticas de laboratorio, prácticas clínicas, entre otras actividades, requiriera una dedicación horaria mayor, se “podrá ampliar su horario siempre y cuando transcurridos los noventa minutos se proceda a dejar libre el salón para el mayor recambio de aire durante diez minutos, luego de los cuales se podrá continuar”. Los espacios comunes al aire libre podrán ser utilizados por períodos de no más de 120 minutos, aseguran.
En naranja
Por otro lado, los departamentos de Montevideo y Tacuarembó se encuentran en un nivel de alerta naranja y las “proyecciones indican que se mantendrán así durante la próxima semana”. En consecuencia, las sedes que estén en ellos podrán implementar, en función de sus propios criterios de planificación, actividades presenciales usando los mismos criterios que en Rivera, con el único cambio de que la distancia interpersonal será de dos metros.
Asimismo, en el comunicado se pide instalar una modalidad de trabajo que “combine el trabajo a distancia con la presencialidad y que asegure el funcionamiento en horarios habituales”. “Se deberán diseñar esquemas de trabajo que prioricen el funcionamiento en burbujas laborales que minimicen contagios en la Universidad y que permitan la continuidad de su funcionamiento en caso de emerger casos de covid-19”.
Además, el dictado de cursos se desarrollará principalmente en plataformas digitales. “Sin perjuicio de ello, los servicios podrán autorizar espacios para actividades presenciales —talleres, seminarios, prácticas— que apunten a la calidad de la actividad universitaria y que por su contenido o por sus requerimientos no se puedan brindar en formato virtual”.
“Estas actividades deberán desarrollarse en espacios bien ventilados, manteniendo una distancia interpersonal de dos metros, con uso obligatorio de tapabocas, durante un tiempo no mayor a los noventa minutos y con un aforo máximo de veinte personas por espacio físico. Las clases bajo modalidad expositiva deben mantener una contraparte en plataformas digitales”, añade.
En rojo
Por último, para los departamentos más afectados hasta el momento por la pandemia la misiva alude que si bien las proyecciones indican que en el transcurso de la semana estos alcanzarán y se mantendrán en un nivel de alerta naranja, por precaución, “la actividad presencial en las sedes allí ubicadas deberá organizarse bajo los criterios correspondientes al nivel rojo”.
Por lo tanto, la Udelar estableció que el desarrollo de “todas las actividades laborales plausibles de sostenerse bajo modalidad no presencial” deberán mantenerse en ese formato, para lo que cada servicio definirá los espacios de presencialidad “mínimamente imprescindibles, cuidando los acervos académicos y físicos de la institución y evitando discontinuidades en aquellas actividades de investigación que impliquen altos costos universitarios”.