Unos 178.000 estudiantes de educación media volvieron este lunes a clases presenciales en todo el país después de casi cuatro meses, cuando el 23 de marzo se suspendieron los cursos en todos los niveles educativos. Según lo pautado por el Poder Ejecutivo y las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), comenzaron esta semana los primeros, cuartos y sextos años de liceo o UTU, y el próximo lunes lo harán los grupos de segundo, tercero y quinto año. La intención es fortalecer a los primeros años de cada ciclo (de educación media básica y media básica superior), y el último año de educación media superior.

Las autoridades hicieron una recorrida por liceos y escuelas de UTU del norte del país, donde, según la directora general de Secundaria, Jenifer Cherro, se vio a “los muchachos con ganas de volver”; en secundaria estaban habilitados para volver unos 107.000 estudiantes, informó en radio Oriental.

De todas formas, Cherro reconoció que no todos volverían hoy, ya que en la gran mayoría de los centros los estudiantes regresan a las aulas en subgrupos; en algunos se divide el tiempo por semanas (un subgrupo va toda una semana y a la siguiente va el otro), y en otros, por horario. Este es uno de los temas que preocupan a Familias Organizadas del Liceo Público, una organización que reúne a familiares de estudiantes de educación media en general.

“La vuelta a clases es un alivio en el aspecto emocional de los chiquilines, pero si seguimos con el plan de los subgrupos, los docentes dan la clase a un subgrupo, a la semana siguiente al otro, es decir que el programa curricular se reduce a la mitad”, enfatizó Victoria Barreiro, vocera de la organización. En diálogo con la diaria, puntualizó que esto “no es una cosa que no tiene solución, sino que es algo en lo que no se trabajó: en aprontar los institutos, no hubo visitas de técnicos para evaluar los espacios, no hubo reflexión con los liceos para que pudieran evaluar las condiciones de regreso, entonces los directores toman el protocolo de febrero, cuando estamos en una situación muy distinta, por ejemplo, en la inmunidad”, mencionó.

Al igual que en primaria, las familias reclaman que la aplicación de los protocolos “queda librada a las direcciones, y si la dirección no tiene la posibilidad de evaluar la situación se queda con lo que tiene, que es el protocolo de febrero”. Señaló que en algunos casos, por la división en subgrupos, los estudiantes van al liceo por 90 minutos de clase.

En una entrevista con El Espectador, el presidente de la ANEP, Robert Silva, enfatizó que este es un regreso “seguro”. Dijo que “salvo alguna excepción, no tenemos focos en establecimientos educativos”, y mencionó que hubo una reducción de más de 50% de los contagios en los centros educativos de educación inicial y primaria que hasta ahora estaban abiertos, tanto en niños como en docentes y funcionarios, por lo que consideró que “no son factores de propagación de los contagios”.

En relación a la vacunación entre los adolescentes, Silva mencionó que 60% de los adolescentes de entre 12 y 17 años ya recibieron la primera dosis de la vacuna Pfizer, la única habilitada para este tramo etario.

Para Barreiro, en los centros educativos se debería “equiparar los protocolos de la vida social a los chiquilines del liceo”, y puso como ejemplo que en las clases de 45 minutos se impone un metro y medio de distanciamiento cuando “los ómnibus van llenos en trayectos de una hora”.

Desvinculados

Silva advirtió que en educación media entre 10% y 15% de los estudiantes tuvieron una “vinculación disminuida o inexistente” con su centro educativo durante el período de suspensión de la presencialidad, y mencionó que “tenemos que aprovechar nuestros recursos humanos, los adscriptos, los orientadores pedagógicos, las horas de tutorías y la cantidad de dispositivos que existen para ir tras nuestros estudiantes”.

Según Cherro, las conexiones durante el período de clases virtuales fueron muy variadas según el liceo, y ahora se tendrá que hacer diagnósticos en cada centro educativo respecto de la continuidad de los estudiantes. “Vamos a tener que redoblar esfuerzos para recuperar el tiempo que perdimos de presencialidad”, aseguró, y mencionó que se comenzará por los estudiantes que tengan dos materias previas de años anteriores, a quienes se les ofrecerán tutorías virtuales a partir del 19 de julio.

Barreiro aseguró que la virtualidad “no tuvo llegada a todos”, y advirtió que la primera medida de apoyo sería “trabajar para que recuperen la currícula entera, además de apoyarlos en lo que perdieron”.