Con un ataúd y manifestantes vestidos de negro, los distintos colectivos docentes y estudiantiles del Consejo de Formación en Educación (CFE) se manifestaron este jueves en el Palacio Legislativo. Con una tela negra rodearon el Parlamento para hacer oír su rechazo a la transformación curricular que a partir de 2023 se implementará en la formación de los futuros educadores.

La performance se debe a que las salas docentes autoconvocadas, miembros de la Asamblea Técnico Docente, la consejería docente y estudiantil, distintos colectivos y gremios estudiantiles y el Sindicato de Docentes de Formación en Educación (Sidfe) declararon una “semana de luto”. Precisamente, esta semana el CFE aprobó los planes y documentos programáticos de los cursos para el primer año de las distintas carreras, donde comenzarán a aplicarse los cambios el año que viene.

Si bien esos documentos fueron aprobados por el consejo, no pudieron ser abordados por el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), ya que había varios vacíos y faltantes, explicó a la diaria la consejera docente en el CFE, Rosana Cortazzo, quien ya había advertido de ello. Según la información que maneja, el Codicen abordaría los planes y programas de Formación en Educación, el próximo lunes, en una sesión extraordinaria, cuando lleguen los documentos que faltan.

Además de los cambios curriculares que se aplicarán en los primeros años de las carreras el año que viene, en los últimos días trascendieron varios cambios que el CFE aplicará en la modalidad de los segundos, terceros y cuartos años de los planes actualmente vigentes. El Sidfe denunció que está previsto un recorte de 11.562 horas docentes para el año próximo, que implica 166 grupos menos en todo el país, a los que se suman 34 grupos “sujetos a inscripción”.

Esta semana, en una conferencia de prensa que dieron en conjunto los consejeros electos del CFE y del Codicen, Cortazzo planteó que los números que maneja el sindicato son correctos. Según explicó, la proyección de cursos para el año que viene es muy similar a la de 2021, cuando los cursos se desarrollaban mayormente de manera virtual. Al respecto, agregó que en ese contexto de virtualidad la cantidad de estudiantes que podían participar en los cursos era mayor, ya que en los cursos presenciales no siempre se cuenta con capacidades locativas adecuadas.

En un contexto en el que el CFE viene aumentando su matrícula, Cortazzo explicó que con la vuelta a la presencialidad se fueron agregando nuevos grupos en algunos centros y que este año la formación de educadores implicó un déficit de 158 millones de pesos para el consejo, que fue abatido con recursos del Codicen. En suma, señaló que, de cara a este año, los consejeros designados políticamente en el organismo definieron que en algunos centros se optara entre cursos semipresenciales o presenciales, por lo que no contarán con ambas propuestas. Al respecto, indicó que principalmente en algunas especialidades de profesorado en el interior se ha pasado a ofertas semipresenciales, lo que está generando distintos reclamos en esos centros.