El cierre de los Centros Educativos Comunitarios (CEC) fue motivo de reclamo en 2021, cuando la Dirección General de Educación Técnico Profesional-UTU suprimió más de 600 horas docentes en Maldonado, según señaló el delegado regional de la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo de Uruguay (Afutu), Luis Otero. Frente a una nueva instancia de elección de horas docentes, el gremio denunció que se perdieron 352 horas de las 651 que se dictaron en 2021, lo que representa una reducción de 54%. Además, agregó que hubo un recorte en la cantidad de cargos de adscriptos.

Las asignaturas más afectadas por la disminución de horas que se imparten en el CEC son Filosofía, Informática y Robótica, señaló Otero. En estos centros también se dictan cursos de Matemática, Deporte y Lengua.

Según Otero, el recorte de horas docentes en los CEC, ubicados en los barrios Lomas de San Martín y Maldonado Nuevo, son resultado de la sustitución del plan de Formación Profesional Básica (FPB) 2007 por el aprobado en 2021, que es una “incógnita”, dado que se elaboró a “espaldas” del cuerpo docente.

“Cuando un plan entra al Codicen, normalmente su aprobación demora entre cinco y seis meses. Esto lo aprobaron en 48 horas, con la única oposición del consejero electo por los trabajadores, Juan Pérez”, consideró Otero, y agregó que la resistencia se fundamenta en “lo inconsulto y en la falta de trabajo y conocimiento” sobre el plan de 2007. En ese sentido, criticó la eliminación de los consejos de Educación introducida por la ley de urgente consideración (LUC).

El dirigente gremial también indicó que se duplicó la cantidad de grupos sujetos a inscripción en el departamento. A nivel nacional Afutu afirmó, el 25 de enero, que 3.000 estudiantes quedarán fuera del sistema educativo por esta razón. En el caso de Maldonado, desde Afutu observaron que se duplicó la cantidad de grupos de estudiantes pendientes de aprobación con respecto a 2021: pasaron de 7% a 15%, lo que representa 1.300 horas de clase y casi 40 grupos (35 de educación básica y media superior y cinco de capacitaciones básicas).

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En respuesta al reclamo de los gremios docentes, el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, dijo que la oferta educativa terminará de definirse en febrero, de acuerdo al nivel de inscripción. “Parece tan obvio que si no hay alumnos, no hay grupo. No tendríamos ni que discutirlo. Se abrían grupos que no eran necesarios, grupos fantasmas”, expresó el jerarca, a fines de noviembre, en entrevista con el informativo de radio Sarandí.

Sobre los dichos de Silva, Otero planteó que es necesario evaluar dónde se dictan los cursos. Como ejemplo, señaló que en la Capuera o en Pan de Azúcar es normal que se anoten 15 estudiantes para cursar Administración. Lo mismo en el bachillerato tecnológico en Energías Renovables, que se dictan únicamente en el Polo Educativo Tecnológico Arrayanes y en Durazno. “Es la eterna discusión de si es un gasto o es inversión. Para el Estado es un gasto. Sinceramente, nunca vi cursos fantasmas en los 20 y pico de años que tengo en la institución”.

La incertidumbre sobre la aprobación de los cursos afecta “a estudiantes de Maldonado y también de departamentos vecinos, principalmente de Lavalleja y Canelones -que comúnmente llegan a Maldonado- y algunos de Rocha, que no tienen asegurado dónde van a poder estudiar”, dijo Otero.

“La Asamblea Técnico Docente de UTU es un órgano consultivo en materia técnico pedagógica de la Dirección General. Esa asamblea dijo que había muchas cosas para corregir, que no tenía los programas prontos, es decir, va a arrancar sin programa. Se pierden horas de coordinación y de integración, que era la fortaleza del plan FPB 2007”, opinó.

Otero manifestó que Afutu Maldonado repudia el desalojo por parte de la Policía de los integrantes del gremio, que ocuparon el edificio del Instituto Técnico Superior este lunes. “La dirección general mandó llamar a la Policía como si los que estuviésemos en las aulas fuéramos delincuentes, armados como cuando entran a un estadio de barras bravas, cuando el arma más peligrosa que tiene el docente es un marcador de pizarra. Soy de los que opinan -y lo digo sin pelos en la lengua- que el sindicato policial no debería estar en el PIT-CNT”. En ese sentido, manifestó que Afutu Maldonado no descarta tomar medidas.