El futuro ministro de la Secretaría General de la Presidencia de Chile, Giorgio Jackson, está en Uruguay y este lunes se reunió con el rector de la Universidad de la República (Udelar), Rodrigo Arim. Según explicó el rector después de la reunión, ambos conversaron sobre la capacidad de las universidades de colaborar con “procesos de transformación a nivel de las políticas públicas” y también “de la generación de conocimiento y su apropiación por las sociedades, en particular las de América Latina y del Caribe”.

El rector señaló en declaraciones a la prensa que estuvieron de acuerdo al “entender el problema de la generación de conocimiento como una palanca para el bienestar social, pero también como una fuerte asimetría de poder”. Añadió que las universidades públicas y las políticas que se diseñan desde el Estado deben partir desde ese diagnóstico para pensar en las acciones que deben ser desarrolladas. Para el rector, dichas acciones deben pensarse “en acuerdo regional para fomentar que el conocimiento esté al servicio de nuestras sociedades”.

Arim informó que en la reunión se planteó la posibilidad de generar un marco de colaboración en articulación con las universidades chilenas y que desde la Udelar están “a disposición de lo que la sociedad chilena y en particular el Poder Ejecutivo consideren pertinente”. Consultado sobre las expectativas de la Udelar con las nuevas autoridades de Chile, Arim dijo que espera “un proceso de transformación que puede abrir la puerta a nuevas políticas vinculadas al quehacer universitario y a la generación y apropiación del conocimiento”.

“Son temas vinculados con la agenda contemporánea que están fuertemente anclados en preocupaciones centrales como las patentes, que tanto estamos discutiendo y casi sufriendo en el marco de la covid-19, o lo que puede ser la generación de derechos de propiedad intelectual que generen dificultades y bloqueos para el acceso al conocimiento de toda la sociedad y fundamentalmente de sus sectores más vulnerables”, agregó.

Nuevos lineamientos

Por su parte, Jackson planteó que el gobierno electo tiene “el desafío de plantear una serie de reformas estructurales”, por ejemplo, en el ámbito impositivo, en el de la salud y en las políticas de cuidados. Según explicó, ese tipo de procesos muchas veces implican la relación con la academia, “siempre respetando la autonomía de las universidades”, lo que definió como “algo fundamental”, ya que proviene de la militancia en el movimiento estudiantil.

Independientemente de la autonomía, Jackson planteó la intención de generar un ámbito de colaboración entre instituciones públicas, que “pueden ponerse propósitos comunes y trabajar” en conjunto. Por lo tanto, consideró que la experiencia de la Udelar en la colaboración con distintos gobiernos es algo que el gobierno electo quiere “intentar imitar”.

Consultado sobre los principales lineamientos de políticas de educación universitaria que el gobierno impulsará, el futuro ministro señaló que Chile tiene “una deuda” en esa área. Amplió este concepto al afirmar que esa deuda es asumida por las familias que deciden entrar al sistema universitario, frecuentemente por medio de la llamada “deuda por el Crédito con Aval del Estado”. “Nos hemos propuesto entregar una solución que permita condonar aquella deuda que arrastran hoy día muchas familias, incluso algunas cuyas universidades ya no existen porque eran universidades de mercado”. Jackson señaló que también se da el caso de familias que se endeudaron para ingresar a carreras que ya no existen “porque estaban copadísimas en términos del mercado laboral”.

Además, marcó la importancia de “fortalecer el apoyo basal a las instituciones” universitarias. Al respecto, explicó que Chile tiene un sistema que “está muy estructurado en la lógica de los vouchers”, es decir, por “la lógica de sostener el financiamiento en función de la demanda que puede captar la universidad en el proceso de admisión”. Jackson planteó que eso genera “muy poca capacidad de planificación en el mediano plazo” en las instituciones educativas, que quedan “muy capturadas por la contingencia del año a año” y preocupadas por ver “qué ofrecer al mercado de estudiantes”.

Según dijo, pretenden trabajar “de manera mancomunada con las universidades para poder mostrar avances concretos” en esas áreas, lo que “no va a ser fácil en un período de gobierno”. De todas formas, Jackson se mostró optimista para lograr “avances concretos en la expansión de la gratuidad” para lograr “que sea universal”. En esa línea, adelantó que el gobierno propondrá comenzar por carreras más técnicas, que son ofertas más cortas y con “una matrícula más acotada”. En esas ofertas educativas el gobierno espera dar un primer paso en el que se pueda “expresar cómo es el modelo de financiamiento que nosotros queremos expandir después hacia las universidades”, detalló Jackson.