El Sindicato de Docentes en Formación Docente (Sidfe) denunció que en el comienzo del año lectivo se registraron “irregularidades, arbitrariedades e irresponsabilidades”. Mediante un comunicado, apuntaron que hay una “superpoblación” de grupos, incluso algunos con más de 100 estudiantes. El sindicato vinculó estos problemas con el “recorte presupuestal”, que la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) estimó en 80 millones de dólares.

El Sidfe indicó que estos problemas repercutirán tanto en “una labor docente exigida e inadecuada” y en “mayor deserción estudiantil”, lo que se vincula con la falta de espacios edilicios “para tal número de estudiantes”.

En ese marco, sostuvo que los acuerdos alcanzados entre el sindicato y el Consejo de Formación en Educación (CFE) en instancias bipartitas y tripartitas “obligan a la división de los grupos que excedan 50 alumnos en lista, subdivisión que se viene retrasando en forma expresa”. Para el gremio, “no es aceptable” el “argumento” del CFE que dice estar esperando que se “produzca el abandono” de las aulas por parte de los estudiantes para su subdivisión como en años anteriores.

Por otra parte, cuestionaron que sujetos a la inscripción en diciembre se había previsto la creación de unos 650 grupos en la modalidad semipresencial, de los cuales solo se habilitaron 315, por lo que los restantes están “en suspenso”. “El CFE no ha respetado el acuerdo establecido en instancia bipartita de que aquellos grupos que implican una nueva oferta educativa en los centros, se abrieran con diez alumnos inscriptos”, alegaron, y añadieron que el subsistema “no explicita” ningún argumento para una apertura aleatoria de grupos del semipresencial, sobre todo de los de primer año.

“Son 228 grupos menos que afectan a estudiantes que no pueden asistir, por distancia u horarios, a los centros de enseñanza y que ahora se encuentran que si quieren cursar determinada materia -y carrera- serán adjudicados a un centro distante, que no fue el que eligieron como referente. Son centenares de horas docentes que el sistema se ahorra en detrimento de sectores vulnerables”, indicaron.

El atraso

El Sidfe indicó que la “incertidumbre” también hizo “mella” en decenas de formadores de educadores, que “recién” pudieron tomar sus horas sobre finales de febrero a causa del “retraso en la evaluación de un conjunto de llamados que estuvieron plagados de irregularidades”. “Reclamamos, en su momento, que el proceso de elaboración de los llamados debía ser con la participación del sindicato en el marco de la Ley de Negociación Colectiva y se nos negó”, pese a que le “llamaron la atención” al CFE en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en la instancia tripartita. “Igualmente, con responsabilidad ante los trabajadores acercamos un conjunto de sugerencias para realizar modificaciones buscando evitar que se produjeran inequidades, y tampoco se nos tomó en cuenta”, fustigaron.

Por último, aludieron que pese a que la ley de urgente consideración no eliminó el órgano colegiado del CFE, su presidente, Victor Pizzichillo, “actúa en forma arbitraria y autoritaria al revocar por sí y ante sí, la licencia por año sabático que a un conjunto de docentes”, según lo resuelto por el propio consejo por mayoría. Según agregan, “esta forma de proceder se ve en otros aspectos de su gestión”, lo que pone “en alerta” al sindicato “frente a la reestructura de cargos docentes y la reformulación programática que se pretende llevar a cabo”. El Sidfe entiende que este tipo de accionar demuestran que el objetivo de las autoridades designadas por el gobierno es “debilitar” la formación docente “para permitir un proceso de privatización y fragmentación”.