Con respecto a lo ocurrido el 18 de mayo en la Asamblea Técnico Docente (ATD) Nacional de Educación Inicial y Primaria deseo realizar algunas aclaraciones. La semana anterior fui contactada por un miembro de la Mesa Permanente, que organiza la Asamblea Nacional, para asistir el primer día de la Asamblea Extraordinaria en mi carácter de exintegrante de ese organismo. Dicho ámbito fue convocado por el Consejo Directivo Central (Codicen) con el objetivo de someter a consideración el documento del Marco Curricular Nacional (MCN).

La invitación era para integrar un panel que presentaría diferentes posiciones sobre el documento sometido a consideración. Conmigo estaban presentes Adriana Aristimuño, directora ejecutiva de Políticas Educativas del Codicen; Ivonne Constantino, directora de Planeamiento de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP); Selva Pérez, inspectora técnica de la DGEIP; y Daysi Iglesias y Julián Mazzoni, consejeros electos por los docentes en el Codicen. Como es habitual al integrar un panel, con Iglesias y Mazzoni entendimos que debíamos hacer una presentación inicial y luego habría preguntas de la Asamblea. Las demás participantes manifestaron haber interpretado que se pasaría directamente a las preguntas de los asambleístas, por lo que no tenían previsto realizar exposiciones. Finalmente, se acordó que quienes habíamos preparado presentaciones las hiciéramos. Así intervinimos Mazzoni, Iglesias y yo, en este orden. Cuando estaba terminando mi presentación, la inspectora Ivonne Constantino tomó el micrófono y manifestó su molestia, presuntamente por la extensión de las ponencias. La filmación de la actividad muestra que entre los tres panelistas habíamos hablado apenas 40 minutos. Con esa explicación, Constantino y Aristimuño se levantaron y se fueron, visiblemente molestas, mientras un miembro de la Mesa les solicitaba que se quedaran, ya que se iba a iniciar la ronda de preguntas.

Ante esta reacción inesperada, la Asamblea manifestó su molestia por lo que consideró una falta de respeto de las autoridades y, simultáneamente, a través del aplauso mostró su aprobación a la ponencia que estaban escuchando y que fue interrumpida por el retiro de las autoridades. Ese último minuto fue el que se viralizó.

Para todos los que estábamos allí fue muy evidente que la molestia no radicó en el tiempo dedicado a las exposiciones sino a que las tres ponencias fueron críticas con el documento. En lo que a mí respecta, considero que la actitud fue insólita, pues son las propias autoridades las que convocan a la ATD Extraordinaria con este tema y era el ámbito para defender su propuesta. Además de irrespetuosa del colectivo que representa a 20.000 maestros de todo el país, fue una actitud profundamente antidemocrática. Es evidente que las autoridades no están dispuestas ni acostumbradas a un diálogo en el que se produzca un intercambio serio, profundo y respetuoso de ideas. El texto completo de mi exposición no contiene ni un solo agravio personal.

El análisis crítico del discurso que estructura el Marco Curricular Nacional deja al descubierto la intención de encubrir las verdaderas finalidades de lo que denominan la “transformación integral de la educación” y que, en definitiva, sacadas a luz las pinceladas seductoras, no es más que subordinar la educación a los requerimientos de las empresas.

Reconozco que mis críticas al documento son fuertes y contundentes, pero todo surge del análisis de los textos oficiales, el del MCN y el Plan de Desarrollo Educativo 2022-2024 de la ANEP, incluido en la Ley de Presupuesto. El análisis crítico del discurso que estructura el MCN deja al descubierto la intención de encubrir las verdaderas finalidades de lo que denominan la “transformación integral de la educación” y que, en definitiva, sacadas a la luz las pinceladas seductoras, no es más que subordinar la educación a los requerimientos de las empresas. Formar “capital humano”, “estrechando vínculos con el sector productivo” y convirtiendo a niños, niñas y jóvenes en mercancía. Así, serán los empresarios quienes definan qué es “pertinente” de ser enseñado en nuestra educación de acuerdo a sus necesidades, y las autoridades llaman a esto una mejora en la “calidad” de la educación.

Pretenden convencernos de que las empresas quieren formar sujetos críticos; sin embargo, si indagamos en los proyectos de UPM para la educación, como la Diplomatura en Psicología Positiva, podremos encontrar actividades pretendidamente “educativas” como “la semana de la gratitud”. Un video de la Fundación Jóvenes Fuertes y la Fundación UPM muestra a niños y jóvenes de escuelas y liceos públicos y privados de nuestro país saltando mientras cantan una canción que repite “tenemos tanto para agradecer” 20 veces en 2.32 minutos, en el que una placa fija afirma: “Agradécelo todo, la gratitud es el solvente de la queja, el toque mágico que atrae la abundancia”. Más que personas con pensamiento crítico, esta empresa parece querer formar esclavos felices que saltan agradecidos. Las autoridades se levantaron en el momento exacto en que anuncié que pondría este ejemplo para ilustrar lo que requieren las empresas.

También quieren convencernos de que los “aprendizajes insuficientes” de los niños pobres, llamados ahora eufemísticamente “vulnerables”, “impiden la construcción de una sociedad justa”, cuando en realidad es exactamente a la inversa. La sociedad injusta que vulnera sistemáticamente los derechos humanos de esos niños impide que tengan mejores aprendizajes y que se desarrollen de acuerdo a sus capacidades, a pesar de los enormes esfuerzos de la mayoría de los maestros.

Desde hace 30 años leo respetuosa pero críticamente el discurso de los organismos internacionales como Cepal, Unesco, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la OCDE, y en paralelo documentos de política educativa nacional. Es demasiado evidente que son estos organismos los que marcan la agenda educativa de los países a nivel mundial y obviamente también en el nuestro. El propio MCN, orientado por competencias (un saber hacer), es una de las “recomendaciones” que plantea la economía a través del Banco Mundial. Las ATD de Educación Inicial y Primaria se han opuesto sistemática y fundadamente a estas tendencias economicistas, aunque las mismas aprendan cada vez más a encubrirse, en parte gracias a nuestras críticas. Esa fue la trabajosa tarea que traté de realizar cara a cara con las autoridades, pero que nos fue negada una vez más a las y los maestros.

Danae Sarthou es maestra.