“Las reivindicaciones son las mismas y pedimos que se respete el pedido de instancia de diálogo, porque la vez pasada ninguna autoridad se comunicó con nosotros”, dijo a la diaria Bruno Volpi, integrante del gremio estudiantil del liceo Miranda (GEM), en el marco de la realización de una nueva ocupación en el centro educativo.

Durante la mañana de este lunes, el gremio ocupó el liceo Miranda y fue desalojado por funcionarios policiales del Ministerio del Interior (MI) en la misma mañana, al igual que sucedió en la ocupación que efectuaron el jueves pasado. En esa ocasión, trabajadores del liceo denunciaron que el operativo policial fue “intimidatorio y desproporcionado” y hoy no fue la excepción. Según contó a la diaria Andrea Malcuori, integrante de un grupo de padres y madres de los estudiantes del centro, el desalojo de este lunes fue “muy violento” por el “despliegue de policías” y el corte de calle.

A pesar de haber transcurrido de “forma pacífica”, Malcuori dijo que les “molestó la forma” y que, si bien el representante del MI que estuvo presente les explicó que se trataba de “un protocolo que se hacía hace tiempo”, desde el grupo de padres y madres manifestaron que “son chicos que están defendiendo sus derechos” y que por tanto el protocolo debería cambiar.

Los derechos a los que refiere Malcuori se centran en la mejora de las condiciones edilicias del centro, la carencia presupuestal y la necesidad de que el liceo cuente con un equipo multidisciplinario y un nuevo adscripto para el turno vespertino, además de solicitar una instancia de diálogo con las autoridades de la Dirección General de Educación Secundaria.

De hecho, el sábado el gremio compartió vía Twitter que los estudiantes estaban “encargándose de mejorar las condiciones de los salones”. Son “cosas que no tienen por qué hacer, porque en realidad es el Estado el que tiene que hacerse cargo de eso”, aseguró Malcuori.

Los reclamos

“Hay chicos que vienen con bolsa de agua caliente del frío que pasan en los salones, porque no hay calefacción y, como es un liceo que es monumento histórico, no se puede tocar, porque tiene que haber un arquitecto”, esgrimió Malcuori. Puntualizó que hacen falta docentes y que los cargos no son cubiertos no “porque no haya docentes” sino “porque no se dan las horas en tiempo y forma”.

En resumen, la integrante del grupo de madres y padres afirmó que “hay muchas carencias de las que nadie se está haciendo cargo”, que “es básicamente un liceo en estado de abandono, ya que no hay un mantenimiento desde hace años”, y que “el Estado no viene y les toman el pelo a los chiquilines”.

Por otro lado, Volpi especificó que los estudiantes están particularmente preocupados por la falta de atención en salud mental y, vinculado con esto, las altas tasas de suicidio adolescente. En este sentido, reclaman contar con un equipo integrado por psicólogos, un trabajador social y un psicopedagogo. Además, señalan que algunos de sus compañeros están “pasando hambre” y piden que se atiendan esas carencias alimenticias.

Además, el GEM entiende que el centro educativo cuenta con “condiciones edilicias deplorables”. En particular, Volpi habló de falta de agua potable, cañerías en mal estado, filtraciones de agua y deficiencias en las aberturas en los salones que hacen que los adolescentes pasen frío. En ese sentido, piden contar con calefacción y que se arreglen todos los problemas del edificio, que es muy antiguo. En materia edilicia, también reclaman contar con accesibilidad para estudiantes y docentes con discapacidad y que se arregle la biblioteca, ya que parte ella está en peligro de derrumbe, según señaló Volpi.

El GEM también denuncia que no cuentan con materiales de estudio adecuados. Por ejemplo, Volpi mencionó que las pizarras de vidrio con que cuenta el centro educativo están rotas y los profesores de todas formas deben trabajar con ellas. El estudiante relató que en los baños muchas veces no hay papel higiénico y que lo compran los profesores con su propio dinero, a lo que se suma que a las estudiantes les hacen falta productos de gestión menstrual.

Además de los reclamos para el liceo, ubicado en la zona del Palacio Legislativo, el GEM también pide más aulas, más liceos, y más y mejores materiales y salarios para la educación pública en general. Por su parte, los estudiantes también rechazan la “censura”, a raíz del retiro de carteles conmemorativos antes del 14 de agosto, Día de los Mártires Estudiantiles.

En ese contexto, el martes de la semana pasada el GEM había hecho un “paro activo” con distintas actividades en el centro educativo, ya que entienden que fueron “censurados” por la inspección de Secundaria y por la dirección del liceo.