Los reclamos, las protestas y las ocupaciones de quienes se forman para ser profesionales de la educación no son nada nuevos. Sin embargo, sí es una novedad que el reclamo haya llegado con fuerza a la gran mayoría de los centros del Consejo de Formación en Educación (CFE): en Montevideo en el Instituto de Profesores Artigas (IPA), los Institutos Normales de magisterio y el Instituto de Formación en Educación Social, y en el interior en las decenas de Centros Regionales de Profesores (CERP) e Institutos de Formación Docente (IFD).

Esta semana, después de varios meses en los que la disconformidad fue creciendo, llegó el pico más alto del conflicto y 14 de los 32 centros del CFE fueron ocupados en distintos momentos. El miércoles, las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) pidieron al Ministerio del Interior que iniciara los procesos de desalojo de los siete locales que estaban ocupados en ese momento. Lejos de desincentivar los reclamos, varios edificios volvieron a ser ocupados y otros nuevos se plegaron a la medida. “Un centro llevó a otro”, resumieron integrantes del Centro de Estudiantes de Magisterio (CEM) a la diaria.

En todos los casos las ocupaciones fueron desalojadas, ya que la ANEP entiende que se vulnera el derecho al trabajo y el estudio de quienes no están de acuerdo con los reclamos. Hasta ahora nunca se llegó a la violencia física, pero los desalojos no siempre fueron en buenos términos. Por ejemplo, estudiantes de Colonia dijeron a la diaria que, si bien el jueves no hubo inconvenientes, ayer una docena de efectivos llegaron sin orden de desalojo y dijeron a los estudiantes que ese papel existía, pero no lo podían mostrar. Los integrantes del centro plantearon que los policías ingresaron al CERP antes de que culminara el desalojo pacífico. Además, los gremios denunciaron que en el IFD de Maldonado efectivos policiales ingresaron al centro durante una ocupación e interrumpieron una asamblea.

Los estudiantes que reclaman sienten que la calidad de su formación ha empeorado o está en riesgo de empeorar ante distintas medidas tomadas por el CFE en los últimos dos años, algunas en el marco de la reforma educativa de la ANEP. Si bien las autoridades del gobierno afirman que están abiertas al diálogo, desde los gremios dicen lo contrario. “Nunca se nos tuvo en cuenta para generar la reforma, teniendo en cuenta que somos quienes convivimos con esto”, resumió una integrante del CEM.

En el marco del conflicto, los estudiantes lograron que el CFE los convoque a una instancia de negociación, a la que llevaron reclamos concretos que fueron acordados entre todos los gremios.

Concentración para negociar

Eran las 16.16 cuando desde la rambla, por Río Negro, un grupo de estudiantes con una bandera flameante que decía “Libertad o muerte” esperaba para cruzar los semáforos con rumbo a la sede del CFE. Minutos después se sintieron bombos y platillos con el cántico que se repetiría en el resto de la jornada: “Este pueblo no cambia de idea, pelea, pelea por la educación popular”.

Media hora antes del inicio de la reunión, la calle Río Negro entre Carlos Gardel y la rambla quedó repleta y cortada por estudiantes de Formación en Educación de Florida, Ciudad de la Costa, Montevideo, Colonia, Paysandú y también de secundaria y otros sindicatos que acompañaban. “Autonomía, no obediencia”, “Obreros y estudiantes unidos y adelante”, “Por un futuro digno, presupuesto para la educación” decían algunos de los muchos carteles y pancartas.

Desde pocos minutos después de las 17.00 hasta pasadas las 20.00, la reunión transcurrió con las afueras a tope y cánticos que reclamaron por presupuesto y la renuncia del presidente del CFE, Víctor Pizzichillo, y del presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva. El apoyo a los delegados también tuvo su réplica en otras partes del país, como en Maldonado, donde los estudiantes del IFD realizaron una sentada en la plaza de la ciudad.

“Uno, dos y tres, cuatro, cinco y mil, que viva la unidad del movimiento estudiantil”, cantaron decenas de estudiantes cuando los representantes salieron del CFE. Entre bengalas de humo de colores, aplausos y gritos, uno de quienes participaron en la reunión manifestó su “orgullo” porque, adentro, sus compañeros “refrendaron lo mismo que estaba pasando afuera” y actuaron “con una unidad inquebrantable”. El principal reclamo de los gremios fue que se postergue la implementación de la reforma curricular de la Formación en Educación hasta 2024 y que el año que viene se intente llegar a acuerdos. Era eso o “continuar con la lucha”, dijo el estudiante, que anunció que, ante la negativa de Pizzichillo, este último será el camino a seguir.

En rueda de prensa, Lucas Arismendi, del Centro de Estudiantes del IPA, señaló que la reunión fue “completamente nefasta” y que las autoridades políticas del CFE se mostraron “intransigentes” ante los argumentos de los estudiantes para que se pospongan los cambios. Hasta ahora, estos se han manejado “de manera arbitraria y autoritaria” y buscando “amedrentar a los estudiantes”, lamentó. Por su parte, Agustina Ferreira, estudiante del CERP de Colonia, planteó que la reunión fue “una pérdida de tiempo”, porque “argumentaron toda la tarde” sin ningún resultado de importancia.

Si bien todos los gremios analizaron los pasos a seguir en asambleas realizadas al término de la reunión, Arismendi adelantó que “las ocupaciones van a seguir”. Luego de que el estudiantado comenzara a desalojar la calle, dos patrulleros aguardaban la salida. Sin embargo, todo transcurrió pacíficamente y algunos estudiantes aguardaron hasta casi las 21.00, cuando otro representante leyó en público un documento en el que el CFE respondió los planteos realizados en la mesa de negociación.

Plataforma y respuestas

Sobre el pedido de eliminación de las figuras de los dinamizadores docentes –creadas por el actual consejo– y que ese presupuesto se destine a becas estudiantiles, el organismo se comprometió a solicitar un incremento presupuestal ante la ANEP para otorgar más apoyos.

Ante lo que entienden como un “desmantelamiento” de la carrera de Educación Social, se reclama, entre otros aspectos, que se revierta el debilitamiento de su estructura académica y participar en un proceso de reformulación de la malla curricular. Además, exigen que se vuelva a contar con un tutor por estudiante para las monografías finales (el CFE subió a un tutor cada 15 trabajos), aspectos que el CFE se comprometió a tratar en su próxima sesión.

Los gremios también pidieron “respeto a la libertad de expresión” y las manifestaciones públicas de estudiantes en los muros más visibles de los centros educativos, ante lo que el consejo volvió a proponer la colocación de “paneles móviles” en el frente de los institutos. Además, los estudiantes también reclamaron más presupuesto para reformas edilicias y la continuidad de cursos semipresenciales para los estudiantes que viven más lejos de los centros educativos, y reiteraron el pedido de renuncia a Pizzichillo. En suma, el CFE se mostró dispuesto a volver a reunirse y se comprometió a solicitar un espacio con el Codicen para que puedan plantear los pedidos que son resorte de ese organismo.