Mientras el director sumariado del IAVA, Leonardo Ruidíaz, agradecía a la comunidad educativa del liceo, se cortó la luz que permitía la amplificación para llegar a las decenas de personas que se concentraron en las escalinatas del centro educativo para “abrazarlo”. Después de intentar otras alternativas de amplificación sin éxito, Ruidíaz debió seguir a capela. Si bien le pidieron que se subiera a los escalones de la entrada para que su voz se proyectara de mejor forma, el docente lo desestimó, ya que no puede pisarlos hasta que termine formalmente su separación del cargo, lo que ocurrirá este jueves.

Si bien toda la comunidad educativa lo esperaba a partir del viernes en el liceo, la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) decretó que cuando se reintegre a trabajar no lo haga en el IAVA, sino en el Departamento de Documentación Estudiantil del organismo.

Ruidíaz consideró “hermoso” ver a toda la comunidad educativa reunida y señaló que sin ella, el liceo, al que definió como “un gigante”, “no tiene corazón, no tiene vida, no tiene alma”. “Es muy gratificante recordar cada uno de los momentos vividos con los estudiantes, con los profesores, con los adscriptos, administrativos, secretarias, con los auxiliares de servicio. Me acuerdo cuando a las siete de la mañana con Walter, el compañero que abría el liceo, les dábamos la bienvenida a los estudiantes que ingresaban en las primeras horas de la mañana. En todo momento traté de que ese gigante en el día a día sea un pequeño: con los adscriptos y los profesores queríamos la cercanía con los estudiantes. Hablar, dialogar, eso, que es la esencia de la educación”, planteó el director.

En suma, agradeció a todas las organizaciones y colectivos que lo apoyaron en este “difícil momento” y, al igual que él, entienden que “desde la comunidad” y “la cercanía” se hace “el verdadero cambio”, para lo que es clave “escuchar al otro”. Ruidíaz celebró la “unión de la comunidad” del liceo, “que en la adversidad va a seguir luchando por cada una de las metas y sueños que tienen cada uno de sus integrantes”, completó.

A oscuras

Ya a oscuras y mientras los estudiantes que tenían clase adentro se retiraban del liceo por la falta de luz, las velas que habían colocado quienes organizaron la actividad resaltaban aún más. Iluminados por linternas de celulares, los colectivos docente y estudiantil del IAVA leyeron distintas proclamas, no sin antes criticar el corte de luz, que, según valoró la profesora que leyó el texto, fue para impedir la realización del acto.

La proclama de los docentes sindicalizados recordó que desde hace seis meses la comunidad del liceo está “peleando para que vuelva el salón gremial de los estudiantes y el director”, además de “la democracia, que se ha ido”, según valoraron. Sobre el sumario a Ruidíaz, indicaron que se dio por “negarse a desarrollar acciones contrarias a las libertades sindicales, gremiales y por no quitar a los estudiantes el salón”. Desde ese momento, “el liceo sigue bajo intervención”, señalaron los profesores, para referirse a que la DGES designó a dos inspectoras para que ejerzan la dirección.

Sobre el no retorno del director al liceo, el núcleo sindical entiende que “profundiza la arbitrariedad” de toda esta situación. En suma, señalaron que “están confrontados dos modelos educativos”. De un lado colocó a los autores de la proclama, “quienes concebimos a la educación como transformación emancipadora, en libertad, participación y diálogo con otros”. Del otro, puso a las autoridades políticas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), que entienden al sistema educativo “como un lugar jerárquico, donde la subordinación y el acatamiento de un orden establecido parecieran su única finalidad”, según dijo.

En suma, los docentes reclamaron que se otorgue un salón gremial para que los estudiantes “puedan construir su lugar, forjar pertenencia y dejar sus huellas identitarias, imprescindibles en la etapa que están viviendo”. También piden el reintegro del director y la finalización de la investigación a diez docentes del liceo, que transcurre en paralelo a la de Ruidíaz, entre otros reclamos.

Los docentes responden a quienes aseguran que perdieron clases por las medidas de lucha tomadas tanto por estudiantes como por los profesores y señalaron que, en cambio, entienden que “aprendieron en la práctica que los derechos se defienden, las injusticias se pelean, los autoritarismos se resisten y la democracia se protege cada día”.

Según dijo a la diaria Adriana, otra de las integrantes del núcleo sindical, actualmente los docentes sindicalizados no tienen ningún tipo de diálogo con las inspectoras que dirigen el liceo, a quienes consideran “interventoras” y autoridades ilegítimas. En suma, planteó que la comunidad educativa, que antes “funcionaba maravillosamente bien”, ahora “está quebrada”.

La docente consideró que la situación en el liceo “es dolorosa” para los estudiantes y también para quienes, como ella, desde hace años son funcionarios del IAVA. “No podemos creer lo que están haciendo con este liceo y con todos los liceos del país”, señaló con referencia al conflicto que mantienen colectivos de estudiantes y docentes contra la transformación curricular en curso. Además, se refirió particularmente a otros casos en los que también profesores han tenido que sufrir el “autoritarismo”, como los docentes sumariados del liceo de San José por tomarse fotografías contra la reforma constitucional “Vivir sin miedo”.

Sin salón

Lautaro Gutiérrez, del Gremio Estudiantil del IAVA (GEI), dijo a la diaria que los estudiantes están “golpeados” por la no vuelta de Ruidíaz al cargo de dirección. Justamente, el GEI había iniciado semanas atrás una campaña de expectativa en la que a diario anotaban los días que faltaban para su reintegro. Ahora, según Gutiérrez, ven cómo “se prolongan las injusticias”.

En la proclama que leyeron -también a capela-, los estudiantes señalaron que la convocatoria a “abrazar” el liceo, que se concretó a través de sostener una cinta que rodeó toda la manzana del liceo, fue una manera de abrazar la concepción que tienen de educación: “Una educación pública de calidad, cuyo fin sea brindar las herramientas para el desarrollo del individuo” y que también ayude a “entendernos en la diversidad”. En suma, el GEI planteó que se niega a “una educación al servicio del mercado” en la que, además, “el diálogo no sea lo primordial”.

En alusión a la conducción de las actuales autoridades, rechazaron que “lo más importante sea el titular y la noticia y no la realidad de los centros” y, al mismo tiempo, dijeron que no quieren “una educación que silencie a los que piensan distinto”. En suma, plantearon que las autoridades de turno no permiten que se las cuestione e “instalan conflictos para después retirarse a hacer campaña electoral”, en clara referencia al presidente del Consejo Directivo Central de la ANEP, Robert Silva.

Consultado sobre la falta de un salón gremial, Gutiérrez lamentó que las autoridades de la DGES no hayan cumplido hasta ahora su palabra de otorgar un nuevo salón. Al respecto, recordó que la directora de Secundaria, Jenifer Cherro, les dijo en una reunión en abril que el motivo por el que el organismo debía recuperar el espacio donde funcionaba el salón gremial no era quitar ese lugar al gremio, y prometió otro espacio a cambio. Sin embargo, Gutiérrez planteó que hasta el momento ello no ha ocurrido.

El estudiante planteó que el GEI “tiene la esperanza” de lograr otro espacio para funcionar y contó que hasta ahora han tenido tres reuniones con inspectoras en las que si bien han “intentado negociar o dialogar sobre la idea de recuperar ese salón de organización”, no les han brindado una alternativa.