El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, se refirió este martes en una rueda de prensa al paro de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) de Montevideo, después de que este lunes se registrara una agresión a un maestro de una escuela de Piedras Blancas. En ese marco, criticó nuevamente las medidas adoptadas por los sindicatos de la enseñanza y apuntó que es necesario un “cambio de actitud”.

“Lamento que siempre el paro sea la primera medida que se les ocurre a los sindicatos de la enseñanza. Creo que por respeto a los alumnos, por respeto a sus familias, tendría que ser la última medida después de haber agotado medidas previas. Lamentablemente, se empieza siempre por ahí”, expresó el ministro.

Asimismo, dijo que las agresiones a docentes y maestros forman parte “de una realidad más amplia” y no es que “haya un problema específico” con los funcionarios de la educación. “La agresividad en la sociedad ha aumentado en los últimos años, la agresividad en cualquier ámbito de convivencia ha aumentado en los últimos años. Eso es en sí mismo lamentable y, además, es lamentable que eso se esté ampliando en los centros educativos”, sostuvo.

Sobre el rol del ministerio en los intercambios con los sindicatos de la educación, Da Silveira apuntó que el diálogo debe ser entre los docentes y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), porque de lo contrario “nosotros estaríamos ingresando en un terreno que corresponde a la ANEP”.

“Siempre es posible [el diálogo], creo que hace falta también un cambio de actitud”, señaló. “Por ejemplo, ahora que las Asambleas Técnico Docentes (ATD) se acaban de pronunciar en contra de la transformación educativa”, sostuvo y recordó que las ATD se declararon “en contra del Plan Ceibal”. “Que el primer reflejo sea el rechazo para que resulte años después que aquello que rechazaron fue una cosa extremadamente beneficiosa debería llevar a la reflexión”, apuntó.

Consultado sobre cuál debería ser la medida que adopten los gremios ante una agresión a un funcionario, el ministro dijo que él no les va a decir a los sindicatos lo que tienen que hacer. No obstante, señaló que “alcanza con mirar el mundo para ver que hay muchas medidas que se pueden tomar antes de llegar a una medida que es muy perjudicial para los alumnos y para su familia, que eso es lo malo del asunto”.