Del 11 al 13 de setiembre transcurrió la primera Asamblea Nacional Extraordinaria de docentes de Educación Secundaria, con sede en Maldonado y con foco en el análisis del documento preliminar de la reforma educativa para la Educación Media Superior.

En líneas generales, la Asamblea Técnico Docente (ATD) de Secundaria se posicionó en contra de lo hasta ahora presentado para bachillerato por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). la diaria accedió al borrador de lo expuesto por la ATD, que procesó un informe y previamente anexó las palabras de contexto que emitió la Mesa Permanente. “Al igual que en anteriores oportunidades, como en la consulta en relación al Marco Curricular Nacional o al Plan de Educación Básica Integrada (EBI), esta convocatoria es tardía”, aseguraron.

De acuerdo a la Mesa de la ATD, la convocatoria “no se realiza para pensar colectivamente en el plan, sino para realizar aportes a algo ya elaborado”, y afianzaron que el tiempo de dos jornadas y media para elaborar su “síntesis colectiva” les resultó “insuficiente”. Aun así, manifestaron que “la voz técnico-pedagógica de las y los docentes de Secundaria se hará oír para defender una educación pública integral y sin recortes presupuestales ni pedagógicos”.

Apreciaciones generales

En primer lugar, la ATD esbozó que, al igual que sucedió con la primera versión del Marco Curricular Nacional, el documento preliminar del Plan para la Educación Media Superior 2022 es “muy endeble, desprolijo y carente de sustento metodológico”.

Encontraron algunas referencias que consideraron “imprecisas” y “ambiguas” a la hora de “afirmar que se deberían cambiar las formas de enseñar y de evaluar”, como decir “'la mayoría' o 'en menor medida'”. Asimismo, esgrimieron que las autoridades de la ANEP fundamentan las modificaciones propuestas “en 'lo que piden los estudiantes', pero con una visión sesgada y poco profunda, que sus propios números desmienten”.

En sintonía, afirmaron que las autoridades hacen un “diagnóstico catastrofista de la crisis educativa” que es contrario a los datos esbozados por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa al concluir que “los indicadores de acceso y egreso han estado mejorando en el período 2015-2020”.

Por otro lado, puntualizaron que se omite “el análisis de las condiciones estructurales de vida”. Así, “la educación se convierte en responsable de remediar los estragos sociales y culturales generados por la aplicación de ciertas políticas macroeconómicas”, cuando “más que de 'fracaso escolar', deberíamos hablar de 'fracaso social'”. Para la ATD, esto “no es otra cosa que el fracaso a la hora de asegurar las condiciones de vida digna, que es responsabilidad del Estado”.

En suma, destacaron que a la hora de elaborar el documento “se ignoran las posturas críticas de las asociaciones, sindicatos, gremios y agrupaciones que existen en todo el país y que han elaborado colectivamente posturas fundadas sobre la transformación curricular”.

Bachillerato general y navegabilidad

Una de las novedades de la reforma en la Educación Media Superior es la incorporación del bachillerato general. Al respecto, la ATD señaló que “la estrategia de las autoridades de la ANEP busca empobrecer o recortar contenidos y flexibilizar instancias de evaluación, argumentando que el Bachillerato actual no contempla las verdaderas necesidades de los estudiantes”.

De acuerdo al colectivo docente, “esto atenta contra la rica tradición de nuestro país de democratizar el conocimiento, recortando su acceso en algunos casos sólo a pocas opciones”. Ejemplificaron con el planteamiento del Plan de que las unidades curriculares optativas de cuarto año “estarían disponibles según la cantidad de grupos de este nivel que tenga el centro”, y señalaron: “¿Qué pasará en aquellos liceos que tengan pocos grupos de cuarto año? Sin duda, no tendrán todas las opciones”.

Para la ATD, el problema no es la optatividad, “sino en qué etapa del proceso educativo y entre qué disciplinas se obliga a optar”. Asimismo, aseguraron que la organización del bachillerato utiliza los conceptos de “perfil de tramo” y “perfil de egreso”, “dividiendo sin mucho sentido pedagógico o didáctico el ciclo educativo, pretendiendo más la certificación de determinadas competencias básicas, que el aprendizaje progresivo y significativo a lo largo de todo el ciclo”.

La navegabilidad, otra de las incorporaciones, para la ATD “parece ir en el mismo sentido, es decir, la certificación de haber cursado 'tramos equivalentes' dentro del mismo u otro subsistema”. En esa línea, desarrollaron que “la equivalencia o la navegabilidad no guarda correspondencia con lo académico o lo sustancial del aprendizaje, sino solamente con el objetivo de completar el bachillerato, de cualquier forma y en cualquier circunstancia”. Concluyeron, en tanto, que “no es posible fundamentar de forma genuina la posibilidad de navegabilidad entre cursos y subsistemas tan disímiles sin caer en un empobrecimiento de los aprendizajes”.

Lógica competencial y mercado

El enfoque competencial de la transformación educativa ha sido uno de los puntos que más promovieron las autoridades y también objeto de las mayores críticas por parte de los colectivos docentes. En esta ocasión, la ATD reiteró su rechazo: “Lo que se pone de relieve con este enfoque competencial es la contundencia con la cual los saberes disciplinares quedan relegados a un segundo plano, pasando al centro de la escena el desarrollo de un puñado de habilidades que permitan a los mercados extraer la mayor rentabilidad posible de sus 'recursos humanos'”, señalaron.

Para los docentes, “el problema” radica en que el “'saber hacer'” que implica este enfoque “se coloca por encima del conocimiento acumulado y sus contenidos, que deberían ser la base de todo proceso educativo”.

En relación, sostuvieron su “postura histórica” en contra de “concebir y definir la Educación Secundaria y sus diferentes opciones o posibilidades en base a las exigencias del mercado”. La “inserción laboral” que se esboza en el plan preliminar, según la ATD, “no aparece como la manera en la que el sujeto comienza a integrarse a la sociedad adulta y a generar riqueza propia y colectiva, sino como la garantía del mundo capitalista explotador de contar con la mano de obra que necesita”.

Según informó El País días atrás, en las ATD liceales realizadas a fines de agosto se planteó el rechazo a los cambios curriculares en 240 liceos de todo el país y sólo en dos centros la ATD se pronunció a favor. Al respecto, el informe señala que la respuesta del profesorado “es contundente”, ya que el rechazo “se manifiesta a lo largo y ancho del país”.