Este viernes, autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) tuvieron una instancia de negociación con la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU), en la que los colectivos docentes hicieron varias propuestas de cara a la organización del año lectivo 2024.
Según dijo a la diaria Emiliano Mandacen, secretario general de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes), el pedido de reunión surge a partir de varios problemas detectados en los distintos subsistemas de ANEP, por ejemplo, en las bases de concursos a efectividad, en la elección de horas y en la proyección de grupos para el año que viene. En ese sentido, señalaron que es necesario conformar al menos dos grupos de trabajo para conjuntamente solucionar los problemas, por ejemplo, que se generarán en cuanto a la cantidad de estudiantes por clase y también sobre el “ajuste” en la cantidad de grupos en algunos “liceos emblemáticos”.
Precisamente, en las últimas horas trascendió que el planillado inicial de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) prevé eliminar casi la mitad de los grupos en el IAVA, donde, por ejemplo, no está previsto al momento crear grupos de cuarto ni de quinto Humanístico. Este jueves, además, el núcleo sindical del liceo Dámaso emitió un comunicado en el que también denunció la pérdida de un turno y de siete grupos en el reajuste, lo que atribuyen a una “decisión arbitraria” de la DGES.
En diálogo con la prensa al salir de la reunión con la CSEU, la directora general de Secundaria, Jenifer Cherro, reiteró que el organismo crea grupos en tanto tiene alumnos inscriptos, y agregó que nuevos grupos para 2024 pueden ser creados en los meses que quedan para terminar el año e incluso en febrero y marzo próximos. La jerarca dijo que año a año “algunos grupos menos siempre tenemos” y lo atribuyó a la caída en la natalidad, motivo por el que los liceos pierden entre 2.000 y 3.000 estudiantes por año, según consideró.
Consultada concretamente sobre el caso del IAVA, Cherro negó que el año que viene vaya a bajar de categoría, más allá de que se trata de una clasificación que depende de la cantidad de estudiantes que tiene el liceo. “No va a tener ningún daño el director que asuma allí sus funciones, también se habla de que se disminuiría la caja chica en función de que se disminuye la categoría del liceo; eso no va a ser así”, aseguró, y agregó: “No hay que pensar en que vamos a disminuir categorías de liceos ni cajas chicas ni nada, son interpretaciones personales, pero institucionalmente nosotros estamos para cubrir un servicio y ver cómo se puede cubrir de la forma más racional posible”.
Si bien desde Fenapes calculan que la DGES proyectó 70 grupos menos para el año que viene, la jerarca sostuvo que no hay tal disminución, ya que los grupos que están de menos en un centro educativo, como en el caso del IAVA, “se transfieren a otros liceos”. En relación a ese centro, dijo que las razones por las que junto con la inspección del liceo se definió la reducción de grupos “son multicausales”, pero, por ejemplo, habló de “necesidades en otros lugares céntricos” y dijo que habrá que esperar a que culmine el proceso de inscripciones.
Consultada sobre si es consciente de que el IAVA es un centro de referencia para muchas familias que desean enviar a sus hijos allí, Cherro dijo que eso ocurre “porque está en el Centro” y porque también tiene “aspectos patrimoniales”, pero lo contrastó con sus datos de promoción: “También debo decir que tiene un 44,3% de promoción y es el liceo de bachillerato tiene el más bajo rendimiento de todo el país. Mientras la media egresa un 61% y un liceo vecino muy cercano tiene 78% de egreso, el IAVA tiene el 44,3%”, dijo.
Cherro planteó que Secundaria cada año debe “tomar decisiones” y lo comparó con lo que ocurrirá el año que viene en otros centros, como el liceo 47 de La Teja -del que ella fue directora-, que será demolido para la construcción de un edificio nuevo. Por ello funcionará en dos locales anexos y tampoco tendrá grupos de cuarto el año que viene. En suma, dijo que una novedad del planillado es la creación de grupos de ese grado en el liceo 69 de Casavalle y reiteró: “Los cuartos que no están en un liceo están en otro”.
Sobre la situación en el Dámaso, la directora general dijo que la reducción en la cantidad de grupos tiene que ver con que el centro educativo dejará de tener horas de clase de 35 minutos y estas pasarán a ser de 45 minutos, como en la mayoría de los liceos. En suma, planteó que el liceo tendrá “dos turnos extendidos y un nocturno en vez de tener cuatro turnos”. Segun dijo, este cambio tiene que ver con que los liceos que tienen horas de 35 minutos “pierden alrededor de dos meses de clase” al año.
Desde Fenapes también plantean que la cantidad de estudiantes por grupo aumentó en los últimos años a causa de un “recorte” presupuestal en la ANEP y reclaman que no se excedan los 25 alumnos por clase. Consultada sobre si será posible bajar la cantidad de alumnos por grupo, Cherro dijo que “quizás se pueda contemplar” y que es algo que “se va autorregulando en el correr del año”.
Carta de egresados del IAVA
En las últimas horas también se hizo pública una carta de exestudiantes del IAVA, que señalan que se juntaron “ante la situación de desmantelamiento” del liceo prevista para el año que viene. La carta enmarca lo ocurrido en el proceso que se viene desarrollando desde principios de año y también se advierte que, desde el inicio de su gestión, las jerarquías de la educación han protagonizado “actitudes de abuso de su autoridad y han sido ajenas al diálogo” con la comunidad educativa del centro.
Además de la proyección de 20 grupos menos para el año que viene, los exalumnos plantean que las autoridades ejercieron “una ofensiva contra el gremio estudiantil, caracterizada por la persecución y la quita de su salón gremial, bajo un argumento que quedó demostrado fue siempre una excusa”. En suma, rechazaron el sumario con separación del cargo al director del liceo y la consecuente “intervención”, en manos de dos inspectoras que “han perseguido sistemáticamente a docentes que integran el sindicato y a estudiantes que forman parte del gremio”, según advierten.
“El IAVA es un liceo que históricamente supo construir comunidad. Quienes pasamos por sus aulas y sus patios sabemos que allí se aprende, se construye, se producen amistades y vínculos para toda la vida, se hace música, se dan las condiciones para un desarrollo de las subjetividades adolescentes lo más plenas posible. También es un lugar emblemático por su referencia académica y su cualidad para la integración de estudiantes procedentes de diversos barrios de Montevideo y la zona metropolitana. Pero, sobre todo, el IAVA ha sido un centro histórico de resistencia”, señalan.
Si bien los egresados de la institución plantean que ello no ocurre sólo en el IAVA, reflexionan que “quizás tanto su ubicación céntrica como su antigüedad, su historia y su presente de lucha y resistencia le han dado una visibilidad que provoca que, en la actual coyuntura de desmantelamiento de lo popular y lo público y de arremetida contra gremios y sindicatos, exista un ensañamiento particular contra” el liceo. Finalmente, rechazan las “actitudes desmedidas” de las autoridades y apoyan la lucha de estudiantes y docentes del centro, mientras que convocan a una asamblea de exalumnos para el viernes 10 de noviembre a las 18.00 en las escalinatas del liceo.