La semana pasada se llevó a cabo la Asamblea Nacional de la Asamblea Técnico Docente (ATD) de Secundaria y tuvo como eje principal la transformación educativa. Al igual que las ATD del resto de los subsistemas, la de Secundaria rechaza la reforma. En esta ocasión, la negación se extendió a la segunda etapa de construcción, que pretende abarcar los tramos que no están comprendidos en la implementación de marzo de este año, entre ellos bachillerato.

Edith Silveira, profesora jubilada y vocera de la lista 302, la mayoritaria en la ATD de Secundaria, señaló a la diaria que el rechazo actual se debe a “las razones pedagógicas que decimos siempre: si la hacés con un recorte presupuestal, donde bajás todas las tutorías, bajás todos los apoyos, aumentás el tamaño de los grupos y lo único que hacés paralelamente es cambiar las evaluaciones sin considerar las inasistencias y bajando la exigencia con la que voy a evaluar, entonces tengo buenos resultados para mostrar a la prensa y para llenar estadísticas. Pero para los estudiantes y los aprendizajes lo que estoy haciendo es un desastre”.

La docente sostiene que “los desastres en educación son complicados”, porque al contrario de los errores en una oficina, en los que “para la semana o el mes siguiente lo tenés arreglado”, a nivel educativo si “te equivocás con una generación, te equivocás por 20 años”.

Recientemente, Juan Gabito, consejero designado por el gobierno en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública, consideró en diálogo con la diaria que en la construcción de la nueva etapa de la reforma educativa las ATD deberían ser llamadas desde un inicio para que puedan participar. Consultada al respecto, Silveira dijo que “si el espacio es serio y se puede discutir y podemos negociar, vamos a ir”.

La afirmación se remite al período pasado, en el que, según recordó la vocera, ni los planes ni los programas estaban prontos al momento del análisis y, por lo tanto, “no había posibilidad de ningún tipo de intercambio”. “Lo que nosotros queremos es que la educación funcione. No nos negamos a todos los cambios, sino a algún tipo de cambio puesto en ese sentido”, concluyó.

Conflictos en la Asamblea Nacional

Al día siguiente de que la ATD finalizó, la lista 304 -agrupación con menos representación- dio a conocer una nota en la que manifestó su “repudio a la forma” en que los delegados fueron tratados a la hora de expresar “sus opiniones y posiciones” en el transcurso de la ATD.

Según argumentaron, “la mayoría” de quienes integran la ATD los expuso “al escarnio público, subestimando, minimizando, ridiculizando” su postura. En concreto, la lista 304 asegura que “se cercenó nuestra libertad de expresarnos libremente” y, por lo tanto, se censuró “la opinión diferente de una minoría legítimamente validada”, a pesar de que la ATD se caracteriza por ser un “órgano democrático que debería expresar el sentir de todos los docentes”.

Por otro lado, afirmaron que la “prueba del escarnio sufrido” puede remitirse a la solicitud de los demás integrantes de la ATD a ampararse en el artículo 70 del Reglamento Interno, para así “fundamentar el voto y que esta fundamentación conste en el libro que baja a los liceos”.

Silveira resaltó, justamente, este punto. Según explicó, la manera de proceder de la asamblea es similar a la del Parlamento, donde las aprobaciones se dan por las mayorías. “Si tú como minoría presentás algo y no sale, no va a ser publicado [en el libro], pero es por el sistema del reglamento de la ATD, que está hecho después de la recuperación de la democracia”. Asimismo, narró que una de las posibilidades es que los informes presentados para ser votados pueden recibir los votos tanto positivos como negativos con fundamentaciones. “Ahí es donde se sienten ‘ninguneados’, pero es una argumentación de votos”, apuntó.

La lista 304, sin embargo, se preguntó si “la ATD es un coro monocorde que no admite otras voces”. En ese entendido, reconocieron “la muy rica y larga trayectoria de la ATD, históricamente valorada por la producción de contenido”, pero manifestaron su preocupación por que “la condena a cualquier línea de pensamiento minoritario la convierta en un órgano dogmático, cerrado a cualquier diálogo”.

La ATD funciona por medio de comisiones temáticas. Una de ellas es la de Educación Básica Integrada y Bachillerato, y fue en ese espacio donde los delegados de la 304 presentaron un informe que, según contó Silveira, aceptaba la iniciativa del Codicen de continuar con la transformación educativa en bachillerato, que fue rechazado por mayoría absoluta. “La gente de la 304 vino con la idea de que en la medida en que soy elegido como representante y tengo tantos votos atrás, tengo capacidad de operar, pero para eso hay que cambiar los estatutos de la ATD”, sentenció.

Por último, quienes integran la lista 304 resaltaron que “el fin primero y último de los docentes debe ser común: mejorar la calidad educativa y que los estudiantes puedan tener una vida digna y desarrollarse plenamente como seres humanos en la sociedad que les toque vivir”. Aunque en el desarrollo de la asamblea visualizaron que “los caminos para lograrlo son diferentes”, invitaron a “unir esfuerzos, a trabajar para ese objetivo común, que, en sí mismo, resulta no sólo desafiante, sino bastante difícil de alcanzar, si no construimos colectivamente, con aportes tanto de mayorías como minorías, consolidando así nuestra república democrática”.

Rechazo de “falsedades”

La Agrupación Pedagógica Siglo XXI, que se presentó con la lista 301 y es la segunda con más representantes en la ATD de Secundaria, emitió un comunicado para “rechazar enfáticamente las falsedades contenidas en la declaración de la lista 304”.

Según manifestaron, “el único ‘escarnio público’” es que declaraciones como las emitidas por la lista en cuestión contribuyen al “debilitamiento” y “deslegitimación” de la ATD. Para la agrupación, las declaraciones “tergiversan los hechos”. En sintonía, esbozaron que “quienes integran la lista 304 se presentaron a sí mismos, desde el primer momento, como la única voz que rompía con una visión única y ‘monocorde’ en la ATD. Sin embargo, también desde el inicio, se les señaló que eso no se correspondía con la realidad de la ATD, en la que la diversidad de pensamiento, con sus corrientes mayoritarias y minoritarias, ha sido una de sus marcas históricas”.

La lista 301 se refirió al informe presentado de forma similar a Silveira: “Al llegar al plenario, dicho informe se sometió al mismo tratamiento que tienen cada uno de los que se presentan: análisis crítico, preguntas, sugerencias y cuestionamientos del resto de las delegadas y los delegados”. Para la agrupación, “esa es la esencia de la ATD: discutir, analizar, criticar, argumentar, proponer modificaciones. Y no debe confundirse argumentar en contra con intentar acallar y, menos aún, con ‘censurar’”.

En cuanto a la crítica del uso del artículo 70, manifestaron que “llama la atención”, dado que la lista 304 ha “mostrado tanta preocupación por el respeto al reglamento” y porque brinda “la posibilidad, a cada asambleísta que así lo requiera, de dejar constancia de su fundamento para el voto”.

Para finalizar, la Agrupación Pedagógica Siglo XX señaló que coinciden “en que el objetivo buscado por los docentes es una mejor educación, que otorgue a las y los estudiantes posibilidades de tener una vida digna”. Sin embargo, consideraron que “atacar el espacio más representativo que tiene el profesorado nacional no parece un buen camino para alcanzarlo”.