El Instituto de Perfeccionamiento y Estudios Superiores fue, una vez más, sede ceremonial de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP): durante la mañana del martes se llevó a cabo el cambio de consejero docente del Consejo de Formación en Educación (CFE). Tras cuatro años en los que el rol fue asumido por la profesora Rosana Cortazzo, el educador social Diego Silva Balerio tomó el cargo por el año que resta para completar el período, hasta que se realice un nuevo acto electoral para el orden docente.
Además de la presencia de la consejera docente saliente y el entrante, el evento contó con la participación del presidente del Consejo Directivo Central de la ANEP, Robert Silva, el presidente del CFE, Victor Pizzichillo, y la presidenta de la Mesa Permanente de la Asamblea Técnico Docente (ATD) Nacional de formación docente, Nirian Carbajal.
En diálogo con la diaria, Silva señaló que la asunción se da en un “momento complejo, porque estamos implementando una reforma curricular donde los primeros años de las carreras se modificaron y, a 28 de febrero, todavía no están aprobados ni a consideración del Consejo los programas de todas las unidades curriculares de primer año que tienen que comenzar en un par de semanas”.
Asimismo, puntualizó en que la complejidad actual también se debe a que existe un “debilitamiento de las estructuras académicas”, entre otras cosas, a partir de que “se dio marcha atrás” con el capítulo 14 del Estatuto del Funcionario Docente, que significó el “desmonte” de un conjunto de estructuras académicas. Por otro lado, el proceso de semestralización que incorpora la reforma educativa es visualizado por Silva como “un cambio muy fuerte” que “ha generado dificultades en torno al proceso de elección de horas”.
En resumen, adelantó que el inicio de primer año de las carreras de formación en educación será “bastante complicado”, pero consideró que, en el caso de los años restantes, “es una dinámica que fluirá con bastante normalidad porque ya funcionan con un formato preestablecido”.
En este marco, Silva tiene varios objetivos en el horizonte, pero uno en primer lugar: consolidar una propuesta “que ponga el foco en la construcción académica y las prácticas universitarizantes, donde los estudiantes de las distintas carreras puedan transitar su formación con una multiplicidad de espacios de aprendizaje”. En ese sentido, aspira a que el aprendizaje no se obtenga mayoritariamente en una dinámica de clase en la que el docente “transmite un saber”, sino a través de proyectos de investigación, extensión y en espacios formativos interdisciplinarios, en los que puedan interactuar estudiantes de distintas carreras del CFE.
Uno de los problemas que observó con relación a este punto es que la “lectura” de las autoridades está enfocada en la obtención de un título universitario y no en la formación universitaria. Asimismo, en la ceremonia agregó que “sin cuerpo docente robusto, no hay condiciones para la producción de esa experiencia formativa”.
Como desafío, planteó la construcción de articulaciones con docentes de las distintas formaciones del CFE, “para pensar las grandes líneas de la Universidad de la Educación, que es nuestro proyecto de mediano plazo, pero también para que a corto plazo podamos seguir desarrollando proyectos”.
”Sendas inciertas”
Durante la ceremonia, Cortazzo enumeró algunos sucesos que tuvieron lugar en el transcurso de los cuatro años como consejera docente. Uno de los puntos refirió a la política de posgrado, que “no se ha profundizado” y que no ha tenido una asignación presupuestal, aseguró. Según dijo, a ello se le suma “la desarticulación de los institutos académicos”, que, en conjunto, desencadenaron que las funciones de la comisión correspondiente se reduzcan al mero otorgamiento de créditos.
Por otro lado, la exconsejera docente planteó que, desde 2017 a 2022, hubo una expansión sostenida de la matrícula en el CFE. Sin embargo, aseguró que “no se ha acompasado” con una planificación de la oferta educativa y, entre otras afectaciones, ello generó que varios cursos hayan tenido una apertura tardía. Asimismo, Cortazzo subrayó que los nuevos planes de estudio de la transformación curricular “eliminan titulaciones intermedias”.
Al respecto de la gestión, Cortazzo manifestó que “existe una suerte de irreverencia e irresponsabilidad” al no poner foco en la estructura académica y profesional de los docentes, que consideró como “claves para implementar y desarrollar el cambio impuesto desde la inconsistencia”. Por último, la exconsejera transmitió que quienes trabajan diariamente en las distintas instituciones del CFE pueden afirmar que la formación en educación “hoy transita por sendas inciertas”.
Carbajal habló de “retrocesos” en la conformación de políticas educativas y afirmó que “se ha desconocido el cogobierno” en los distintos ámbitos. En tanto, señaló que también “se eclipsó el ámbito académico” con las figuras de mentores y dinamizadores, y que “el programa de fortalecimiento alejó la estructura universitaria que veníamos consolidando”.
Por otro lado, hizo énfasis en que la Ley General de Educación define que la participación docente es un “derecho básico”, y bregó para que las elecciones de consejeros docentes en el CFE continúen. “Nos merecemos la participación democrática, como profesionales de la educación”, sentenció.
Consideraciones de las autoridades
Tanto Robert Silva como Pizzichillo destacaron la importancia de la democracia y de poder manifestar miradas distintas sobre mismos asuntos. En ese sentido, el presidente del CFE dijo que “más allá de que las opiniones y los caminos pueden ser distintos, lo que nos une es el trabajo de una educación pública que atienda a todos de una misma manera, y que los jóvenes puedan construir proyectos de vida que les permita ser felices”.
El presidente del Codicen, por su parte, reivindicó el “legítimo derecho constitucional” que tienen las autoridades de la educación de “llevar adelante la política pública educativa que la sociedad nos ha confiado”. A su vez, remarcó que las decisiones se toman “en ámbitos colegiados, donde la enorme mayoría de las veces votamos todos juntos y otras veces dividido”.
En esa línea, hizo hincapié en que la transformación educativa “no fue generada por unos pocos y en un determinado momento”, sino que llevó “deliberaciones y acciones que venían de tiempos anteriores”, así como también “generó cosas necesariamente nuevas, en el marco de una concepción y posición que quienes estamos en educación consideramos que hay que llevar adelante”.